Traer al presente la medicina del futuro, definiendo las claves que conformarán esa sanidad, en la que la medicina personalizada de precisión (MPP) es clave, y estableciendo escenarios realizables y tangibles son los objetivos del informe “Sanidad del Futuro y Medicina Personalizada de Precisión”, elaborado por un grupo multidisciplinar de expertos de referencia nacional, bajo el auspicio del Instituto Roche.
El informe se ha presentado a lo largo de una jornada en la que varios de los autores han expuesto su visión en relación con cuestiones concretas abordadas en el mismo. La jornada ha sido clausurada por el ministro de Sanidad, José Miñones, quien ha destacado el trabajo que se realiza de manera coordinada con las diferentes comunidades autónomas, con la ampliación y refuerzo del PERTE de Salud de Vanguardia y el compromiso del Gobierno con la Salud Digital. Aparte, ha recalcado la necesidad de seguir avanzando en la implementación del diagnóstico precoz, los cribados y el procesamiento de los datos en el sistema sanitario. A este respecto, Miñones ha explicado que en el próximo Consejo Interterritorial se avanzará en la incorporación de la genómica a la cartera de servicios del Sistema Nacional de Salud.
La MPP supone un cambio de paradigma y una nueva realidad asistencial para el sistema sanitario. Durante el encuentro, Patrick Wallach, presidente de la Fundación Instituto Roche, ha puesto en valor el trabajo realizado por la Fundación Instituto Roche desde hace ya casi 20 años por contribuir a hacer realidad la MPP en nuestro país, “una nueva forma de hacer medicina que permite un abordaje preventivo, diagnóstico y terapéutico personalizado más eficaz y seguro para cada paciente, que supone no solo un cambio en cuanto a la atención clínica, sino que también impacta en la Medicina Preventiva Personalizada y la Salud Pública de Precisión”. Por su parte, Federico Plaza, vicepresidente de la Fundación Instituto Roche, ha reforzado la necesidad de transformación del sistema sanitario para la incorporación de la MPP: “Se requiere de una transformación organizativa y a nivel estructural de la atención clínica, así como replantear los roles y las funciones de los profesionales sanitarios y de otros agentes involucrados, como los usuarios del sistema. Estos cambios deben acompañarse de la transformación digital de la salud y la adaptación del marco ético-legal, así como del desarrollo de políticas y estrategias para mejorar la eficiencia y la sostenibilidad del sistema”.
Escenario del informe
El escenario propuesto por el grupo de trabajo multidisciplinar está basado en modelos de atención sanitaria, de investigación e innovación y de formación y adquisición de competencias; en el que los profesionales sanitarios y los usuarios tendrán un papel clave. Asimismo, estará sustentado en tres elementos básicos, como son la tecnología y la transformación digital, el marco ético-legal y las políticas sanitarias que contribuirán a la sostenibilidad del sistema.
Encarna Guillén, coordinadora del Informe y presidenta de la Asociación Española de Genética Humana, ha compartido el modelo de atención sanitaria del futuro, planteado en el informe, que dejará atrás el actual modelo basado en niveles asistenciales para pasar a una organización matricial donde todos los agentes implicados en el sistema se encontrarán interrelacionados, garantizando así la continuidad asistencial y el abordaje de la salud del individuo con una visión más holística.
Esta experta ha insistido en la necesidad de un modelo multidisciplinar en el que se incorporen nuevas especialidades y disciplinas, como la genética clínica o las profesiones relacionadas con el análisis de los datos. Para Guillén, la atención sanitaria debe huir de la separación en niveles asistenciales y convertirse “en un sistema matricial en red, de colaboración entre distintos ámbitos y profesionales”.
Asimismo, en este nuevo modelo se incluirán nuevas formas de investigación e innovación, donde el usuario no solo será un mero receptor de los avances en salud, sino que podrá adquirir un papel protagonista y colaborador, a través de lo que se denomina ciencia ciudadana. De esta manera, como ha aseverado la jefa del Servicio de Genética del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, Carmen Ayuso, “cualquier persona podrá participar activamente en un proceso científico, aportando datos sobre su salud (como datos genómicos o biomarcadores moleculares) y su experiencia como paciente, pudiendo ser partícipe en la toma de decisiones en relación con la investigación y la innovación en salud”. Ayuso considera que la posición de España en materia de investigación para afrontar ese futuro es buena ya que la organización investigadora “es un ejemplo de éxito”, pero en formación “queda mucho camino por recorrer”
Los modelos planteados de atención sanitaria, investigación e innovación y de formación, se enmarcan en un contexto en el que la transformación digital del sistema se habrá completado. De acuerdo con el profesor de Investigación en Salud Digital en la Escuela Nacional de Sanidad del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), Fernando Martín-Sánchez, la transformación digital se refiere a que la tecnología sirva para mejorar procesos asistenciales y, al mismo tiempo, a hacer que la revolución digital alcance al paciente allá donde se encuentre.
El informe también analiza los grandes desafíos tanto éticos como legales que presenta ese escenario ideal futuro. La disponibilidad masiva de datos exigirá la puesta en marcha de un sistema de garantías que salvaguarde los derechos y la privacidad de las personas, más allá de los consentimientos. . En palabras del investigador Ikerbasque en el Grupo de Investigación en Ciencias Sociales y Jurídicas aplicadas a las Nuevas Tecnociencias de la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea, Íñigo de Miguel, “confiar excesivamente en la capacidad de una persona para disponer o no de sus datos siguiendo su libre albedrío, especialmente a través del uso del consentimiento como herramienta, conlleva a veces perjuicios para la mejora en la atención sanitaria o en la salud pública. Lo que de verdad sirve para protegerle es, a menudo, introducir unas garantías adecuadas en el tratamiento de los datos y exigir al responsable que asuma las consecuencias de cualquier posible problema derivado de ese tratamiento”.
Visión política
Los decisores políticos juegan un papel protagonista en la Sanidad del Futuro, con la puesta en marcha de políticas no ideológicas que faciliten la implementación de la MPP en el sistema sanitario, garantizando a su vez el desarrollo de un sistema sanitario de calidad equitativo y sostenible en el tiempo. Como ha explicado el ex vocal de la Comisión de Sanidad y Consumo del Senado, Antonio Alarcó, “es imprescindible, no es una opción sino una obligación, una Estrategia o Plan de Medicina Personalizada de Precisión que garantice la implementación de esta nueva manera de hacer medicina de la evidencia por parte del Servicio Nacional de Salud conjuntamente con las CCAA, con determinación de centros de referencia nacional de las distintas patologías; a fin de evitar duplicaciones y triplicaciones innecesarias y siempre con conexión directa con el Plan Europeo de genómica y medicina personalizada”. Alarcó también ha reclamado fijarse en casos de éxito, como la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) para trasladar su modelo a otros ámbitos del sistema sanitario.
Aunque requiera una inversión inicial, la MPP puede contribuir a la sostenibilidad del sistema. El exsecretario General de Sanidad, José Martínez Olmos, ha señalado cuáles deberían ser las principales líneas de acción a seguir en el futuro: “El aumento de la cronicidad y la alta prevalencia de personas polimedicadas, requiere una reorientación de la atención primaria, más cuidados y mejor coordinación entre profesionales y entre salud y el espacio sociosanitario; así como favorecer la innovación y su uso cuando conlleve nuevas posibilidades diagnósticas y terapéuticas, con criterios de equidad y sostenibilidad”. Martínez Olmos recordó la Ponencia de Estudio sobre Genómica constituida en el seno de la Comisión de Sanidad del Senado en 2019 y aseguró que la misma “no ha envejecido” pese a la pandemia, la guerra de Ucrania o el despegue de la inteligencia artificial ya que se trabajó “con visión estratégica, la participación de expertos y con consenso”. En relación con la sostenibilidad, el ex secretario general de Sanidad señaló que en el nuevo modelo sanitario no se va a “gastar menos”, sino que se gastará “más eficientemente, con evidencia y dando a los pacientes lo que necesitan”.
Para lograr alcanzar la correcta implementación de la MPP en el sistema sanitario, el grupo multidisciplinar de expertos coincide en la necesidad de promover el cambio hacia un modelo de trabajo en red y fluido entre todos los agentes y ámbitos involucrados en el proceso asistencial, donde la labor de los profesionales sanitarios debe ser reconocida y valorada, dotándoles de la formación y recursos necesarios. Sin olvidar la necesidad de hacer más partícipe a la ciudadanía en el control de su salud y también en el propio sistema.
Además, se deberá asegurar la integración e interoperabilidad de la información en el sistema sanitario. Un sistema en el que hay que proteger y garantizar los derechos del individuo, así como establecer todas las medidas que garanticen un sistema sanitario de calidad sostenible en el tiempo.