El programa ‘Concilia Medicamentos’, es un proyecto asistencial dirigido a mejorar la seguridad de los pacientes en torno a su medicación y a conciliar sus medicamentos cuando reciben el alta hospitalaria tras un ingreso, identificando y evitando discrepancias. Fue un proyecto impulsado por el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF) a propuesta de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) y Foro de Atención Farmacéutica en Farmacia Comunitaria (Foro AF- FC), que contó con la colaboración de Cinfa. Ana Martín Suárez, profesora titular de la Universidad de Salamanca, que colaboró en el proyecto piloto, ha explicado a Diariofarma en que consistía el proyecto piloto de Conciliación de la Medicación y los resultados obtenidos en el mismo.
Pregunta. ¿Nos podría explicar qué beneficios se consiguen con la conciliación de los medicamentos?
Respuesta. En los trabajos publicados existe evidencia científica acerca de que el servicio de conciliación es capaz de detectar los cambios y las discrepancias en los tratamientos, y es capaz de resolver aquéllas que pudieran dar lugar a errores de medicación. Con lo cual, se ha demostrado que disminuye los errores, por lo que tiene un impacto en la salud de los pacientes y un impacto económico, ya que se evitan visitas al médico, reingresos y gastos en recursos sanitarios. Nosotros estamos muy contentos con que en dos metanálisis que se realizaron, los mejores resultados fueron cuando la conciliación la realizaba un farmacéutico. Actualmente se han realizado varios metanálisis y revisiones sistemáticas con la conciliación hechas solo por farmacéuticos.
P. ¿Los estudios han sido realizados únicamente por farmacia hospitalaria o también han sido realizados por farmacéuticos comunitarios?
R. La mayor parte de los estudios son realizados por farmacia hospitalaria, en farmacia comunitaria hay muchos menos. Normalmente los mejores resultados se encuentran cuando el servicio se asocia a otros servicios. Por ejemplo, en Holanda un estudio se realizó asociando también la revisión y el seguimiento, consiguiendo mejorar los indicadores de salud, como la duración de las estancias en el hospital e incluso otros parámetros de salud.
P. ¿Es laborioso para el profesional realizar las tareas de conciliación?
R. Tanto el servicio, como la metodología del mismo, desde el punto de vista clínico, es bastante sencillo. Nosotros hicimos una encuesta de satisfacción al acabar y los farmacéuticos, tanto hospitalarios como comunitarios, que nunca habían realizado el servicio, consideraron que no tuvieron ningún problema en seguir la metodología. Tampoco tuvieron problemas en detectar las discrepancias, evaluarlas, clasificarlas e intentar resolverlas. En ese sentido, es más sencillo que servicios como el seguimiento farmacoterapéutico. No obstante, es verdad que lo más lógico es que una vez que se revisa el tratamiento, se deberían hacer más intervenciones que las específicas de la conciliación.
P. Es decir, ¿que la conciliación también es un primer paso para actuar en el régimen farmacológico que tenga el paciente?
R. Efectivamente, es clave para detectar otros problemas relacionados con los medicamentos u otros resultados negativos, aquellos que no se deban a cambios en los tratamientos, pero que una vez que se estudia el tratamiento del paciente, se detectan y lo más lógico sería seguir solucionando estos problemas.
P. Se ha hecho en España un estudio piloto, ‘Concilia Medicamento’, ¿cuál era el objetivo con el que se hizo ese estudio?
R. Principalmente, fue la primera aproximación y se realizó en farmacia comunitaria. Se pretendía elaborar las herramientas para poderlo implantar en un futuro y el objetivo era diseñar la plataforma informática, toda la documentación, los procedimientos para intentar realizar un servicio. Todo ello, se realizó en colaboración con los tres niveles asistenciales de farmacéuticos: farmacia hospitalaria, comunitaria y en los casos que fuera posible el farmacéutico de atención primaria. Suponía un procedimiento de gestión no solo de pacientes y de registro, sino también de comunicación entre todos los afectados. La plataforma informática está alojada en Nodofarma y la red colegial lo que pretende es, por un lado, servir de cuaderno de registro de pacientes y, por otra parte, la comunicación de forma segura de todos los participantes.
P. Y ahora, ya que se tiene todo esto, ¿cuál sería el siguiente paso?
R. Se pilotó durante cinco meses y se detectaron problemas. También se evaluaron todas las herramientas y se mejoraron todo lo que se pudo. Actualmente, se está intentado mejorar para futuros proyectos y estudios.
P. ¿Pero, está en mente realizar algún estudio ya más cuantitativo de los beneficios de la conciliación?
R. El Consejo General, que es el que ha promovido el estudio junto con laboratorios Cinfa, está estudiando la posibilidad de hacer un estudio en el que el objetivo sea valorar el resultado del impacto de este servicio.
P. ¿Qué aceptación tuvo el proyecto entre los farmacéuticos de hospital, comunitarios o de atención primaria?
R. Este estudio nació como propuesta de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria, fueron los que propusieron que los farmacéuticos comunitarios intentaran continuar con la labor que hace el farmacéutico en el hospital. Ya que, de alguna manera, su labor es de carácter puntual y si esta no se continua fuera pierde un poco sus posibilidades de éxito. Como partió de ellos ha sido muy fácil la relación. Tanto la SEFH, los farmacéuticos comunitarios y los jefes de servicio de los hospitales han dado todas las facilidades. Han puesto y seleccionando personas para que participaran en el proyecto y, en este sentido, creo que ha sido muy interesante trabajar con los dos niveles asistenciales.
P. Y para obtener los resultados más cualitativos ¿tienen en mente algún proyecto?
R. En los estudios publicados vimos que en todos los países los pacientes tienen asignada una farmacia. Es mucho más fácil la comunicación porque el farmacéutico de hospital conoce a qué farmacia tiene que dirigirse para un determinado paciente, y el médico de atención primaria también. Esto ha sido un problema muy importante y, si se pretende realizar una segunda parte, habría que intentar solucionarlo. Una de las ideas sería trabajar al principio con hospitales que cubran zonas restringidas. Por ejemplo, el hospital de Salamanca, en concreto, además de cubrir Salamanca, da servicios a Zamora y Extremadura, y por tanto existe una gran dispersión de pacientes y el número de farmacias a cubrir es muy grande. Probablemente la idea tendría que ser al revés. De hecho, Avilés ha sido la localidad que mejor ha funcionado, ya que había una proporción mayor de farmacias que tenían como referencia ese hospital.
P. Encarna Cruz, directora general de Cartera Básica de Servicios del SNS, se mostró favorable a estudiar un servicio de este tipo para su inclusión dentro de la cartera básica del SNS. ¿Cómo lo valora?
R. A pesar de que la muestra que teníamos era muy pequeña, solo se han registrado 120 pacientes, el 88% presentaban discrepancias en su medicación. Esto quiere decir, que se ha demostrado que existe un riesgo muy importante de cometer errores de medicación en las transiciones asistenciales. Parece evidente que es necesario el servicio de conciliación, es necesario que alguien realmente controle los tratamientos en estas transiciones asistenciales, por lo que me parece ideal.
P. ¿Un 88% con discrepancias?
R. Que el 88% de los pacientes tengan discrepancias, no quiere decir que parezca un gran problema. Hemos encontrado que una cuarta parte de estas discrepancias necesitaban aclaración con el médico prescriptor y dentro de ellas un tercio eran errores de medicación, estas sí que podían haber tenido consecuencias importantes para la salud. Por ello, es un servicio que realmente tiene un impacto importante en lo que a la seguridad del paciente se refiere. Según la bibliografía, la mitad de los errores están relacionados con los cambios en el tratamiento en las transiciones asistenciales.
P. Por tanto, ¿se podría considerar como una herramienta de seguridad?
R.- De hecho, la seguridad del paciente, no deja de ser un índice de calidad del sistema sanitario. Ahora mismo, todos los gerentes de hospital tienen entre sus objetivos para los próximos años, el servicio de conciliación, por lo que, el que estudien implantarlo como un servicio básico de salud me parece muy importante. Supongo que hemos llegado al momento de empezar a trabajar para poner en marcha el estudio.