El Colegio Oficial de Enfermería de Madrid (Codem) va a iniciar una “campaña de oposición” con una serie de acciones para protestar contra el Proyecto de Ley de Farmacia de Madrid que supone, según ellos, “una invasión y una vulneración de competencias también en materia de ejercicio de las profesiones sanitarias tituladas”.
De este modo responden a la aprobación por parte del Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid del Proyecto de Ley de Farmacia de la región, que ha incluido dentro de las competencias de los farmacéuticos comunitarios la atención farmacéutica domiciliaria.
Para el Codem, el texto supone “una agresión flagrante contra las competencias profesionales de las enfermeras atribuidas por la legislación estatal, ya que permitirá que las boticas y sus profesionales presten atención sanitaria”. Además, los enfermeros aseguran que el proyecto “invade las competencias del Estado tanto en materia de ejercicio de las profesiones sanitarias tituladas como en materia de ordenación de las prestaciones sanitarias”.
Entre las acciones que han anunciado que tomarán, la primera medida será reunirse, con carácter urgente, con el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, al que transmitirán su “absoluto desacuerdo” con el texto. Los enfermeros adelantan que le recordarán las alegaciones presentadas el pasado 7 de febrero y que “jamás tuvieron respuesta” por parte de la consejería.
Acciones con los grupos parlamentarios de la Asamblea
Otra de las medidas que iniciarán se refiere a los grupos parlamentarios de la Asamblea de Madrid. Han anunciado que les enviarán un escrito en el que expliquen “en qué consiste el conflicto y por qué se tendría que rechazar el texto”.
Además, iniciará los pasos para “construir un frente común de defensa de competencias” de todos los colegios profesionales perjudicados por el proyecto de ley y se pondrán en contacto con las diferentes asociaciones enfermeras y sociedades científicas afectados.
Para el Codem, uno de los dos objetivos declarados del proyecto (el de potenciar el papel asistencial de los establecimientos farmacéuticos y de sus profesionales como agentes de la salud) implica también una invasión de competencias estatales en materia sanitaria, farmacéutica y de regulación del ejercicio de las profesiones sanitarias.
Criticas al seguimiento farmacoterapéutico
Además, los enferemeros también rechazan que los farmacéuticos puedan realizar “actividades sanitarias de óptica, audioprótesis, ortopedia, análisis clínicos, nutrición y dietética” y que serán “dirigidas técnicamente por farmacéuticos de la plantilla de farmacia”. Del mismo modo, critican que se exponga en la norma que corresponde a las oficinas de farmacia hacer “seguimiento de la medicación en programas de adherencia de pacientes mayores, crónicos, polimedicados y dependientes” e “intervención en la mejora de la adherencia a los tratamientos”.
Para el Codem, “todas estas competencias son de carácter enfermero tal y como recoge la legislación estatal vigente y son las que el nuevo Proyecto invade de manera incuestionable”. Por ese motivo, consideran que el texto es “ un ataque a la esencia de la profesión enfermera y de sus competencias, y el Colegio no dudará en utilizar cuantas herramientas legales tenga a su alcance para defenderla”.
Por último, y tomando el mismo argumento que esgrime la Mesa de la Profesión Enfermera, el Codem considera “que este Proyecto de Ley supone una privatización de los servicios sanitarios y de la atención que reciben los ciudadanos por parte de enfermeras y médicos en sus centros de atención primaria, mostrándose por tanto en contra de esta iniciativa privatizadora”.