En 2019 se ha alcanzado una cifra redonda en la facturación de recetas al Sistema Nacional de Salud (SNS). La suma de prescripciones dispensadas a cargo de las comunidades autónomas, el Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa) y las mutualidades de funcionarios (Muface, Mugeju e Isfas) ha superado los mil millones. En concreto, se ha situado en 1.011 millones de recetas.
Esta cifra, no obstante, no es la mayor que se ha facturado al SNS en toda la historia. En 2011, se superó por poco el registro actual y se facturaron un total de 1.015 millones de recetas y la cifra continuó creciendo durante los primeros meses de 2012 hasta que entró en vigor la modificación del copago. En junio de ese año se produjo el récord de facturación en doce meses: 1.027 millones de rectas. No obstante, con la entrada en vigor de la modificación del copago, en un año se registró una caída de 140 millones de recetas anuales que, ahora, ocho años después, se han recuperado.
Desde marzo del año pasado el Ministerio de Sanidad ha venido publicando los datos mensuales de facturación por recetas no solo de las comunidades autónomas e Ingesa, como era habitual, sino también de las mutualidades de funcionarios. Por ese motivo, es ahora cuando es posible analizar el impacto total de la prestación farmacéutica del SNS en las oficinas de farmacia.
Gasto medio por receta
De los datos correspondientes al cierre de 2019, cabe señalar que el 3,93 % de las recetas correspondieron a las mutualidades de funcionarios, mientras que en lo que se refiere al gasto alcanzaron el 3,99% del total. A este respecto cabe señalar que el gasto medio en las mutualidades fue de 11,29 euros frente a los 11,11 euros de la facturación a comunidades autónomas e Ingesa. Esta situación es paradójica puesto que los pensionistas de estas mutualidades mantienen un copago del 30% y, por tanto, sería lógico que la parte pública que se recoge en las cifras de gasto fuera inferior. Solo hay dos razones que puedan dar respuesta a esta situación: o el menor copago de los funcionarios activos (30% frente a 40, 50 o 60%) compensa el mayor copago de los pensionistas mutualistas o, lo más probable, que se prescriben medicamentos más caros.
En relación con el gasto medio por receta también es significativo que a lo largo de 2019 se haya reducido en un 1,06% en el caso de las mutualidades, mientras que en CCAA e Ingesa creció un 0,28%. El gasto medio por receta de las mutualidades en Navarra ha sido la mayor cifra registrada en el SNS con 12,75 euros por prescripción, si bien es la región con menos beneficiarios de mutualidades. Por su parte, el gasto medio más bajo corresponde a la comunidad de Andalucía, con 10,52 euros.
En lo que se refiere al gasto registrado en 2019, este alcanzó los 11.242 millones de euros. Cifra que se encuentra muy por debajo de la registrada al cierre de 2011, cuando llegó a 11.608 millones y mucho más del récord de facturación que se registró en los doce meses previos a junio de 2010, cuando la cuantía que el SNS destinó a receta médica llegó a 13.222 millones, 1.980 menos (-15%) que en la actualidad.
