En 2023 se alcanzó una facturación de recetas para toda España ligeramente superior a la registrada en 2009, 14 años atrás. Sin embargo, esta circunstancia no es homogénea entre las diferentes comunidades autónomas. Algunas alcanzaron esa meta en 2019, como fue el caso de Baleares, mientras que otras, como Galicia, Navarra, Comunidad Valenciana y País Vasco, aún hoy se mantienen por debajo de las cifras de facturación de 2007. El caso del País Vasco es particular, ya que se encuentra en cifras similares a las registradas en 2006, cuando las farmacias facturaron 509 millones de euros al SNS, mientras que en el último ejercicio la cifra alcanzó los 518,7 millones, solo un 1,5% más.
Así se concluye en un análisis elaborado por Diariofarma, basado en los datos publicados por el Ministerio de Sanidad sobre el gasto farmacéutico a través de recetas por las distintas comunidades autónomas, comparando la inversión realizada durante 2023 con los años previos.
Tomando como base de comparación a 2009, cabe destacar que los mayores incrementos se han observado en Baleares (22,7% de incremento del gasto); Madrid (16,9%); Cantabria (13,7%) y Murcia (12,9%).
En cada uno de los casos, la evolución puede responder a diferentes justificaciones, pero en todas ellas, el incremento de recetas es la causa principal, puesto que el gasto medio por receta se ha reducido en todos los casos hasta cifras históricamente bajas, según los registros del Ministerio de Sanidad, que no se encuentran en los registros que recopilan datos desde 2003. Es decir, en todas las comunidades autónomas el gasto medio por receta actual es inferior al registrado hace 20 años, a pesar de que el Índice de Precios al Consumo (IPC) ha crecido en este periodo un 57,1%, según el Instituto Nacional de Estadística.
Si nos fijamos en el gasto anual per cápita en medicamentos de receta, resulta que el dato de 2023 es prácticamente igual que el de 2009 (267,5 euros frente a 268,5). Sin embargo, el comportamiento de las distintas comunidades autónomas ha sido muy diferente, ya que hay algunas con reducciones muy significativas, del entorno o superiores al 10%, como es el caso de Cataluña, Navarra o País Vasco; mientras que hay otras, como Andalucía o Madrid, con incrementos del 10%, que han sido superados por Baleares o Cantabria, rozando el 15% de incremento.
El comportamiento de cada comunidad autónoma obedece, por un lado, a causas demográficas, con incremento o reducción de población total, así como específicamente de personas mayores, algo en lo que la pandemia de la covid-19 ha influido, especialmente en los mayores de 80 años. También es necesaria la existencia de otros factores de gestión que expliquen tanto las diferencias entre regiones como el comportamiento de cada una a lo largo del tiempo.
Evolución por CCAA
Baleares, con un incremento de gasto respecto a 2009 del 22,7%, debe esta evolución al crecimiento de un 43,8% en su número de recetas facturadas, mientras que el gasto medio de cada una bajó un 16,7%. Entre las causas que han provocado su 'liderazgo' se encuentra que es la comunidad autónoma en la que más ha crecido la población: un 7,1% entre 2009 y 2021. A pesar de ello, el incremento de recetas per cápita se encuentra también entre las tres primeras comunidades autónomas, al pasar de 14,2 a 19,1 prescripciones anuales por habitante, un 34,3% más. No le ha ayudado el hecho de ser una de las comunidades menos envejecidas, con solo un 16,5% de población mayor de 65 años y un 4,3% de mayores de 80 años, y que su evolución en estos parámetros entre 2009 y 2023 esté en la media para 65 años y bastante por debajo para los 80 años. En cualquier caso, se mantiene como la tercera comunidad con menor gasto anual por habitante.
Otro caso relevante es el de Canarias, donde el número de recetas creció un 40,2% pero su gasto facturado solo lo hizo en un 11,7%, gracias a que el gasto medio cayó un 20,3% al pasar de 13,96 a 11,12 euros por prescripción. El factor que ha dirigido el cambio de perfil es el número de recetas per cápita, que pasó de 19,4 a 26,3 (35,8% de incremento), lo que podría deberse, más allá del 3,3% de incremento de población, duplicando a la media, a un crecimiento del 58,4% en la proporción de población mayor de 80 años, que pasó del 2,81% de la población, la más baja de España, a un 4,54%. Igualmente, su incremento de población mayor de 65 años también es la mayor del país, con un 36,5% más. Ser una región que por su clima puede ser elegida para el retiro de los mayores, pero también una que sufrió la pandemia de forma más leve ha podido influir en esta evolución.
Cantabria, a pesar de haber perdido población en este periodo, y que se encuentra entre las que menos incremento de población mayor de 80 años ha tenido, es la región con un mayor incremento de recetas per cápita y la tercera en crecimiento total del número de recetas.
Madrid también destaca como una de las que mayor crecimiento en el gasto ha tenido, situándose en segunda posición. En este caso, el crecimiento de su población, un 5,7%, y ser, después de Canarias, la segunda comunidad donde los mayores de 80 años han ganado más proporción, parece ser que es lo que ha guiado su comportamiento. En esta comunidad, el número de recetas per cápita ha crecido un 29,1%, bastante por encima de la media nacional, aunque es la región que registra un menor gasto per cápita en medicamentos de farmacia: 228,22 euros por habitante.
El caso de Extremadura también es significativo al ser la región con mayor gasto per cápita anual, con 355,8 euros, un 32% por encima de la media nacional que se encuentra en 268 euros. En 2009 ya era la segunda de las regiones con mayor gasto, pero al contrario de las que le acompañaban (Galicia y Asturias, principalmente), ha mantenido un crecimiento en este parámetro. Además, es necesario destacar que la evolución del envejecimiento no ha sido peor que la media nacional, aunque es una comunidad ligeramente más envejecida que la totalidad de España.
Menor crecimiento del gasto farmacéutico
Revisando ahora las comunidades en las que el crecimiento ha sido menor, es de destacar el caso del País Vasco, donde su factura actual es un 11,9% inferior a la de 2009, registrando un incremento en el número de recetas del 8,3%, pese a su incremento poblacional del 1,9%. La reducción del precio medio por receta en un 18,7% y uno de los incrementos más bajos en número de recetas per cápita explican que sea la tercera comunidad con un gasto per cápita anual en medicamentos de oficina de farmacia: 233,41 euros (un 13,6% menos que en 2009).
Galicia, donde la factura es actualmente un 10% inferior a la que registró en 2009, aunque se trata de una de las regiones con mayor envejecimiento. La pérdida de un 3,6% de población puede explicar en gran parte la situación, pero la bajada en un 21,3% en el coste por prescripción parece determinante para el comportamiento observado.
Por su parte, Cataluña es la comunidad en la que menos ha crecido el número de recetas tanto totales como per cápita, a pesar de que ha tenido un incremento de población superior a la media. Este comportamiento ha resultado en una reducción de su gasto respecto a 2009 en un 5,8%.