Las entidades promotoras del Foro de Atención Farmacéutica en Farmacia Comunitaria han presentado en Madrid una nueva edición de la 'Guía práctica para los servicios profesionales farmacéuticos asistenciales en farmacia comunitaria', que incluye como principales novedades la definición y protocolización de los servicios de conciliación y de adherencia, y que además incorpora una serie de indicadores con los que medir el valor de las intervenciones asistenciales que realizan las oficinas de farmacia.
Sobre el valor de la Guía habló Fernando Martínez, director de la Cátedra de Atención Farmacéutica de la Universidad de Granada, quien destacó el hecho de que sea una obra en la que trabajan conjuntamente "la profesión, sociedades científicas y la Universidad". El hecho de que el texto sea fruto del consenso entre organizaciones y profesionales fue destacada también por el presidente del CGCOF, Jesús Aguilar, y el de Sefac, Jesús Gómez.
Martínez puso en valor, ya en el plano de la utilidad, su contribución a la "definición, establecimiento de objetivos y protocolización" de los servicios profesionales, incluyendo "la evaluación/medición de su impacto". Por su parte, Mercé Martí, vicepresidenta de Pharmaceutical Care, señaló que la obra contiene "el diseño de nuevos estándares profesionales, que definen qué es lo que el profesional debe hacer y lo que se considera aceptable, para lo que se requieren unas competencias". Enrique Ordieres, presidente de Laboratorios Cinfa, que colabora con la iniciativa, opinó que debería ser "el libro de cabecera para que las 22.000 farmacias puedan aportar valor".
Volviendo a la importancia de la medición del impacto de las intervenciones, a la que se refería Martínez, éste recordó que ya se hecho con servicios como el de seguimiento farmacoterapéutico o el de adherencia, y opinó que solo así se puede demostrar "que los resultados de la aplicación de estos servicios son coste-efectivos y contribuyen a la sostenibilidad del sistema".
Y para poder medir, hay que registrar. De ahí la importancia que está adquiriendo Nodofarma Asistencial, de cuya evolución habló la secretaria del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF), Raquel Martínez. Ésta informó del estado del piloto en Teruel, al que se han adherido 65 farmacias, y que "se va a extender próximamente a toda la comunidad autónoma de Aragón".
Hasta ahora, los registros realizados tenían que ver con el servicio de dispensación, y se quiere incluir también el de indicación. Y la idea es, a partir de mayo, sumar a éstos el de adherencia, con la extensión del proyecto, probablemente, a Castilla-La Mancha y Galicia.
La pelota, en el tejado de la Administración
El fin último del desarrollo de toda esta infraestructura para generar experiencias y conocimiento sobre el potencial de la farmacia asistencial es convencer a la Administración de que aproveche sus recursos. Aguilar subrayó, a este respecto, que ellos se dedican "a trabajar para poner los servicios a disposición de las administraciones para que puedan ser implantadas en colaboración con otras profesiones". No obstante, puso la pelota está en el tejado de éstas: "Hay pasos que deben dar las administraciones. Si no contamos con ese empuje y empeño por parte de la Administración, nosotros podremos seguir avanzando, pero no al ritmo que demanda la población".
Entre las barreras para la implantación de los servicios profesionales situó, por un lado, los continuos cambios ministeriales producidos en los últimos tiempos, así como la existencia de "un país de 17 países, cada uno con una manera de entender las cosas, que hace que las cosas vayan a distinta velocidad".
Por su parte, Jesús Gómez suscribió las palabras de Aguilar en lo que respecta a la necesidad de que el desarrollo de los servicios profesionales se haga contando con el resto de las profesiones sanitarias, y fue más allá de los servicios previamente mencionados, para reivindicar el reconocimiento del servicio de atención domiciliaria: "¿Cuándo se va a reconocer? El paciente tiene un centro sanitario a 200 metros de su casa. No queremos hacer labor social, ni médica. Pero hay actividades relacionadas con el medicamento, como el seguimiento, la revisión del botiquín, que terminarán incluidas en la cartera de servicios. Hasta que eso ocurra, a nosotros nadie nos va a impedir hacerlo".