La Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (Sefac) ha manifestado, en relación con la crisis de salud pública existente en España por la proliferación del coronavirus, su total disposición, desde su vertiente clínica y científica, a colaborar con las autoridades sanitarias, así como con el resto de profesionales y agentes sanitarios, para contener la pandemia.
También ha anunciado su decisión de aplazar la celebración de su IX congreso nacional, que tenía previsto celebrarse en Bilbao del 21 al 23 de mayo y que pasará a celebrarse del 26 al 28 noviembre, para contribuir a la prevención de la difusión del virus, y en línea con lo que han hecho otras instituciones sanitarias.
Además de esto, Sefac ha aprovechado el comunicado para destacar aquellas áreas donde considera que, dada la necesidad de aplicar medidas intensivas de detección temprana, contención y tratamiento de los contagios, "las farmacias comunitarias y sus profesionales podrían ser mucho mejor empleados de lo que lo están siendo hasta ahora".
Así, opinan, "los farmacéuticos comunitarios pueden contribuir a facilitar la detección de pacientes sospechosos de padecer la infección, así como a la disminución de la carga asistencial soportada por los centros sanitarios". Para ello, deberían ser incluidos, según la Sociedad, en las estrategias y protocolos de abastecimiento, prevención, detección, derivación y tratamiento de síntomas de las infecciones por COVID-19, siempre en coordinación con el resto de las estructuras asistenciales de los servicios de salud de las comunidades autónomas.
Más concretamente, defienden su participación en la campaña sanitaria de prevención, potestad que tienen reconocida por la Ley 16/1997 de regulación de servicios de las oficinas de farmacia. Aspectos en los que podrían incidir son, según Sefac, las medidas de higiene personal y superficies, el fomento de la prevención en personas asintomáticas con menor conciencia de riesgo (población joven, adolescentes, niños…), el reconocimiento de síntomas e indicaciones para pacientes de riesgo (crónicos, con patologías, edad avanzada…), la utilidad e indicación de materiales y equipamientos de prevención, o la concienciación e información sobre bulos y fake news.
Participación en el cribado
También le asignan un papel valioso a la farmacia en el cribado sistemático de casos sospechosos de padecer la infección por coronavirus. En este sentido, Sefac se ofrece a elaborar, junto a otras sociedades científicas médicas y en colaboración con el Ministerio de Sanidad, protocolos para la de detección de casos sospechosos de infección del coronavirus para aplicarlos en las farmacias comunitarias. Posteriormente, las comunidades autónomas deberían establecer, en colaboración con COF, el alcance de la participación de las farmacias comunitarias en dicho cribado para, en caso de encontrar pacientes sospechosos, derivarlos a los centros sanitarios pertinentes.
Asimismo, recuerdan que las farmacias pueden hacer indicación de tratamiento farmacológico y no farmacológico en síntomas menores, aliviando así la previsible saturación de los recursos sanitarios en caso de agravarse y prolongarse la pandemia. Sefac recuerdan que existen actualmente 31 protocolos para la atención de síntomas menores consensuados con Semfyc y Semergen.
Otro ámbito de actuación para las farmacias está, según Sefac, en la distribución de medicamentos y productos sanitarios. Recuerdan, a este respecto, que son responsables de la adquisición, custodia, conservación y dispensación de los medicamentos y productos sanitarios, la elaboración de fórmulas magistrales y preparados oficinales. "En caso necesario, el alto grado de cobertura, accesibilidad y horario de las farmacias comunitarias permitiría de forma rápida y segura la distribución tanto de medicamentos como de mascarillas, guantes y elementos de protección para evitar el contagio entre la población", indican. En lo que respecta a la formulación magistral, podrían contribuir, según Sefac, a la reducción de la propagación del virus mediante la elaboración de soluciones y geles hidroalcohólicos. Para ello, no obstante, es importante también que se garantice el abastecimiento de las farmacias durante la crisis pandémica.
En cuanto a los centros sociosanitarios, los farmacéuticos comunitarios podrían encargarse de la elaboración de protocolos para mejorar la prevención de la infección en ancianos y en los trabajadores de los centros sociosanitarios.
La posibilidad de hacer envíos a domicilio
También en el caso de los pacientes incapacitados para acudir por sí mismos a las farmacias comunitarias o bien aquellos pacientes cuyo contagio por el COVID-19 pueda suponer un grave riesgo para su salud debido a su estado de fragilidad, comorbilidades, etc., las farmacias comunitarias podrían hacerles llegar de forma protocolizada por la Administración sanitaria y en colaboración con el resto de profesionales sanitarios que llevan a cabo esta asistencia sanitaria, aquellos medicamentos y productos sanitarios que necesitan para su salud, así como el control y gestión de los mismos si fuere necesario, como ocurre con los que se dispensan a través de Sistemas Personalizados de Dosificación o Reacondicionamiento (SPD).
Sefac concluye subrayando que, para contribuir eficazmente a la asistencia sanitaria de la población, es preciso que el propio personal sanitario de las farmacias comunitarias siga las últimas recomendaciones para la infección por coronavirus COVID-19 en los profesionales sanitarios publicadas por el Ministerio de Sanidad, así como que sigan el Procedimiento de actuación en la farmacia comunitaria en casos de infección por COVID-19 establecido por el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos.
Nicolas Gonzalez Casares: