La SEFH propone un marco para consolidar la telefarmacia una vez pasada la pandemia

La Sociedad Española de Farmacia (SEFH) ha presentado el ‘Documento de posicionamiento de telefarmacia’, en el que defienden un modelo de atención farmacéutica al paciente fuera del hospital.

La Sociedad Española de Farmacia (SEFH) ha presentado el ‘Documento de posicionamiento de telefarmacia’, en el que defienden un modelo de atención farmacéutica al paciente fuera del hospital, incluyendo, principalmente, cuatro actuaciones: seguimiento farmacoterapéutico, información y formación a pacientes y cuidadores, coordinación con el equipo multidisciplinar y dispensación y entrega informada.

En esta línea, defienden una serie de aspectos a tener en cuenta para implantar este tipo de sistemas. El primero de ellos tiene que ver con la necesidad de disponer de un Procedimiento Normalizado de Trabajo (PNT) que cuente con la aprobación de la Dirección del centro hospitalario y/o del
responsable de la Consejería Autonómica de Salud. También deberá ser coordinado por un equipo multidisciplinar, con las funciones bien establecidas.

En cuanto al perfil de pacientes candidatos a beneficiarse de este tipo de programas, la SEFH recomienda "no restringir por patologías ni medicamentos, sino según las necesidades individuales, desde el punto de vista clínico, farmacoterapéutico y de situación personal". Aspectos como la autonomía, la capacidad tecnológica, el riesgo de exclusión social, o la preferencia del propio paciente deben tenerse muy en cuenta.

Otra cuestión importante sería la de incorporar los datos que se vayan generando a la historia clínica electrónica, de manera que pueda servir tanto para la valoración del paciente, como para la gestión administrativa y la emisión de recomendaciones e indicaciones por parte del FH. La coordinación multidisciplinar puede ser fomentada con esa conexión de las herramientas de telefarmacia y los sistemas de información del hospital, como la historia clínica.

En cuanto a los ámbitos de actuación antes descritos, consideran que, en relación con el seguimiento farmacoterapéutico, la telefarmacia puede contribuir a garantizar los objetivos clínicos. A través de esta vía se podría proceder, dicen, a "la reestratificación de la prioridad del paciente y su idoneidad para el seguimiento telemático, la adecuación de los tratamientos
prescritos, la comprensión de los mismos por parte del paciente, el seguimiento de su adherencia y la comunicación con el resto del equipo sanitario en caso de no alcanzarse los objetivos farmacoterapéuticos preestablecidos". La bidireccionalidad, es decir, que el paciente pueda ponerse en contacto con el servicio de Farmacia, puede ser una de las claves del éxito.

Siguiendo con esto, consideran que la telefarmacia es una herramienta idónea para la difusión de información y conocimientos, a través, por ejemplo, de plataformas de e-learning. Según la SEFH, esto puede suponer "una oportunidad para optimizar tiempo y recursos a los sanitarios". Más allá de eso, consideran que la incorporación de determinadas soluciones tecnológicas podría ayudar también a conocer los datos reportados por pacientes respecto a su salud. "Ello permitirá rediseñar las estrategias de seguimiento y monitorización de manera individualizada", estiman.

Finalmente, en lo que se refiere a la dispensación y entrega informada, que ha proliferado de forma espectacular durante la pandemia, proponen que sea obligatorio, junto al envío de la medicación, la realización de teleconsulta por parte del especialista en Farmacia Hospitalaria, con los objetivos establecidos para el seguimiento farmacoterapéutico individualizado para cada paciente y con registro en la historia clínica. Y todo ello, garantizando confidencialidad, consentimiento, seguridad y trazabilidad de todo el procedimiento de envío, custodia, conservación, entrega y recepción.

Requisitos para implantar sistemas de telefarmacia

La implantación de sistemas de telefarmacia debería ir acompañada, según la SEFH, de los convenientes estudios para monitorizar su funcionamiento, para evaluar su calidad, su efectividad y la eficiencia que generan. También requerirán el desarrollo de planes de formación que se extiendan a todos los agentes implicados, desde los FH, a los médicos, personal de Enfermería y los propios pacientes; una dotación de recursos humanos adecuada a las demandas, así como dispositivos que garanticen la seguridad, la confidencialidad y la protección de datos.

Entre los retos para su implantación de forma ordinaria, la SEFH considera
"necesario y urgente que a nivel estatal y autonómico se dote de un marco jurídico sólido, claro, que esté adaptado a las necesidades de los pacientes y a la realidad del entorno sanitario actual en esta materia". A día de hoy, solo Comunidad Valenciana y Galicia contaría con directrices claras en ese sentido. Y más allá del cumplimiento de la normativa específica, los servicios de Farmacia tendrán que considerar también las normas relativas a la documentación clínica y autonomía del paciente, así como las relativas a la privacidad y la protección de datos, entre otras. Se da por sentado que los sistemas tendrán que ajustarse a los estándares éticos y deontológicos más básicos, que priman el beneficio del paciente sobre todas las cosas.

Presentado el documento, la presidenta de la SEFH, Olga Delgado, ha opinado que, pese a los múltiples retos que plantea, "la telefarmacia ha llegado para quedarse". En el documento se plantea como una actividad "plenamente justificada", siempre dentro de los parámetros de calidad, seguridad, legalidad y ética sanitaria.

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