La Sociedad Española de Farmacéuticos de Atención Primaria (Sefap) ha aprovechado la conmemoración del Día del Farmacéutico para emitit un documento titulado: 'Posicionamiento SEFAP en la Atención Farmacéutica en Centros Sociosanitarios', en el que reivindican la necesidad de implementar la atención farmacéutica (AF) en estos centros, incluyendo tanto actividades de gestión y control del medicamento, como actividades dirigidas a la atención de las personas y soporte a los profesionales.
Raquel Prieto y Amelia Troncoso, coordinadoras del documento, consideran que, teniendo en cuenta que la atención sanitaria de las personas que viven en estos centros tiene como eje la Atención Primaria (AP), los farmacéuticos de este nivel asistencial son los que están "en mejor posición y más capacitados" para llevar a cabo las actividades estipuladas en el Documento Marco para el Desarrollo de la Atención Primaria y Comunitaria elaborado por el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, las cuales estarían recogidas en el documento.
“A medida que crece la complejidad en los tratamientos farmacológicos de las personas que viven en centros sociosanitarios, se justifica que el FAP se integre dentro del equipo multidisciplinar que atiende a estas personas, para desarrollar un modelo de atención farmacéutica personalizado como el que propone Sefap", apuntan, y señalan que esto puede contribuir a "identificar y gestionar los problemas relacionados con el uso de medicamentos, mejorar la efectividad de los tratamientos y, en consecuencia, mejorar los resultados en salud y la calidad de vida de estas personas".
Desde Sefap lamentan que actualmente "existe una alta variabilidad" entre comunidades autónomas, en lo que respecta a las actividades realizadas por el farmacéutico en los centros sociosanitarios, en la cartera de servicios ofrecida y en la definición del propio modelo de atención farmacéutica, la cual repercute, opinan, "en los resultados en salud, la seguridad en la utilización de medicamentos y la calidad de vida de estas personas". De ahí que las autoras consideren necesario definir ese modelo de atención farmacéutica.
El objetivo de dicho modelo debe ser avanzar hacia una prescripción de medicamentos efectiva, segura y eficiente, a través de una atención farmacéutica personalizada, que favorezca la obtención de mejores resultados en salud de las personas que viven en CCSS y que se ajuste a sus necesidades y expectativas, así como a las de los profesionales. Solicitan "que la provisión de medicamentos también puedan realizarla los servicios de Farmacia de Atención Primaria, aunque sin excluir a los servicios de Farmacia de hospital o los sociosanitarios, ni tampoco a la farmacia comunitaria, ya que las características de cada región son muy diversas", reconocen.
La implementación del modelo implicaría también cambios organizativos, que van desde la provisión directa de medicamentos, productos dietoterápicos y productos sanitarios a los centros sociosanitarios, hasta el desarrollo de actividades clínicas y asistenciales y de actividades vinculadas a la gestión del conocimiento de soporte a los profesionales sanitarios del ámbito sociosanitario. Para ello, reclaman un nuevo marco normativo que reconozca estas realidades.
También reivindican la necesidad de definir las competencias que debe tener el farmacéutico de Atención Primaria para poder llevar a cabo este modelo, entre las que destacan las actividades de adquisición, custodia, conservación, dispensación y distribución de medicamentos, productos dietoterápicos y productos sanitarios; actividades clínicas y asistenciales vinculadas a la cadena terapéutica, y actividades de gestión del conocimiento, dirigidas a proporcionar el conocimiento general y útil en estos ámbitos.
Nicolas Gonzalez Casares: