La situación de emergencia sanitaria declarada en marzo del 2020 ha supuesto un antes y un después para los más de 2.000 farmacéuticos colegiados que desarrollan su labor en el ámbito hospitalario.
A través de una nota, el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF) indica que, el último paso en esta dirección ha sido la activa participación de los Servicios de Farmacia Hospitalaria en el proceso de vacunación frente a la covid-19, “trabajando coordinadamente con los equipos de atención a centros sociosanitarios y los equipos de Prevención de Riesgos Laborales de los centros sanitarios”.
Está participación está siendo “muy activa” debido a que numerosos Servicios de Farmacia Hospitalaria han participado en la preparación de las dosis de vacunas listas para administrar, cumpliendo todos los requisitos especiales para su manipulación.
Hay que tener en cuenta que las vacunas disponibles en este momento -Pfizer-BIoNTech y Moderna- se presentan en viales multidosis y tienen diferentes requisitos de conservación, preparación y administración. Todas estas circunstancias hacen que los farmacéuticos hospitalarios “estén extremando todas las medidas de seguridad en todos puntos del proceso para reducir al mínimo los riesgos”.
Con ese fin, explica el CGCOF se han elaborado protocolos sobre el manejo de vacunas que incluyen las instrucciones para su almacenaje, preparación y administración, junto a un procedimiento de emergencia en caso de que la persona vacunada sufra una reacción adversa.
Además, indica, se ha proporcionado recomendaciones e información sobre posibles contraindicaciones y precauciones en las personas a vacunar; se han elaborado protocolos para la prescripción y registro de los pacientes vacunados y se ha informado a los profesionales sanitarios sobre cómo vigilar y notificar acontecimientos adversos tras la vacunación al sistema Español de Farmacovigilancia. Por otra parte, a las personas a vacunar se les ofrece información sobre los beneficios y potenciales riesgos de la vacunación, así como los efectos adversos más frecuentes.
Para la vocal nacional de Farmacia Hospitalaria del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, Ana Herranz, “la pandemia por coronavirus ha exigido a los Servicios de Farmacia Hospitalaria un replanteamiento radical y un notable incremento de sus actividades”.
Entre esas prioridades se incluye garantizar el aprovisionamiento de medicamentos específicos de covid-19 “en una situación de desabastecimiento del mercado farmacéutico; o acondicionar y preparar los fármacos para una dispensación lista para su uso en todas las unidades que atendían pacientes covid”.
Además, los Servicios de Farmacia Hospitalaria incrementaron la atención continuada, reforzando la presencia de farmacéuticos y técnicos según el tamaño y necesidades de cada hospital.
Simultáneamente, los Servicios de Farmacia colaboran, junto con el grupo de expertos Covid-19 de cada hospital, en la protocolización y actualización constante de las guías de tratamiento, incorporando nuevas opciones terapéuticas conforme a la mejor evidencia científica disponible y monitorizando la efectividad y seguridad de los tratamientos experimentales utilizados.
Los farmacéuticos hospitalarios también han trabajado en incorporar información relevante sobre la seguridad de los tratamientos en los protocolos de actuación dirigidos a personal médico y de enfermería, así como alertas clínicas sobre potenciales interacciones farmacológicas.
Y toda esta actividad se ha desarrollado manteniendo la atención a los pacientes crónicos que recogen la medicación en los Servicios de Farmacia Hospitalaria, incrementando las consultas telemáticas de atención farmacéutica y realizando, según Comunidades Autónomas, envíos de medicación al domicilio del paciente o su farmacia comunitaria más cercana.