“Nos hubiese gustado logar esos consensos y construir de una forma más pausada determinados elementos, pero la pandemia nos ha hecho trabajar así”. Así se ha manifestado el secretario general de Salud Digital, Juan Fernando Muñoz Montalvo, quien reconoce que no siempre la coordinación y el intercambio de información entre el Ministerio de Sanidad y las CC.AA. fue siempre plena.
Muñoz Montalvo realizaba estas valoraciones durante la comparecencia que este martes ha realizado ante la Comisión de Investigación relativa a la gestión de las vacunas y el Plan de Vacunación del Congreso de los Diputados.
El responsable de salud digital comparaba la gestión de la pandemia con que “hemos tenido que construir aviones en vuelo”, para indicar que ello justifica que “no hayamos podido dedicar todo el tiempo que nos hubiera gustado a lograr esos consensos”.
El Ministerio no siempre tomó sus decisiones con el apoyo de las CC.AA. e incluso en algunas ocasiones sin su conocimiento. “Nos hubiera gustado haber dado más información”, asegura, pero “no siempre fue posible”.
A pesar de ello, también asegura que “ha habido una colaboración magnífica desde todas las CC.AA. en todas las posiciones”. En ese sentido, "todas las personas que han participado de las comunidades autónomas han estado absolutamente involucradas" y por ello considera que la gestión que se ha llevado a cabo, “ha sido un éxito enorme de trabajo y esfuerzo".
En su valoración sobre el Plan de Vacunación, el secretario general asegura que “ha sido un éxito reconocido a nivel internacional”, e igualmente ha considerado que ello se ha debido al “compromiso permanente” de los profesionales y a “la actitud” del conjunto de la sociedad española.
En su valoración ha destacado que el Plan de vacunación se gestó en tres etapas: Alcanzar el 70% de la población vacunada; la vacunación masiva, y la tercera, en la que el Plan está inmerso actualmente, que incluye la primovacunación y las dosis de refuerzo.
Falta de solidaridad
En la jornada de este martes también ha comparecido ante la Comisión la directora ejecutiva de la Fundación Salud por Derecho, Vanessa López García. Lejos de plantear la valoración que su organización realiza sobre el plan de vacunación, López ha centrado su intervención en destacar la “desigualdad insoportable” que existe entre los países desarrollados y los de bajos ingresos, donde, según ha asegurado “apenas el 10 por ciento de la población tiene la pauta completa”.
La razón de esta desigualdad, López García la atribuye a una “actitud de acaparamiento por parte de los países ricos”. Según su opinión las donaciones que ha realizado España “no son suficientes”, si bien en su intervención no ha explicado cual el número adecuado de dosis que debería aportar nuestro país.
“Covax ha ido quedando como un instrumento marginal únicamente destinado a apoyar a los países pobres y no ha logrado los objetivos”, ya que las farmacéuticas “han priorizado la venta a países ricos porque podían venderlo a precios más elevados”, asegura.
Igualmente ha demandado que el mundo necesita “nuevas y mejores vacunas que tengan mayor capacidad”, así como medicamentos innovadores que junto a nuevas tecnologías sirvan para "lidiar con la enfermedad”.
También ha demandado que la agenda de investigación sobre la covid continúe, aunque indica que “necesitamos hacer las cosas de un modo diferente".
La directora ejecutiva ha indicado que las vacunas se han financiado con un “cheque en blanco” a la industria farmacéutica y sin crearse condiciones para “fijar un precio consensuado”. Finalmente ha manifestado que “es necesaria una exención temporal de las patentes de todas las tecnologías sanitarias que tengan que ver con la pandemia, además de compartir el conocimiento para que haya más productores de vacunas”.