Profesión

Anefp apuesta por la sostenibilidad en su Plan Estratégico 2023-24

Más de 200 profesionales del sector de autocuidado participan en la primera Green Week Selfcare de Anefp
De izquierda a derecha: Verónica Hernández (anefp), Jens Muñoz (Chiesi), Jaume Pey (anefp), Víctor Cañadas (Ferrer), Salvador Fabregat (Bayer) y Roberto Remedia (Aboca)

Más de 200 profesionales de las compañías asociadas y adheridas a la Asociación para el Autocuidado de la Salud (Anefp) han participado en la primera edición de la Green Week Selfcare, impulsada por su Comité de Responsabilidad Social Corporativa y Sostenibilidad, con el fin de conocer los principales retos y tendencias en materia de sostenibilidad dentro del sector del autocuidado.

“A lo largo de cinco sesiones, hemos hablado de legislación medioambiental, de ecodiseño o de reducción de la huella de carbono, temas todos ellos que plantean grandes retos al sector de autocuidado”, ha afirmado el director general de Anefp, Jaume Pey.

Pey ha subrayado el éxito de la primera edición de Green Week Selfcare, “tanto desde el punto de vista de la participación como desde la valoración de las sesiones”. Asimismo, el director general de Anefp ha avanzado que el próximo Plan Estratégico de anefp para el período 2023-24, que se aprobará en noviembre, incluirá a la sostenibilidad como uno de sus pilares básicos.

En la sesión final de la I Green Week Selfcare han participado representantes de cuatro compañías de autocuidado asociadas a anefp, Chiesi, Ferrer, Aboca y Bayer, que han compartido algunos ejemplos de buenas prácticas en materia de economía circular.

Jens Muñoz, Public Affairs Manager y Shared Value & Sustainability Business Partner de Chiesi España, ha explicado cómo en 2018 la compañía adoptó la figura legal de Benefit Corporation, reconocida en países como Estados Unidos, Italia y Francia. Recientemente en España se ha aprobado la figura jurídica de Sociedades de Beneficio e Interés Común.

“En Chiesi hemos pasado de un modelo clásico de RSC a adoptar un modelo de valor compartido, con el que perseguimos no solo el beneficio económico de la compañía, sino generar un impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente”, ha asegurado Jens.

Para ello, en 2019 el grupo Chiesi consiguió la certificación B Corp, que “certifica todo el modelo de negocio de la empresa y se fija en aspectos como la gobernanza, el bienestar de los trabajadores, el impacto sobre la comunidad, la gestión del impacto medioambiental y el valor que la compañía aporta a los clientes y consumidores directos”, apunta Jens Muñoz.

La certificación B Corp también ha sido adoptada por la compañía Ferrer, en todas las empresas del grupo y con un alcance global del certificado. “Para nosotros B Corp es una brújula que nos ayuda a poner foco en todo lo que hacemos, integrando en nuestro negocio una nueva forma de hacer las cosas”, explica Víctor Cañadas Molina, consultor de Sostenibilidad de Ferrer.

“En Ferrer no entendemos el negocio farmacéutico como un fin en sí mismo, sino como un medio para generar cambios sociales, reinvirtiendo en iniciativas con un impacto positivo en el medio ambiente, en la sociedad y en las personas. En 2021 destinamos un 60% de nuestros beneficios a este tipo de proyectos”, añade Cañadas.

La estrategia de negocio de Ferrer está basada en este propósito de ser una empresa con impacto positivo y en uno de sus ejes de actuación, denominado ‘Liveable Planet’. Ferrer ha establecido el objetivo de reducir sus emisiones directas de gases de efecto invernadero un 50% para 2030 y lograr que la compañía sea carbono positiva en 2050 mediante la reducción en un 90% de su huella de carbono e iniciativas de compensación y neutralización de las emisiones residuales.

Además, Ferrer promueve la economía circular mediante el uso de envases sostenibles, en línea con su programa de ‘Packaging for Good’, y de la reducción de los residuos generados en sus plantas. “A día de hoy, la tasa media de valorización de nuestros residuos es del 76% y dos de nuestras plantas ya valorizan más del 90%”, ha reconocido Víctor Cañadas.

Por su parte, Roberto Remedia, Impact & Sustainability Specialist del Grupo Aboca, compañía de autocuidado especializada en productos de origen natural, ha recordado que la compañía incluye en sus estatutos seis objetivos de beneficio común.

Entre ellos figuran la promoción de la salud y bienestar de las personas, la investigación y el desarrollo de complejos moleculares naturales, la creación de nuevos modelos de cadena productiva, el uso de prácticas respetuosas con el medio ambiente, el desarrollo cultural de las comunidades locales y la implantación de un ambiente de trabajo positivo.

“Aboca cuenta con la certificación B Corp desde 2019 y es una manera de unir el alma de la empresa con sus dos partes fundamentales: una, que busca la sostenibilidad económica y otra, que persigue un impacto positivo en las personas y el medio ambiente”, ha apuntado Remedia.

Por su parte, Salvador Fabregat, responsable de Sostenibilidad, Salud Laboral y Medio Ambiente de la sede corporativa de Bayer en Sant Joan Despí en Barcelona, ha destacado que el principal objetivo de la compañía en materia de sostenibilidad para el año 2030 es ser neutra en emisiones de carbono, un objetivo que ya se ha alcanzado en esta sede.

Asimismo, Fabregat ha destacado la importancia del ecodiseño dentro de la estrategia de economía circular de Bayer y del conjunto del sector del autocuidado. “El ecodiseño no requiere de grandes inversiones, pudiéndose obtener unos resultados sorprendentes en cuanto a la capacidad de reciclaje o reutilización de productos”, ha añadido Fabregat.

Por último, ha recordado que sin la implicación de los empleados y sin el acompañamiento de toda la cadena de valor es muy difícil cumplir los objetivos de sostenibilidad de las empresas de autocuidado.

Previamente a la sesión de clausura de la I Green Week Selfcare, María José Amores, ESG Senior Consultant Iberia de DNV, fundación noruega de verificación y certificación, ha explicado la importancia para la industria del autocuidado de medir su huella de carbono y reducir su impacto ambiental.

Amores ha indicado que cada vez más empresas miden su huella de carbono e implementan iniciativas para su reducción, mediante un plan de descarbonización como compromiso con la emergencia climática y apostando, cada vez más, por finanzas sostenibles, atendiendo las directrices de la Comisión Europea.

“Las empresas sostenibles son aquellas que crean valor económico, social y medioambiental a medio y largo plazo, son eficientes con el uso de la energía y con el aprovechamiento de los recursos, ofreciendo emisiones reducidas o neutras, y no impactan negativamente en el eje social ni en el de medio ambiente”, ha explicado la verificadora de DNV.

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