La Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, liderada por Fátima Matute, ha sido una de los departamentos más afectados por la reestructuración del Ejecutivo que este miércoles ha anunciado la presidenta Isabel Díaz Ayuso. El departamento sanitario aunará las dos viceconsejerías de la pasada legislatura, Asistencia Sanitaria y Salud Pública, que dirigía Fernando Prados y Gestión Económica, al frente de la cual estaba Pedro Irigoyen, en una sola, que se llamará viceconsejería de Sanidad, que asumirá las competencias de la dirección general del Sermas; al frente de ella estará Juan José Fernández.
Fernández era hasta ahora director general de Proceso Integrado, si bien ha desarrollado diversos puestos en los últimos años en la Consejería. El nuevo viceconsejero es licenciado en medicina y cirugía por la Universidad de Santiago de Compostela y especialista en Medicina Familiar y Comunitaria vía MIR y ha ocupado numerosos puestos tanto en la sanidad pública madrileña como en la privada.
El organigrama interno de Sanidad contará también con 10 direcciones generales cuatro de ellas vinculadas a la consejería propiamente y otras seis instaladas en el Sermas. El organigrama interno de Sanidad contará también con 10 direcciones generales cuatro de ellas vinculadas a la consejería propiamente y otras seis instaladas en el Sermas. El nuevo secretario general técnica de la Consejería de Sanidad será Joaquín Rubio Asenjo, licenciado en Derecho y especialista en Derecho y Economía de la Unión Europea por la Universidad de Valladolid, y que anteriormente era el SGT del Sermas-. Miguel Ángel Rodríguez será el responsable de Recursos Humanos y Carmen Rodríguez ocupará la dirección de Coordinación Sociosanitaria. Pilar Jimeno asumen la cartera de Inspección y Ordenación. Elena Andradas se mantiene al frente de Salud Pública y Victoria Buezas, anteriormente directora general de Adecuación y Supervisión Sanitaria, se hará cargo de Aseguramiento.
El ‘adelgazamiento’ de estructura que afecta al conjunto del Gobierno madrileño, según ha explicado este miércoles el consejero de Presidencia, Miguel Ángel García, la Comunidad ha reducido un 26% las viceconsejerías de la legislatura anterior y además ha decretado la desaparición de la empresa pública Madrid Activa y varias direcciones generales. La medida es calificada como una acción de austeridad, que según explica el Ejecutivo madrileño, supondrá un ahorro de 8 millones de euros.
El objetivo, según García es “buscar nuevos perfiles, los más adecuados para los retos de los próximos cuatro años”. El portavoz del Ejecutivo madrileño asegura que la estructura va a poder responder “con eficacia” y es “adecuada para prestar muy buen servicio a los madrileños y que la sanidad madrileña siga siendo la mejor sanidad de Europa”.