El Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría (CAV-AEP) considera que las decisiones de inclusión de las vacunas en el calendario de las sociedades avanzadas deben regirse por criterios de beneficio significativo para algunos niños, así como en función de la innovación y equidad y no por criterios exclusivamente economicistas. Con estas palabras, los pediatras valoran el contenido del estudio de Coste-efectividad de la vacunación sistemática frente a enfermedad meningocócica invasiva por serogrupo B en la infancia, elaborado por la Red de Agencias de Evaluación de Tecnologías Sanitarias y prestaciones (RedETS), en el que señalaban que no era coste-efectiva.
Además, desde el CAV-AEP han valorado positivamente la decisión que hace casi un año tomó el Ministerio de Sanidad a la hora de incorporar esta vacuna al calendario pese al informe farmacoeconómico contrario. “El CAV-AEP se congratula de la decisión adoptada por el Ministerio de Sanidad sobre la vacunación sistemática de los lactantes frente a la enfermedad meningocócica”, asegura en declaraciones realizadas a Diariofarma.
Según explican los pediatras, dado que nos encontramos ante una enfermedad de elevada gravedad, que afecta a los lactantes más pequeños, que es imprevisible y que no dispone de más herramienta de prevención que las vacunas, cualquier evaluación de vacunas capaces de prevenir la enfermedad meningocócica y la septicemia “no debe basarse en modelos antiguos y debe contemplar la evidencia de los datos pertenecientes a los estudios realizados por otros países y también en España, en los que se confirma que un programa vacunal sistemático puede aumentar la salud global de toda la población”.
El CAV-AEP recuerda que la meningitis puede producir la muerte del 10% de los niños que la padecen, por lo que, frente a una enfermedad tan devastadora, que además produce secuelas muy graves, es obligatorio “explorar no solamente el coste económico de la vacunación sistemática sino también a hacerlo desde una perspectiva de coste social de la enfermedad”.
Igualmente, señalan que las vacunas actualmente disponibles han demostrado en diferentes estudios su eficacia y seguridad, así como su efectividad una vez que se han aplicado a la población de forma sistemática. No obstante, son conscientes de que el resultado sobre la rentabilidad de las vacunas frente a la enfermedad meningocócica a través de un estudio de coste-efectividad “iba a ser no rentable a cualquier precio, dado que se trata de una enfermedad de baja incidencia, que podría encuadrarse dentro de las denominadas enfermedades raras”. Además, indican que estos modelos económicos utilizados para la evaluación de vacunas, diseñados para enfermedades de mayor prevalencia, no contemplan factores como la calidad de vida o las secuelas y, por tanto, “no estiman el impacto social que producen” estas enfermedades.
Nicolas Gonzalez Casares: