La consejera de Sanidad del País Vasco, Gotzone Sagardui ha asegurado que el presupuesto sanitario con que contará su departamento para 2023 suponen “un esfuerzo continuado cuyo objetivo, seguir reduciendo las listas de espera y la demora en la atención para volver a datos previos a la irrupción de la pandemia, y dentro de los umbrales que fija el decreto de garantía”.
Sagardui ha realizado estas manifestaciones durante la presentación del proyecto de presupuestos en el Parlamento vasco, donde ha hecho especial incidencia en que “la partida presupuestaria de 2024 supone rebasar el techo de los 2.200 euros por habitante, hasta llegar a 2.229 euros per cápita”. En este sentido, y en función de la población actual, Sagardui ha destacado que “volvemos a dar un salto cualitativo muy importante”. “Si el año pasado superamos la frontera de los 2.000 euros, este año sobrepasamos nada menos que los 2.200’, ha asegurado.
El Proyecto de Presupuestos del Departamento de Salud se incrementa con respecto a 2023 en 246,1 millones. Esto supone un 5,3% de incremento que se suma al 5,9% del año pasado. El presupuesto que presenta este año Salud se eleva así a los 4.896,6 millones de euros. En 4 años, el Departamento de Salud ha pasado de los 3.964 millones en 2020 a los 4.896 millones en 2024, son 932 millones más.
En esa línea, es la atención sanitaria directa a la ciudadanía la que concentra, también en 2024 la mayor parte el crecimiento presupuestario. Así, la dotación destinada a Osakidetza vuelve a crecer, en concreto un 5,4%, alcanzando la cifra de 3.936,4 millones de euros.
De esa cifra total, más de dos tercios (65%) se destinan a personal, cuyo gasto asciende desde los 2.426 millones de euros el pasado ejercicio a 2.564 millones en 2024.
En este capítulo, cabe destacar que en la OPE 2018-19 ya se publicaron todos los resultados provisionales antes de la realización de las pruebas correspondientes y Osakidetza está en la fase final de estabilización de 3.535 plazas. Y en cuanto a la OPE de Estabilización 2021 y la OPE de Reposición 2020-2021-2022, con un total de 7.642 plazas, están a punto de finalizar sus pruebas. Así, al término de este proceso selectivo, se estabilizarán más de 11.000 plazas en Osakidetza, y se reducirá la tasa de interinidad por debajo del 8%, en sintonía con el estándar contemplado por la legislación europea.
El capítulo de nuevas inversiones prevé para 2024 un montante de 137 millones de euros, que se repartirán del siguiente modo: 76 millones en obras; 34 en instalaciones; 18 en equipamientos; y 9 millones en informática.
En este apartado, la consejera de Salud ha señalado que este presupuesto “refleja ya la apuesta por la inversión en infraestructuras sanitarias que anunció el lehendakari en el pleno de política general y que nos va a permitir abordar, ya en 2024 algunos proyectos muy importantes, además de la protonterapia en Onkologikoa; o la ampliación del Hospital de Galdakao y del Hospital de Basurto”.
Sagardui se ha referido también a otros proyectos en cartera que, en la medida que haya más disponibilidades presupuestarias, se adelantarán en su tramitación. Así, por ejemplo, nuevas fases del Hospital de Txagorritxu, o la construcción de las consultas externas del Hospital Donostia que sucederá al edificio de protonterapia, cuyas obras empezarán en pocos meses.
Además, se desarrollarán obras de nueva construcción, reforma o ampliación en, al menos, 14 centros de salud de Atención Primaria.
Mientras, los servicios e infraestructuras comunes de Osakidetza reciben una dotación de 73 millones de euros para: Ecografía, Equipamiento de quirófanos, Instalaciones, Informática y Accesibilidad.
La Atención Sociosanitaria crece de manera importante, con un incremento del 14,2%, teniendo en cuenta que este año, al igual que los anteriores, se ha dedicado un gran esfuerzo a la creación de nuevas plazas sociosanitarias, en colaboración con las diputaciones forales. Además, se ha consolidado jurídica, económica y administrativamente, a través de los convenios suscritos con las diputaciones y Eudel.
El gasto en Farmacia aumenta un 3,6%. Este incremento se debe a la inclusión en la prestación farmacéutica de medicamentos con nuevas indicaciones para tratamientos de patologías de gran prevalencia, lo que supone a su vez extender el acceso a la innovación terapéutica.