La portavoz de Sanidad del Grupo Socialista en la Asamblea de Murcia, Consuelo Cano, ha concedido una entrevista a Diariofarma en la que hace balance de la gestión del Gobierno de esta comunidad en materia de Sanidad y Farmacia. La queja por falta de financiación es persistente. En su opinión, eso lo condiciona todo (listas de espera, reorientación de recursos hacia AP, política de recursos humanos, etc.). En el ámbito farmacéutico, apela a una mayor coordinación entre comunidades autónomas y actuaciones a nivel nacional, dejando entrever la escasa capacidad de autonomías como Murcia para negociar con la industria. Finalmente, apuesta por buscar la fórmula para una mayor integración de la farmacia en el SNS, de cara, sobre todo, abordar con éxito el reto de la cronicidad., pata esencial, junto la suficiencia financiera, de un Pacto por la Sanidad que vive prioritario.
Pregunta. ¿Puede hacer un balance de la gestión que está haciendo el Gobierno de Murcia en materia de Sanidad?
Respuesta. Pensamos que la gestión de la sanidad está excesivamente marcada por la falta de financiación, que ha sido denunciada por todos los partidos, incluso por el Gobierno, aunque no lo ha hecho de manera enérgica ni decidida. Eso marca la gestión, que ha dado lugar a listas de espera con demoras enormes, recortes en Atención Primaria muy acusados desde 2011, incluido el cierre de algunos servicios. Éste ha sido uno de nuestros caballos de batalla. Tratamos de ponerlo en la agenda y, aunque admiten que es preciso reorientar recursos hacia ella, las medidas no llegan. También anunciaron un plan de urgencias y emergencias que sigue sin aplicarse; vemos una profunda asimetría en la asistencia sanitaria murciana, con poblaciones aisladas por la nieve en invierno; se están dando colapsos en las urgencias, con el pico de gripe, que es verdad que ha sido superior a otros años, pero que evidencia problemas de gestión, y sobre todo refleja los déficits de recursos en AP. Y finalmente, hay que hablar de la precariedad laboral, con abundancia de contratos de corta duración. En un sector, como el sanitario, que está muy feminizado, eso se traduce en pérdidas de puestos de trabajo cuando llega un embarazo.
P. ¿Puede explicar esto último?
R. Nos encontramos con profesionales sanitarias que tienen contratos de corta duración y que tienen que elegir entre la maternidad o mantener su puesto de trabajo, ya que en el momento en que no están disponibles, pierden su lugar. Si aceptamos que la maternidad es una necesidad nacional, las administraciones deberían protegerla, pero ocurre justo lo contrario.
P. En su Región hubo cambios en la Consejería a mitad de legislatura. ¿Ha cambiado también la forma de gestionar la Sanidad?
R. En cuanto a los presupuestos de este año, ha habido un ligero aumento en Atención Primaria, pero no es menos cierto que una parte importante va a estructuras, a centros de salud que venían esperando fondos desde hace mucho tiempo. También se van a destinar 2,4 millones para personal, pero, por ejemplo, tenemos déficits importantes en Enfermería, y ahí no se va a contratar a nadie. Estamos viendo además que el cambio ha implicado la puesta en marcha de proyectos a muy corto plazo, porque no hay tiempo para poder culminarlos con lo que queda de legislatura.
P. Visto que no están del todo contentos con la gestión, ¿qué propone su Grupo?
R. Pensamos que las medidas más importantes tienen que tener lugar en el plano nacional. Necesitamos que se tenga en cuenta el problema de la financiación. Pensamos que debe ser una cuestión prioritaria, al igual que el Pacto por la Sanidad, que debería contemplar la sanidad como un derecho. Si de verdad los ciudadanos están en el centro, un Pacto por la Sanidad debería ser necesario, y dentro de él, la garantía de una financiación adecuada para la asistencia sanitaria.
P. Ha aludido ya dos veces a la cuestión financiera. ¿Cuánto dinero le falta al Sistema Murciano de Salud para poder prestar una asistencia de calidad a sus ciudadanos?
R. No tenemos una cifra exacta. Lo que sabemos es que se presupuesta por debajo de lo que se sabe que se va a gastar. Cada año vienen faltando entre 200 y 400 millones de euros. Entendemos que todos no podemos ser como Navarra, pero pensamos que la financiación tiene que ajustarse más a las necesidades de las CCAA.
P. Parte de esa financiación les llega a través del Fondo de Liquidez Autonómico, aunque eso les obliga a suscribir el convenio con Farmaindustria. ¿Están de acuerdo con la fórmula escogida por Hacienda?
R. La Región de Murcia vive inyectada del FLA. No podríamos vivir sin esos fondos. Realizamos una pregunta al Consejero, en noviembre, cuando saltó la polémica en prensa. De hecho, nos enteramos de la necesidad de firmar este convenio a través de los medios de comunicación. Queremos saber qué impacto tienen esta vinculación, qué números tiene detrás.
P. Si no es con el convenio con Farmaindustria, ¿qué proponen ustedes para controlar el gasto farmacéutico?
R. Creemos que esto es un tema que debe abordarse con carácter nacional. Lo único que tenemos claro es que los murcianos no pueden tener diferente acceso a los medicamentos que los ciudadanos de otras CCAA. Pensamos que la fórmula debe ser debatida a nivel nacional. Pero si me pregunta por medidas concretas, ahí están las compras centralizadas estatales, que pueden beneficiar a regiones más pequeñas como la nuestra. Creo que el control del gasto farmacéutico implica que vayamos todos de la mano. Las farmacéuticas tienen que poder velar por su negocio, pero el SNS tiene que hacerlo por el acceso a la medicación adecuada y la sostenibilidad del gasto.
P. Me ha hablado sobre todo de medidas a nivel nacional. ¿No cree que se pueda hacer nada en una Región como la murciana para gastar de forma eficiente en Farmacia?
R. Sí, pensamos que hay margen para actuar a nivel regional. Por ejemplo, sabemos que Murcia es la última en penetración de genéricos, y pensamos que no estaría de más explorar la vía de los incentivos para promocionar la utilización de genéricos y también de biosimilares. Pero en lo que respecta a la innovación, a los nuevos tratamientos de alto impacto, por ejemplo para las enfermedades raras, creo que se trata de establecer unos criterios de decisión a nivel nacional, y que esto no dependa de la capacidad de negociación que tenga una comunidad autónoma.
P. Hablaba usted antes del Pacto por la Sanidad como algo prioritario y metía dentro de él la cuestión de la suficiencia financiera. ¿Qué otros aspectos incluiría en ese Pacto?
R. Pues hay una nueva realidad que se nos viene encima, la cronicidad, y que exige que nos anticipemos, porque si no va a ser imposible abordarla, más aún en autonomías como la nuestra, con muchas dificultades financieras. Tenemos que abrir este tema a una mayor colaboración entre lo sanitario y lo sociosanitario. Con ello, queremos trasladar la atención cada vez más al domicilio, a entornos más amigables para el paciente. La familia siempre puede ayudar, pero el trabajo cada vez absorbe más y es la Administración la que tiene que garantizar esos circuitos de atención. Esa transformación, que incluye la promoción y la prevención, trasciende a esta comunidad autónoma. Debe abordarse en el Consejo Interterritorial del SNS, que se reúne de uvas a peras y en el que no termina de atacarse con un mínimo de profundidad. Debería primarse mucho más este tema. Si no lo hacemos entre todos, ese Pacto por la Sanidad no va a salir adelante.
P. En esa integración de lo sanitario con lo sociosanitario, ¿consideran que la farmacia comunitaria puede jugar un papel importante?
R. La vemos también integrada en esa red, porque las farmacias están por todos sitios. Lo que la farmacia comunitaria puede ofrecer al sistema es fundamental. Hay que ver la manera de incrementar su participación, aunque ya tenemos ejemplos en los convenios relacionados con cribados. Tenemos que ver la manera de ir a una mayor integración para que sean un agente más del sistema, sobre todo dando apoyo en la gestión de la medicación, donde se hace imprescindible por la saturación actual de la AP.
P. Hablando de la farmacia comunitaria, tenían pendiente la adjudicación de algunas más, ¿no es así? ¿En qué punto está?
R. Seguimos a la espera. Existían informes favorables desde 2011 para la apertura de 28 farmacias, pero el Gobierno dijo que sólo 10. Eso es lo último que sabemos. No tenemos más noticias al respecto. Nosotros tenemos pendientes algunas iniciativas parlamentarias para que nos informen de los nuevos criterios, que supuestamente se aprobaron hace un año.