El Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría (CAV-AEP) ha insistido en la necesidad de crear un Comité Nacional de Inmunización. En este comité deberían participar no solo los técnicos de Salud Pública del Ministerio y de las comunidades autónomas, sino también las sociedades científicas y los pacientes, tal y como recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Esta preocupación surge en un contexto de notable disminución de las coberturas vacunales a nivel mundial durante la pandemia. Este fenómeno ha provocado el resurgimiento de enfermedades que se pueden prevenir con inmunización y que anteriormente estaban controladas. Esto pone de manifiesto la importancia de la Atención Primaria (AP) en el mantenimiento de buenas coberturas vacunales. Por este motivo, se considera necesario reforzar la Pediatría de AP y los servicios de Salud Pública regionales para garantizar que las vacunas lleguen a todos, superando activamente las barreras de acceso a la inmunización y combatiendo los bulos y la desinformación.
Las estrategias colaborativas entre sociedades científicas y la autoridad sanitaria, como sucedió en la lucha contra la covid-19 evidencian la necesidad de reafirmar que en los órganos decisorios sobre política de vacunación participen activamente representantes de pediatría, entre otros, según estos especialistas.
Información imparcial y basada en la evidencia
La complejidad que la inmunización alcanza actualmente hace necesario que existan organismos bien equilibrados que resistan la presión de grupos de interés. Estos organismos deben asesorar a las autoridades de manera imparcial para la toma de decisiones y contribuir así a promover la salud de la población.
Ante esta realidad, la OMS recomienda la creación de Comités Nacionales de Inmunización. Estos son órganos asesores independientes y multidisciplinares que proporcionan información basada en la evidencia a los gobiernos nacionales para la toma de decisiones sobre la política de vacunación. Según la OMS, estos comités deben cumplir determinados criterios de calidad.
En España, actualmente no existe un comité de estas características formalmente establecido. Las decisiones sobre vacunación se adoptan en el seno de la Comisión de Salud Pública, integrada por representantes del Ministerio de Sanidad y de las comunidades autónomas. Esta situación ha sido criticada por diferentes actores en el ámbito de la vacunología. Estos actores reclaman, como es el caso de la AEP, de manera insistente la creación de un Comité de Inmunización que garantice mayor transparencia, rigor y participación en el proceso de elaboración de las recomendaciones vacunales.
Hasta la fecha, se han creado en diferentes países Grupos Asesores Técnicos Nacionales sobre Inmunización (Nitag). Estos grupos están formados por expertos nacionales de múltiples disciplinas que son responsables de proporcionar asesoramiento independiente y basado en evidencia a los formuladores de políticas y administradores de programas sobre cuestiones de políticas relacionadas con la inmunización y las vacunas. Los Nitag son un componente importante de los sistemas nacionales de inmunización.
El Plan de Acción Mundial sobre Vacunas (GVAP, por sus siglas en inglés) elaborado por la OMS, vigente durante 2010 a 2020, ya establecía la conveniencia de la creación de estos comités y pedía que todos los países establecieran o tuvieran acceso a un Nitag para 2020.
En concreto, el GVAP recogía que “la legislación nacional, las políticas y las decisiones de asignación de recursos deben basarse en conocimientos científicos que descansen sobre datos probatorios creíbles y actuales sobre los efectos directos e indirectos de la inmunización. Gran parte de estos elementos de prueba existen, pero no llegan a los responsables políticos, puesto que los que los recaban no siempre son los que interactúan con quienes toman las decisiones. La colaboración entre los expertos técnicos que recopilan las pruebas y los defensores de la inmunización que elaboran los mensajes adaptados al contexto y que destacan la importancia de la inmunización en los servicios sociales y de salud puede, de manera inequívoca, estructurar las ideas sobre el valor de la inmunización y sobre cómo esta contribuye a la equidad y al desarrollo económico”.
Se deben establecer o reforzar organismos independientes, como grupos consultivos técnicos sobre inmunización, regionales o nacionales, que puedan orientar las políticas y estrategias nacionales, basándose en las condiciones epidemiológicas y económicas locales y reduciendo así la dependencia de organismos externos para la orientación en políticas. Estos organismos pueden estar respaldados fácilmente por instituciones o individuos encargados de recopilar y sintetizar la información necesaria para la toma de decisiones.
Además, es importante que estos grupos consultivos técnicos nacionales, o sus equivalentes regionales, colaboren con instituciones académicas, sociedades profesionales y otros organismos y comités nacionales, como organismos de reglamentación de vacunas, comités nacionales de coordinación del sector de salud y comités de coordinación entre organismos, para garantizar un enfoque coherente y coordinado que permita cumplir con las prioridades nacionales en materia de salud. Para una ejecución sostenible del programa también son esenciales unos sólidos vínculos entre los ministerios de Salud, Educación y Finanzas, así como entre recursos humanos y legisladores.
Comité de Inmunización en España
La creación de los Comités de Inmunización en España es un tema que genera debate y controversia entre los diferentes actores implicados en la vacunación. Existen argumentos a favor y en contra de esta propuesta, que deben ser analizados y ponderados con rigor y objetividad. Asimismo, existen diferentes opciones para el diseño e implementación de un Comité de Inmunización que deben adaptarse al contexto y a las necesidades de España. En cualquier caso, lo más importante es garantizar que las decisiones sobre la política de vacunación se basen en la mejor evidencia disponible, y que se orienten a proteger la salud y el bienestar de la población.
Los defensores de la creación de este Comité de Inmunización argumentan que contar con un órgano especializado aportaría una visión más amplia y actualizada de la evidencia científica, así como los aspectos éticos, sociales y económicos relacionados con la inmunización.
Además, se facilitaría la armonización del calendario vacunal entre las diferentes comunidades autónomas, evitando disparidades y desigualdades que actualmente existen en el acceso a la cobertura vacunal. Por otro lado, mejoraría la confianza y aceptación de la población hacia las vacunas, al ofrecer una mayor transparencia y comunicación sobre los criterios y las evidencias que sustentan las recomendaciones vacunales.
Por último, un Comité de Inmunización favorecería la colaboración y el intercambio de información entre los diferentes actores implicados en la vacunación, como los profesionales sanitarios, las sociedades científicas, los representantes de los pacientes, los medios de comunicación y las autoridades sanitarias.