Defender la figura del farmacéutico como garante de la calidad y la seguridad de los productos de fitoterapia así como dotarle de herramientas para realizar esa labor ha sido el objetivo de la jornada introductora a la fitoterapia que ha organizado el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Almería continúa con su incesante programa formativo y esta misma semana ha desarrollado esta semana.
En la reunión se examinaros desde sus conceptos y definiciones, como los principios activos presentes en las plantas medicinales, las formas farmacéuticas, diluciones y concentraciones en preparados fitofarmacéuticos así como las fuentes de información fiables o los protocolos de indicación.
La sesión, que fue presentada por el vocal de oficinas de farmacia, Francisco Javier Zapata Romacho, fue impartida por José López Gil, vocal de Plantas Medicinales y Homeopatía del COF de la Región de Murcia y miembro de la Junta directiva de SEFIT (Sociedad Española de Fitoterapia) desde 2021.
En el ámbito farmacéutico, la fitoterapia implica una serie de procesos, tales como la investigación científica para identificar los principios activos de las plantas medicinales, la formulación de productos fitoterapéuticos seguros y eficaces, la producción bajo estándares de calidad controlados, y la distribución de estos productos a través de canales farmacéuticos regulados.
Según López Gil “ha sido una manera de poner los cimientos para que los farmacéuticos tengan en cuentan aspectos fundamentales. Además de una terminología de fitoterapia hemos querido incidir en todo lo que tiene que ver con la calidad, seguridad y eficacia, importantísima para que estos tratamientos sean efectivos y no tengan tampoco incidencias negativas”.
Una vez más, la facilidad de acceso a este tipo de productos, el mal uso del ‘boca a boca’ o las recomendaciones sin el criterio de un profesional de la salud o el mal uso de internet y fuentes poco fiables pueden tener consecuencias poco deseadas. “El ciudadano tiene que tener en cuenta que los productos fitoterápicos no todo vale para todo el mundo. Hay que tener un razonamiento claro y conocer su naturaleza para saber si se le puede dar a un paciente o no en función de sus particularidades, su historial, si está medicado o polimedicado, que puede generar interacciones nocivas y en ese aspecto el farmacéutico es el profesional más adecuado por su inmediatez con la población y su acceso a la información fiable y a estos productos”.
Para ello, José López Gil presentó “unos protocolos donde poder conseguir información fidedigna que les ayude a elegir los productos adecuados porque el problema que tiene la fitoterapia es que hay un maremágnum de productos e informaciones importante a través de Internet pero no siempre con rigor. Es una manera de apegar y aplicar la Ciencia a la fitoterapia, porque por supuesto es una materia científica, pero siempre y cuando esté asociada al criterio profesional de una oficina de farmacia”, concluye.