La “falta de independencia” que tiene Europa en la producción de medicamentos, la autonomía estratégica y la “competencia compartida” en materia sanitaria entre la Unión Europea centran gran parte de los compromisos con los que el PSOE aborda, dentro del ámbito de la salud su propuesta electoral de cara a los próximas elecciones europeas, que se celebran el próximo 9 de junio.
Dentro de un programa que en términos generales ensalza las bondades de Europa como firme apuesta para la socialdemocracia, los socialistas españoles centran gran parte de su propuesta electoral en el desarrollo de la política farmacéutica y de cuestiones claves como son la garantía del acceso a la innovación y a la recuperación de un mercado de medicamentos en el que el conjunto del continente ha perdido pie, con respecto a sus competidores mundiales.
“Nuestro objetivo es aumentar la cuota de mercado europeo en la producción de medicamentos esenciales, APIs y medicamentos innovadores, para fortalecer la resiliencia y la sostenibilidad de los sistemas sanitarios, impulsar la industria europea y mejorar el acceso a los tratamientos”, asegura a modo de resumen el programa electoral presentado por el PSOE.
La clave, según explican, es que tras la pandemia “la salud se ubica en el primer plano de las prioridades de la Unión Europea para la próxima legislatura”. En ese contexto señalan, “la UE no estaba preparada para responder a emergencias transfronterizas de salud pública”.
Es en ese sentido y en aras de acabar con el “problema de la falta de independencia en la producción de medicamentos” es donde el PSOE asegura que “medicamentos innovadores urge incrementar nuestra autonomía estratégica, así como introducir una competencia compartida en sanidad entre la UE y los Estados miembros, al menos en lo relativo a las crisis de salud pública transnacionales”.
En ese sentido los socialistas “lucharemos por aumentar la financiación estratégica, desarrollo de colaboraciones público-privadas, una mejor situación laboral para investigadores e investigadoras y condiciones más favorables para la localización de las empresas innovadoras”. A partir de ahí su objetivo es paliar las “inaceptables desigualdades en acceso a tratamientos efectivos”.
En ese sentido aseguran, “impulsaremos medidas para evitar los desabastecimientos de medicamentos” y también para hacer frente a “los elevados precios impuestos sobre algunos fármacos, como parte de la revisión que estamos llevando a cabo sobre la legislación farmacéutica”.
Los socialistas también abordan otra cuestión esencial dentro de la sanidad europea como es el desarrollo del Espacio Europeo de Datos Sanitarios (EEDS). Según explican, “vamos a asegurarnos que la conjugación anonimizada de estos billones de datos dará lugar a un avance muy relevante en prevención, diagnóstico o tratamiento y desarrollo de la salud pública”.
Las políticas oncológicas también se comprometen a reforzar el “protagonismo de la investigación oncológica, el desarrollo de una Estrategia Europea de Salud Cardiovascular, que sigue siendo la primera causa de muerte en la UE, así como “una revisión de la Directiva del tabaco”. El objetivo en esta última es “acercarnos a una generación libre de tabaco y otros productos dañinos”.
Finalmente también apuesta por el desarrollo de la Estrategia Europea de Salud Mental en la que se incluirán datos socioeconómicos “como el poder adquisitivo, la situación laboral o el acceso a la educación y los servicios sanitarios, así como el apoyo a las familias de estos enfermos”.
