La ministra de Sanidad, Mónica García ha asegurado este martes sentirse “muy satisfecha” por el tono en el que se ha llevado la primera reunión para la negociación del nuevo Estatuto Marco entre el propio Ministerio de Sanidad y las organizaciones sindicales. Desde los sindicatos, que llevan siete días expresando su malestar, no han dado a conocer su parecer por el ambiente de la reunión, pero sí por el contenido del texto: “desacuerdo”, “deja sin resolver algunas cuestiones esenciales” o incluso “tomadura de pelo” son algunos de los calificativos que aportan las agrupaciones sindicales a un texto que es aún un borrador y al que le quedan muchas etapas para llegar al desenlace definitivo.
“Vamos a continuar trabajando para lograr un acuerdo que beneficie tanto a los profesionales sanitarios como a la ciudadanía y a los pacientes, que es a quien nos debemos todos”, ha asegurado la ministra, que considera que la actualización de la norma (lleva sin hacerlo desde 2003) es “tan urgente como compleja”.
Mónica García ha reconocido que en esta reunión “no se han producido grandes avances”, si bien indica que “diálogo sigue abierto” en todas las cuestiones; entre ellas, una de las más espinosas la de la exclusividad para los cargos de responsabilidad. En esta cuestión la ministra es clara: “Existen otras propuestas para retener nuestro talento, pero la del Ministerio de Sanidad es que todos los cargos de responsabilidad en el sistema público, tengan dedicación exclusiva”. También afecta esta cuestión a los profesionales que acaban la residencia, ya que la norma impide que durante un periodo de cinco años posterior a la etapa formativa, los profesionales puedan compatibilizar la actividad laboral en el sistema público, con el privado. En este caso la ministra mantiene una cierta continencia verbal, al menos en comparación a su primera valoración hace una semana: “Tenemos el compromiso firme para que los profesionales que acaben la residencia encuentren en el SNS su casa y que puedan elegirlo libremente para su desarrollo profesional”.
Otro de los puntos inamovibles de la ministra es la limitación de guardias a 17 horas como máximo. La eliminación de las “anacrónicas” 24 horas, objetivo de la propia formación política que también dirige, se basan en tres cuestiones: la salud de los profesionales, garantizar la seguridad de la atención y dotar al sistema de condiciones laborales justas.
Oposición sindical
Por parte de las formaciones sindicales, después de una semana manifestándose en torno a este borrador, el balance de la primera reunión no es positivo. Desde Csif se hace especial referencia a la reclasificación profesional en el nuevo Estatuto Marco, incluyendo eso si la retribución económica. La central sindical, a través de un comunicado, señala las líneas rojas que no va a aceptar. En primer lugar, la exclusividad laboral, que asegura que “llevará a una fuga de personal a la privada”, la puesta en marcha de la jornada laboral de 35 horas y que la reducción de horas de guardia no merme la retribución, y finalmente la igualdad salarial en todas las comunidades autónomas.
Desde otro sindicato profesional, CESM, se han lanzado a la defensa del colectivo médico. Aseguran que el borrador tiene el “rechazo unánime” de toda la profesión. Este rechazo se fundamenta principalmente en el “inaceptable régimen de incompatibilidades” para los jefes de servicios y sección así como para los adjuntos en sus primeros cincos años. Desde el sindicato médico se plantea una regulación diferenciada que recoja sus especiales características como categoría profesional.
En el caso de las enfermeras, el sindicato Satse reconoce avances laborales, pero “aún queda mucho por mejorar y aclarar”. De nuevo la cuestión de la calificación del colectivo en el Grupo A1 es uno de los avances que recoge el borrador, y si bien Satse lo valora positivamente, exige que la norma recoja un plazo temporal concreto para el reconocimiento retributivo.
Desde UGT el planteamiento general del borrador en esta primera reunión es que “deja sin resolver cuestiones esenciales”. Entre esas cuestiones clave se encuentra la jornada laboral de 35 horas, las pagas extraordinarias completas o la actualización de funciones de los grupos profesionales.
UGT ha denunciado también los retrasos y parones que ha tenido la evolución de este borrador de estatuto, “el último de siete meses antes del verano” y “ahora el Ministerio espera una respuesta en menos de siete días”.
Tras este primer encuentro con los sindicatos se ha establecido un calendario de reuniones para los días 13, 20 y 25 de febrero, 6 y 18 de marzo y 3 de abril, según los sindicatos, aunque en el Ministerio no ha confirmado la fecha para el próximo encuentro. Las que si tienen marcadas las fechas son las CC.AA. El Ministerio tiene previsto abordar los días 6 y 7 del próximo mes, para transmitirles los detales del borrador.