Un encuentro virtual convocado por IQVIA ha servido para plantear el enésimo análisis de los retos que enfrenta el Viejo Continente a la hora de atraer inversión, en este caso centrado en el área de oncología. En él han participado Anja Schiel, miembro de la agencia reguladora noruega (NOMA); Mark Lawler, de la Universidad de Belfast; Thorsten Ruppert, de la asociación de compañías farmacéuticas alemana VFA; Sebastian Ochsenreither, del Centro de oncología Charité (Berlín); y Marc Rohde, de IQVIA.
Los participantes hablaron tanto de retos como de atractivos. En este último apartado, Anja Schiel sugirió que en el actual contexto de “amenazas” y golpes de timón por parte de la administración Estados Unidos, la cierta lentitud de Europa puede ser un punto fuerte de la región: “Es verdad que la normativa en Europa va a un ritmo lento, entre otros motivos porque es producto de acuerdos entre los estados que la integran, pero cuando se piensa en los cambios que se producen en regiones como Estados Unidos en función del gobierno, yo pienso en la predictibilidad y lo importante que es para la industria. Es posible que la normativa aprobada en Europa no sea la que más gusta en el sector, pero sí existe la certeza de que, una vez aprobada, será el marco, predecible, en el cual operar, y eso es un valor importante para compañías cuyas inversiones se realizan con la vista puesta en el largo plazo”.
Schiel recordaba que la predictibilidad europea descansa precisamente en uno de los “defectos” de los que se nos acusa: “Somos unos dinosaurios dicen, nos movemos despacio, quizá eso no sea únicamente un inconveniente”.
Por su parte, Mark Lawler hacía notar que China, cuyo avance en materia de innovación está haciendo sombra a las demás regiones del planeta, “empezó por tomar decisiones, en su caso una apuesta decidida por las terapias celulares y genéticas”. Lawler considera que Europa tiene que ponerse de acuerdo y establecer áreas prioritarias, “clave para desarrollar y para usar los medicamentos del futuro”.
A su modo de ver, nuestra región “ha perdido el rumbo”, y en esa “desorientación” ha dejado aparcado un tema clave: las herramientas de diagnóstico. Muchos pacientes que podrían beneficiarse de terapias innovadoras no han tenido acceso a ellas por la falta de diagnóstico preciso. Los últimos avances en oncología hacen “imprescindible” la colaboración entre compañías de diagnóstico y desarrolladores de innovación terapéutica.
Asimismo, ha hecho un llamamiento a los integrantes de la UE a no olvidar a los países del este, añadiendo que “antes de que estallara la guerra, Ucrania era un reclutador importantísimo de pacientes para ensayos clínicos”.
Considera que las reglas que se relajaron durante la pandemia para facilitar la innovación en un contexto de urgencia podrían también relajarse ahora. Se refería sobre todo a los datos compartidos. “sin que se produjera un solo episodio de vulneración de la privacidad”, que es una práctica en la que se ha retrocedido.
Ochsenreither tiene claro que “se aprecia inmediatamente cuáles son los países con una regulación más favorable, es lo que estamos viendo en China; hacer un país más atractivo a los inversores es una decisión política”.
Thorsten Ruppert convocaba a los países europeos a abandonar las estrategias para “intentar atraer inversores de forma aislada, con normativas dispares en ensayos clínicos, entre otros aspectos” y poner todos sus esfuerzos en dejar de competir entre ellos para “ganar músculo”. Es una apreciación que compartieron el resto de participantes, empezando por la evaluadora noruega. “Dejemos de competir entre nosotros y unámonos frente al enemigo común, el cáncer”, terminaba.













César Hernández, director general de Cartera y Farmacia del Ministerio de Sanidad:
Kilian Sánchez, secretario de Sanidad del PSOE y portavoz de la Comisión de Sanidad del Senado.:
Rocío Hernández, consejera de Salud de Andalucía:
Nicolás González Casares, eurodiputado de Socialistas & Demócratas (S&D - PSOE):
Juan José Pedreño, consejero de Salud de Murcia: