Mucho se ha hablado en los últimos días y semanas de la propuesta de subastas que la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) había incluido en su informe Spending Review en el que analiza el gasto farmacéutico a través de receta.
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, explicó hace unas semanas que la Airef proponía subastas a la andaluza. Pero nada más lejos de la realidad se puede observar en el informe al que ha tenido acceso Diariofarma en exclusiva. Es cierto que el organismo ha analizado a fondo la experiencia andaluza, valora los ahorros obtenidos y la utilizado en su modelo, pero precisamente para aprender de los errores. Con todo, el resultado final no se parece en nada al modelo vigente en Andalucía en los últimos años, sino que se acerca más al sistema de precios seleccionados incluido ya en la normativa nacional, sin serlo.
En su diseño, la Airef propone una transición gradual y supervisada con el fin de prevenir efectos indeseados, que mejore a las subastas andaluzas, fomente la transparencia del precio del medicamento, elimine el elemento de exclusividad y se publiquen las convocatorias a nivel europeo. De este modo, las cuestiones más relevantes de esta subasta son las salvaguardas para evitar un adjudicatario único así como que la industria farmacéutica nacional se vea forzada a renunciar a presentarse como ocurrió en Andalucía.
El nuevo sistema, que tiene semejanzas con la subasta de electricidad, está definido en sus líneas generales pero falta mucho detalle por concretar y, tal y como explicaron a Diariofarma fuentes ministeriales hace unos días, será complejo de plasmar legalmente, si es que finalmente se asume por el Ejecutivo.
Uno de los aspectos más importantes del modelo de subastas de Airef es que ha analizado lo ocurrido en Andalucía y ha llegado a la conclusión de que el sistema sería viable pero solo para un número reducido de moléculas. En concreto, la Autoridad ha identificado 57 agrupaciones homogéneas (el informe habla de presentaciones).
IPB, estatinas y antihipertensivos
Estas agrupaciones serían aquéllas que incluyen omeprazol, lansoprazol, rabeprazol y pantoprazol (entre otros IBP); atorvastatina, lovastatina, simvastatina y pravastatina, (entre otras estatinas para el tratamiento de hipercolesterolemia); propranolol, candesartan o fosinopril/hct (antihipertensivos). La Airef ha concluido que estos son los principios activos más adecuados para la selección de medicamentos ya que cumplen una serie de criterios como ser utilizados en la práctica habitual en patologías de naturaleza moderada, con alto impacto económico para el SNS y que hayan tenido resultados exitosos de adjudicación en la experiencia andaluza.
Airef avala un Sistema de Precios de Referencia por indicación terapéutica
De acuerdo a esta selección de medicamentos y, en base al precedente andaluz, la Airef ha considerado unos ahorros de 187 millones de euros en 2021, cuando se seleccionarían 42 agrupaciones y de 197,5 millones en 2022 cuando la selección abarcaría otras 15 presentaciones. Estas cifras proyecciones parten de una premisa de alcanzar un 95% de prescripción por principio activo (PPA) en todas las comunidades autónomas, cifra que hoy por hoy está muy lejos de ser realidad.
Mecánica de las subastas
Otros aspectos relevantes del modelo de subastas de Airef serían la presentación de una única oferta por cada empresa participante. Estas ofertas se ordenarían de mejor a peor hasta alcanzarse el volumen que determina la AGE, y que no es conocido hasta que se reciben todas las ofertas.
El precio de venta sería único y definitivo, es decir, que la selección no se basaría en descuentos. El precio se establecería “como la diferencia entre la última oferta necesaria para alcanzar el volumen fijado por la AGE y el precio del medicamento, hasta la subasta”. Además, se procedería a la división en lotes para “fomentar el acceso y la adaptación de los suministros, un aspecto relevante sería establecer lotes iguales sobre los que existiría preferencia en la dispensación que asegurarán que no hubiera un único adjudicatario, eliminando el elemento de exclusividad” de Andalucía. El término de la concesión adecuado para Airef sería de dos años, aunque considera que puede oscilar entre 6 meses y 3 años.
El sistema debería permitir a los medicamentos seleccionados estar “incluidos en la lista de medicamentos con preferencia en la dispensación por cantidades limitadas -y por el orden de las pujas excluidas- el acceso al mercado de otras compañías farmacéuticas al precio pactado”. Estas cantidades deberían tener un límite global en relación a la cantidad fijada en la subasta y un límite individual que debería ser significativamente inferior al tamaño de cada lote, explica la Airef. De esta forma se ampliarían las compañías proveedoras sin comprometer los incentivos para la competencia en la fijación de precios. Por último, la Autoridad Independiente también considera relevante dar publicidad a nivel de la Unión Europea para incrementar la competencia.