La digitalización del sistema sanitario, la necesidad de financiar la salud como una inversión y no como un gasto, y las posibilidades que la Unión Europea pueda tener de liderar un proyecto sanitario cohesionado, son tres de los ejes sobre sobre los que ha girado el debate sobre ‘La Gobernanza del modelo se salud’.
La cita, organizada por Meeting Pharma Group y patrocinado por Novo Nordisk ha reunido para este debate a tres expertos con dilatada trayectoria en el ámbito sanitario, Xavier Prats-Monné, Chied Advisor to the Board de EIT Health; la exministra y vicepresidenta segunda del Congreso, Ana Pastor y el médico consultor, Ignacio Riesgo; además actuó como moderador, José Soto, presidente de la Asociación de Directivos de la Salud y director gerente del Hospital Clínico San Carlos de Madrid.
Los ponentes coinciden en que el papel de la Unión Europea es clave para la gobernanza de los sistemas sanitarios europeos, dentro de un marco integrador y supranacional. A pesar de la experiencia de la pandemia, su futuro está muy en entredicho para todos ellos, que consideran que la sanitad no es aún un espacio donde la UE tenga competencias que dependen de los países.
"Los ciudadanos europeos le piden a la UE dos cosas incompatibles: de aquello que le interesa al ciudadano, y que se ocupe de aquello sobre lo que tiene competencias jurídicas. Porque aquellos ámbitos donde el ciudadano tiene mayor interés, son aquellos donde la UE tiene menos competencias", indicó Xavier Prats-Monné.
Ana Pastor fue más específica al indicar que “En la Unión Europea no existe gobernanza”, indicado que las competencias y los sistemas dependen aún de los países. En ese sentido serán sólo ellos, si mantienen “la memoria de los dirigentes” sobre lo ocurrido en la pandemia, según Prats-Monné, los que serán capaces de aportar una cohesión a la coordinación necesaria europea.
Prats-Monné, avanza un planteamiento para lograr un papel decisivo de la UE en la preservación de la salud continental basado en cuatro puntos: Crear un reglamento de amenazas transfronterizas; crear una autoridad sanitaria europea para respuestas sanitarias; el desarrollo de una estrategia farmacéutica común y un mayor apoyo a las instituciones de la UE por parte de los país.
La idea de la protección también es apoyada por Ana Pastor que asegura que “tenemos que apostar por la renovación integral del sistema de vigilancia”, basado en “una estructura sólida de salud pública y vigilancia epidemiológica", que son a su juicio, las herramientas más eficaces para " combatir otras epidemias silentes, como por ejemplo las epidemias de cronicidad, las más extendidas en países europeos".
Si el papel de la Unión Europea puede ser valorable en función de los países que la integran, lo que no lo es, es la necesidad que tiene España de abordar la digitalización de los sistemas sanitarios. Ana Pastor fue la más contundente al asegurar que “o hacemos una transformación digital del sistema, o el sistema sanitario español quedará muy mal”.
Para la exministra, el actual sistema, “creado en los ochenta, no da respuesta a las soluciones que demanda la población en la actualidad”. La digitalización es una cuestión esencial para Pastor, junto con la evaluación de resultados, las políticas de recursos humanos.
En ese sentido apuesta porque uno de los primeros objetivos de la transformación digital debería ser el acceso a la historia clínica de los pacientes en cualquier lugar del territorio nacional. "En este momento no hay una verdadera coordinación”.
Pastor y los demás ponentes abogaron por un sistema orientado hacia la telemedicina, los sistemas de medicina de precisión y la gestión y el uso de la inteligencia artifical.
Pastor añadió además la necesidad de abordar la creación de un pacto de estado por encima de los intereses políticos, que sirviera para garantizar la financiación de una sanidad, “que no debe ser considerada un gasto, si no una inversión”.
Ignacio Riesgo apostó además por la creación de una dirección estratégica del SNS, de la que destacó que permitiría "dar voz a muy variados agentes", entre los que el consultor incluye a la iniciativa privada, ya que "es necesaria alguna implicación del sector privado en esta gobernanza del SNS y no es bueno que viva de espaldas a él".
En cuestiones de financiación, Ana Pastor aseguró que "si se gasta bien, es el dinero que tiene más retorno”, un retorno que cifro en “años de vida ganados por los ciudadanos”.
Riesgo planteó una cuestión previa a la financiación, que es la realización de reformas previas, “más dinero por sí mismo no resuelve nada si no hay reformas simultáneamente". Este experto apostó por la autonomía de los centros sanitarias, y el papel rector, desde el punto de vista de la gobernanza, de la dirección estratégica del SNS.