Pese a que la sanidad y su gestión suele ser uno de los temas más recurrentes del enfrentamiento político, un grupo de políticos pertenecientes a PP, PSC, PNV y Más Madrid, junto a expertos en salud pública y bajo la coordinación de Helena Legido-Quigley, han diseñado una hoja de ruta para la reforma de la sanidad española desde la base del consenso.
El trabajo, titulado ‘Hacia un sistema sanitario equitativo y centrado en las personas para España’, acaba de ser publicado en The Lancet y persigue un doble objetivo. Por un lado “imaginar una sociedad equitativa y centrada en las personas con sistema de salud preparado para ser resiliente a los actuales y desafíos” y por otro, mostrar que “sobre una cuestión tan crucial es factible fomentar el consenso entre diferentes partidos políticos y entre académicos”, algo que consideran “un requisito previo necesario para el exito de una reforma política de la naturaleza propuesta.
Helena Legido-Quigley, Itxaso Berrojalbiz, Manuel Franco, Montserrat Gea-Sánchez, Sara Jaurrieta, Muriel Larrea, Sergio Minue, Javier Padilla, Jose Maria Valderas y Tomas Zapata, son los integrantes de este trabajo que se ha desarrollado en tres talleres, a lo largo de los dos últimos años.
El planteamiento del trabajo aborda las prioridades cruciales para modernizar el sistema de salud, desde un enfoque centrado en la enfermedad, “a través de la promoción de la salud y la prevención, abordando al mismo tiempo los aspectos sociales, determinantes comerciales y políticos de la salud”.
Las prioridades detectadas incluyen “la urgente necesidad de abordar la gobernanza del sistema de salud, abordar los crisis de recursos humanos, diseñar una financiación adecuada y estrategias de financiación, fortalecer la atención primaria, garantizar integración equitativa de la innovación, adoptar sistemas y enfoques amplios para aliviar la fragmentación en salud, integrar los servicios de salud con los servicios sociales, y enfatizar la participación de la comunidad en el servicio y planificación”.
Uno de los primero puntos que aborda el trabajo atañe a los propios líderes políticos que “deben mostrar humildad y empatía, ser responsables, escuchar opiniones exigentes y desarrollar un enfoque inclusivo con un liderazgo que eventualmente permita cambiar el rumbo de políticas si es necesario”.
Por otro lado, los autores reconocen que el sistema sanitario español “se enfrenta una crisis urgente de recursos humanos que requiere acción inmediata”. En ese sentido apuestan por crear las condiciones para una fuerza laboral sanitaria sostenible.
Igualmente plantean la necesidad de conseguir una financiación adecuada que “asegure a largo plazo la sostenibilidad del sistema de salud”. Según explican la salud pública de España tuvo un gasto en 2021 de 87 941 millones de euros, el 7,3% de su Producto interior bruto, inferior al de la UE, cuyo promedio es de de 8,1%. “Este gasto pone de relieve la necesidad urgente de una reforma financiera integral para aumentar los recursos y revisar la distribución actual sistema”.
Igualmente abogan por establecer áreas de enfoque específicas para cada comunidad autónoma que puede mejorar la población salud y tienen un efecto sustancial en la atención sanitaria. Por otro lado también apuestan por la necesidad de transformar la salud prestación de servicios en respuesta a las transiciones epidemiológicas y la creciente prevalencia de multimorbilidad adoptando la atención primaria de salud como sistema de salud orientación.
Todo ello “optimizaría el acceso, integralidad, coordinación y continuidad satisfaciendo las necesidades de las personas, abordando el panorama más amplio determinantes de la salud y el empoderamiento de las personas, familias y comunidades”.
Por otro lado existen también tres áreas que requieren atención inmediata: En primer lugar mejorar Atención primaria, a través de cambios organizativos y nuevos roles profesionales. En segundo, priorizar y mejorar continuidad asistencial en atención primaria y en tercero integrar el sector social en un marco integral de atención dentro del sistema de salud que prioriza enfoques centrados en las personas.
Además, el trabajo reconoce el potencial transformador de varias áreas como las innovaciones en terapéutica, la organización de prestación de servicios y avances tecnológicos, telemedicina, medicina personalizada y genómica, y inteligencia artificial. “El uso de estas nuevas tecnologías cuando sea apropiado es crucial para garantizar que los beneficios también puedan llegar a quienes los necesitan más”.
De cara al futuro, los autores proponen el desarrollo de un Estrategia integral para una Sociedad Española Saludable a 10 años que considere las prioridades antes mencionadas. Para garantizar su eficacia recomiendan involucrar a una amplia gama de partes interesadas, incluidos académicos, políticos, autoridades fabricantes, asociaciones profesionales, asociaciones de pacientes, y comunidades.
A modo de conclusión, el trabajo recuerda que “ahora que España ha asumido la Presidencia de la UE”, este esfuerzo colaborativo debe ser “una oportunidad para inspirar otros países europeos”. “Nuestra esperanza es alejarnos del conflicto recurrente y división y, en cambio, promover la creación de consenso y colaboración entre académicos, expertos y políticos. líderes como el camino hacia una equidad centrada en las personas sistemas de salud”, finalizan.
Nicolas Gonzalez Casares: