El programa de concienciación ‘Benzostopjuntos’ de la Consejería de Salud y Consumo para la reducción del consumo de tranquilizantes ha sido distinguido a nivel nacional como práctica segura por la Estrategia de Seguridad del Paciente del Sistema Nacional de Salud. Esta campaña de concienciación persigue fomentar el buen uso de las benzodiacepinas, mejorar el conocimiento de la ciudadanía sobre estos fármacos y disminuir la dependencia que generan.
A través de una intervención comunitaria multidisciplinar se pretende impactar en la disminución del uso crónico de benzodiazepinas (BZD). Este programa ha constatado que la intervención es efectiva a los 6 meses y a los 2 años y que la calidad de vida, opiniones y actitudes de los usuarios mejoran. Los responsables de este proyecto destacan que un uso discontinuado previo de las benzodiacepinas y una menor mortalidad estimada a los 10 años predicen el abandono de los pacientes con uso crónico de BZD.
La campaña ‘Benzostopjuntos: Vivir sin tranquilizantes es posible’ se dirige a usuarios que presentan un uso crónico de benzodiacepinas para tratar la ansiedad y/o el insomnio. En las visitas que estos usuarios realicen a las consultas de atención primaria y a las oficinas de farmacias comunitarias, los profesionales les ofrecerán información y un material educativo con información sobre las benzodiacepinas, las alternativas a su uso (técnicas de relajación, respiración y autocontrol, cambio de hábitos, ejercicios…) y cómo proceder para la deshabituación con la ayuda de los profesionales.
Entre este material se incluye además un test para medir el grado de dependencia a estos fármacos, así como un directorio de las guías de autoayuda para la depresión y los trastornos de ansiedad del Servicio Andaluz de Salud y una sugerencia de pauta de deshabituación. Se trata de una adaptación local de uno ya existente en el ámbito de la salud en Canadá.
La distinción como práctica segura se ha realizado en las jornadas científicas celebradas, en el marco de la Estrategia de Seguridad de Paciente del Sistema Nacional de Salud, por el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas en colaboración con la Sociedad Española de Calidad Asistencial (SECA). Estas jornadas se han sumado a la campaña mundial de la OMS para respaldar la seguridad de los pacientes como una prioridad de salud global y bajo el lema ‘Medicación sin Daño’.
Durante las jornadas se presentaron las ocho mejores prácticas puestas en marcha en los centros sanitarios de diferentes comunidades autónomas para fomentar el uso seguro de los medicamentos. Estas prácticas recogen las líneas clave de la campaña de ‘Medicación sin Daño’: las transiciones asistenciales, los pacientes crónicos polimedicados y sobre el uso seguro de los medicamentos en situaciones de alto riesgo tanto en el ámbito de atención primaria como en el hospital. Cada comunidad autónoma seleccionó como máximo cuatro prácticas que fueron remitidas a un Comité Científico multidisciplinar experto en el área. Fueron evaluadas 41 prácticas seguras siguiendo unos criterios preestablecidos.
Otros proyectos impulsados en Andalucía
Desde Andalucía, además del programa ‘Benzostopjuntos’ se presentaron iniciativas del Área de Gestión Sanitaria Norte de Huelva, del Distrito Sanitario Córdoba Guadalquivir y del Hospital San Cecilio.
La experiencia del Área de Gestión Sanitaria Norte de Huelva se ha centrado en anulaciones cautelares de los tratamientos y su utilidad como herramienta para mejorar la seguridad de los pacientes. En concreto, se expusieron los resultados de la notificación de 597 advertencias demostrando ser una herramienta ágil y precisa para detectar y subsanar problemas de seguridad. En este proyecto, se amplía la toma de decisiones de los farmacéuticos de Atención Primaria y Especializada, lo que supone una nueva dimensión en su trabajo.
Respecto al proyecto del Distrito Sanitario Córdoba Guadalquivir, se presentó la ‘Estrategia multidisciplinar de seguridad del medicamento’ que ha priorizado a la población con 10 medicamentos o más durante 6 meses o más, pacientes diabéticos mayores de 80 años o en tratamiento con insulina y/o antidiabéticos orales y pacientes en inicio de tratamiento con opioides menores o mayores para dolor crónico no oncológico. El objetivo de esta estrategia es disminuir la carga farmacológica que pudiera ser innecesaria por la propia evolución de la enfermedad o por no conseguir los resultados necesarios. El proyecto incluye además un cuestionario de valoración de riesgo en la prescripción de opioides y la revisión de los diabéticos mayores de 80 años.
Por su parte, el Hospital Universitario San Cecilio ha desarrollado la monitorización de la trazabilidad clínica de la medicación administrada en pacientes ingresados en el centro. Se ha realizado un análisis de eventos adversos relacionados con la medicación y se evidencia la necesidad de desarrollar un registro efectivo de la medicación administrada, evaluando las posibles carencias del sistema relacionadas con factores de tareas, de formación y entrenamiento, de equipamiento y recursos y de comunicación.