A lo largo de las últimas semanas mucho se está hablando sobre la evolución del gasto en recetas registrado en Andalucía. Se ha insistido en que parte del motivo está vinculado a la desaparición de las subastas, pero está claro que esa no es la causa. Por varios motivos, pero el principal es que las aportaciones de los laboratorios subasteros no se deducían del gasto en medicamentos registrado por el Ministerio de Sanidad, sino que iba directamente a una aportación a la Hacienda andaluza, por lo que su efecto nunca se vio reflejado en las cuentas del gasto farmacéutico. Dejar clara esta cuestión es básico para no interpretar cosas que no son.
Es cierto que en los últimos años el gasto farmacéutico en Andalucía ha crecido a un ritmo superior que el del resto de España. En concreto, la inversión en farmacia entre 2011 y 2023 creció en toda España un 14,3%, mientras que en Andalucía lo hizo en un 26,8%. Si acortamos el periodo y nos fijamos exclusivamente entre 2019 y 2023, cuando ya se había dejado de convocar las subastas andaluzas, las diferencias son menores: 17,9% y 21,6% respectivamente para toda España y Andalucía. Entre 2011 y 2019 el gasto de recetas en Andalucía creció un 4,3%, mientras que en toda España bajó un 3,1%. Es decir, que el diferencial existente en 2011 se redujo más durante las subastas que cuando estas finalizaron, por lo que ni siquiera se puede decir que las subastas tuvieran un efecto indirecto sobre el consumo farmacéutico.
Ahora la cuestión es profundizar en los motivos. El gasto farmacéutico tiene dos componentes: el número de recetas y el gasto medio por cada una de ellas. El número de recetas se ve influido claramente por la cantidad de población y por sus necesidades, por lo que una población más envejecida y con más patologías asociadas, requerirá de más medicamentos y, por tanto, más prescripciones. Por su parte, el gasto medio por receta puede crecer por un incremento de uso de medicamentos más modernos, más innovadores. Todas estas variables parecen haber influido en la evolución del gasto en Andalucía.
Evolución de las recetas
Diariofarma ha realizado un análisis sobre los factores que han podido influir en la evolución del número de recetas en la región andaluza en comparación con el resto de España. Partiendo de los datos de gasto en recetas publicados por el Ministerio de Sanidad y los datos de población del Instituto Nacional de Estadística (INE), se han analizado y creado diferentes indicadores para realizar un análisis sobre la evolución del gasto observada.
Entre 2011 y 2023, el número de recetas en Andalucía creció un 18,7%, mientras que en el resto de España lo hizo en un 15,1%. Este incremento se pudo deber claramente a un mayor crecimiento de la población total en Andalucía (2%) frente a España (1,5%), pero muy especialmente al porcentaje de personas mayores de 65 años. En Andalucía la población mayor de 65 años creció entre 2011 y 2023 en un 39,9%, mientras que en España solo un 29,5%. Más significativa puso ser la evolución registrada en personas de más de 80 años. Mientras que entre 2019 y 2023 este grupo poblacional, que necesita muchos más medicamentos, creció un 0,6% en Andalucía, para el total de España los mayores de 80 años, muy probablemente a causa de la covid-19, descendieron en un 2,1%.
Esta evolución demográfica puede justificar de forma muy clara que el número de recetas per cápita en Andalucía haya pasado de 21,5 a 25,08; un incremento del 16,3%; mientras que para toda España se pasó de 21,0 a 23,8, un crecimiento del 13,3%. Lo cierto es que esta cifra para Andalucía se encuentra por encima de algunas comunidades con mayor porcentaje de personas mayores, circunstancia que debería ser analizada con mayor profundidad. Este puede ser uno de los elementos clave.
Por tanto, parece claro que todos los factores que tiran de la necesidad de un número mayor de recetas han evolucionado de forma más significativa en Andalucía que en el resto de España. Eso justifica gran parte del incremento del número de recetas y, por tanto, del gasto farmacéutico.
A consecuencia de ello, el gasto per cápita, que en Andalucía estaba históricamente bastante por debajo de la media nacional (219,7 euros frente a 240,5 en 2011), se ha ido aproximando a lo largo de los años. Ya en 2019, con las subastas de medicamentos aún vigentes, la diferencia estaba en 226,5 frente a 231,3 euros. En los últimos datos de 2023 Andalucía ya supera a toda España, 273,1 frente a 270,7 euros por habitante. Una variación entre 2011 y 2023 del 24,3% para Andalucía y de un 12,6% para todo el país.
Incremento del gasto medio
El otro elemento que marca la evolución del gasto farmacéutico es el gasto medio por receta. Andalucía siempre ha sido la comunidad autónoma con una menor cifra en este parámetro. Esto solo puede suceder porque la selección de medicamentos que realizan los médicos es de productos con mayor competencia de genéricos, lo que abarata los costes o para enfermedades menos problemáticas, lo que sucede en poblaciones más jóvenes. Pero también puede ser indicativo de una menor utilización de innovaciones, que habitualmente presentan un coste de adquisición superior.
En los últimos años, el gasto medio de Andalucía se ha mantenido en la banda baja de todas las comunidades autónomas, aunque ha ido evolucionando hacia la media. Entre 2011 y 2023, el gasto medio ha pasado de 10,19 euros a 10,89 en Andalucía (6,8% de incremento), mientras que para la totalidad de España se ha pasado de 11,44 a 11,36 euros (-0,7%). Pese al mayor crecimiento, el gasto medio en Andalucía se mantiene un 4% por debajo de la media nacional y actualmente se cifra en 10,89 euros, solo por encima de Madrid que tiene 10,87 euros por receta.