El gasto medio por receta facturada al Sistema Nacional de Salud (SNS) durante 2022 cayó un 1,19%, cifra que contrasta con el incremento experimentado por el índice de precios al consumo (IPC) general, que alcanzó un 5,4%.
De este modo, los medicamentos son uno de los pocos ámbitos económicos, junto a la energía, el transporte y la calefacción, en los que los precios han bajado en 2022, de acuerdo con la información sobre índices nacionales de rúbricas, que recoge hasta 57 tipos de bienes y servicios, elaborado por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Esta situación coloca, como han venido denunciando distintos agentes del sector, a la industria en una situación complicada ya que los gastos asociados a la producción y logística de los medicamentos llevan tiempo incrementando sus costes. Unas circunstancias tales que han llevado incluso a Portugal a incrementar linealmente el precio de los medicamentos más baratos para intentar asegurar su continuidad en el mercado, algo que en España también se ha solicitado.
La evolución del gasto medio por receta en los últimos años, de acuerdo con los datos publicados por el Ministerio de Sanidad, resulta muy suave. Así, en 2022 la receta media costó al Sistema Nacional de Salud (SNS) 11,35 euros. Esta cifra contrasta con la de 12,66 euros por receta que se registraron 20 años atrás, en 2002, con lo que el gasto medio habría caído un 10,3%, muy lejos de los 51,8% que ha crecido el IPC en todos estos años. Comparado con 2012 también se observa una gran diferencia entre la evolución del gasto medio por prescripción y el IPC. Mientras que el primero ha crecido un 6,2%, el segundo casi lo triplica al llegar a un 16,4%.
En cualquier caso, de acuerdo con el cierre de la facturación de recetas de 2022, el gasto farmacéutico ha crecido a lo largo de este ejercicio un 4,93% para toda España, un gasto que ha venido impulsado por la demanda, que creció un 6,19%. De este modo, el gasto total ha pasado de 11.746,9 millones de euros a 12.323,9; mientras que el número de recetas dispensadas pasó de 1,022,7 a 1.086 millones.
A este respecto, cabe señalar que el número de recetas dispensadas per cápita ha batido un nuevo récord y se ha situado en 22,8 recetas por persona al año, un 43% más que las 12,06 que se registraban en 2002 y un 18% que las 19,3 recetas que consumió cada persona en 2012.
En cualquier caso, el gasto farmacéutico facturado a través de recetas aún se mantiene por debajo del gasto récord registrado en 2009, antes de las medidas tomadas en 2010 por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y 2012 por Mariano Rajoy. En 2022 la cifra se ha quedado en 12.326 millones de euros, mientras que en 2019 fue un 1,45% superior al alcanzar los 12.506 millones.
Comportamiento por CCAA
El comportamiento de los distintos parámetros del gasto farmacéutico en las diferentes comunidades autónomas a lo largo de 2022 ha sido bastante similar en todas ellas. Todas ellas han visto reducido su gasto medio por receta al tiempo que veían crecer el número de recetas dispensadas, lo que hacía subir el montante total de la factura.
Por regiones, las que más han visto crecer su número de envases facturados han sido Murcia (8,46%); Comunidad Valenciana (7,36%) y Andalucía (7,24%); por su parte, las que menor incremento en este indicador han tenido fueron País Vasco (3,69%); Castilla-La Mancha (3,69%) y Extremadura (4,33%).
En lo que se refiere al incremento del gasto, las comunidades en las que más creció fueron Murcia (6,31%); Madrid (5,80%) y La Rioja (5,62%); mientras que en las que se contuvo el incremento fueron País Vasco (2,35%); Castilla-La Mancha (3,35%) y Navarra (3,87%).
En cuanto al gasto medio por receta, cabe señalar que ha oscilado entre los 10,82 de Andalucía o los 10,83 euros por envase dispensado de Madrid y los 12,21 euros por receta de Baleares o los 12,04 euros de Extremadura. En cuanto a la variación anual, todas las regiones han registrado una reducción del gasto medio por receta que varía entre la bajada del 2,34% de Comunidad Valenciana y la reducción de un 0,34% en Castilla-La Mancha.