“Llegó el ‘día de la marmota’ con WAIT, pero niego la mayor; somos el país con más acceso”

El pasado miércoles se dio a conocer el informe WAIT 2023, elaborado por IQVIA para la Federación Europea de la Industria Farmacéutica (Efpia). Un estudio que, desde 2004, analiza el comportamiento en diferentes países del acceso a los medicamentos innovadores. Diariofarma lo adelantó y, según los datos contenidos, la situación de espera para el acceso en España ha empeorado, aunque se ha mejorado en disponibilidad de los medicamentos.

Para el director general de Cartera Común de Servicios del SNS y Farmacia, César Hernández, la publicación de estos datos y todo lo que le rodea, que ya puebla también los medios generalistas, es como vivir en “el día de la marmota”, asegura. Para el director general, año tras año se repiten argumentos de un lado y otro, situaciones idénticas, como en la película ‘Atrapado en el tiempo’, dirigida por Harold Ramis y protagonizada por Bill Murray.

Hernández no está conforme con lo que se refleja en dicho estudio. “A la vista de los titulares parecería que España es un país con problemas de acceso. Niego la mayor. España es probablemente de los países del mundo con más acceso”. A este respecto, insiste en que el estudio obvia en sus datos los accesos mediante mecanismos especiales regulados por el Real Decreto 1015/2009, mientras que hay otros países “a los que sí que se mide el acceso antes de la decisión de precio”. Igualmente, recuerda que tampoco se valora el importante acceso a través de los ensayos clínicos.

Es más, el director general asegura que, en la actualidad, “no hay país que destine a medicamentos un porcentaje mayor del PIB”. En torno al 2% del producto interior bruto (PIB), concretó en la jornada Post Ispor hace algunas semanas. Tampoco entiende la situación de desencanto existente en todo el sector de la tecnología sanitaria, cuando España destina cada año “1.000 millones de euros adicionales” a la prestación y es uno de los países con mayor número de pacientes tratados con innovaciones, una vez que estas se introducen en la cartera: “Duplicamos fácilmente a las ‘n’ de otros países de nuestro entorno”. Por ese motivo, Hernández consideró necesario que las empresas tengan en cuenta las “circunstancias particulares de nuestro sistema sanitario”.

Ante esta situación, y dado que hay circunstancias que no van a cambiar en los próximos tiempos, como el desarrollo tecnológico a “velocidad exponencial”, las expectativas de los pacientes de “acceso precoz e inmediato” o las “demandas de precios elevados”, es necesario gestionar “expectativas, incertidumbre y esos precios altos”, ha considerado que la evaluación continuada del valor es una de las herramientas que pueden ayudar a la gestión de todo ello. Así lo ha explicado a lo largo de una conferencia que ha dictado en el marco de una jornada para la difusión del Proyecto Ágora, impulsada por el ISES, Axentiva y la colaboración de Abbvie.

En cualquier caso, para Hernández, el foco no hay que ponerlo en la evaluación de las tecnologías sanitarias u otros aspectos “intermedios”. Para él, la clave está en “decidir como país qué queremos hacer a la hora de proporcionar acceso a los medicamentos y otras tecnologías”. Según explicó, en la tarta presupuestaria también entran aspectos como la prevención, el diagnóstico, otras tecnologías; pero también acompañamiento, integración laboral, educativa, fisioterapia. A este respecto, se mostró convencido de que, si se preguntara por qué cuestión apostar, todo el mundo elegiría la prevención. Por ello, consideró que es necesario acordar “cómo meter todo en un entorno sostenible”.

De este modo, consideró necesario “centrarnos en la nuclear, que es cómo vamos a gestionar todo este problema de acceso en un entorno de alta incertidumbre clínica e incertidumbre financiera por los altos precios”. Como parte de la solución, planteó que las decisiones “no sean un todo o nada”, ni que sean “para siempre”, ya que se debe poder evaluar continuadamente el valor de las tecnologías.

Por todo ello, se mostró convencido de la necesidad de “repensar el sistema y las herramientas que nos permitan ver los trazos a largo plazo, nos ayudarán”.