Uno de los problemas a los que se enfrenta el Sistema Nacional de Salud (SNS) al adquirir medicamentos es la escasa flexibilidad de la legislación de contratos, especialmente para los medicamentos nuevos. Por este motivo, modernizar la ley de contratos para introducir flexibilidades relevantes para el ámbito farmacéutico es uno de los puntos claves de la Estrategia de la Industria Farmacéutica. Así lo explicó César Hernández, director general de Cartera Común de Servicios del SNS y Farmacia, durante una conferencia en el Farmaforum, celebrado en Ifema, Madrid.
Hernández destacó la necesidad de mejorar la ley de contratos para adaptarse a las circunstancias de los medicamentos más innovadores. Un ejemplo es el límite de cinco años para el pago diferido. Esto es relevante para terapias génicas de una única administración con un de una única administración y un precio “muy alto que está relacionado con alcanzar un determinado resultado”. Para Hernández, es esencial contar con un margen de tiempo superior para realizar los pagos, sugiriendo que la Ley de Contratos debe permitir esta flexibilidad.
Asimismo, el director general se mostró a favor de flexibilizar la compra de medicamentos en exclusividad, un proceso que genera burocracia y retrasa el acceso de los pacientes a los tratamientos.
En cuanto al futuro, Hernández prevé la necesidad de afrontar compras centralizadas a nivel europeo o aplicar mecanismos similares a los utilizados durante la pandemia para productos específicos. Por ejemplo, mencionó la posible compra de amoxicilina por parte de varios países europeos, lo cual podría desequilibrar el mercado, ya que el resto de los países deben decidir si sumarse a esta operación.
Además, el director general abordó temas como la Estrategia de la Industria Farmacéutica, el acceso a medicamentos en España en comparación con otros países, y los desarrollos legales en marcha. También habló sobre la posibilidad de incorporar al ordenamiento jurídico español un acceso precoz, temprano u oportuno (timely) a ciertos productos, mientras se desarrollan las negociaciones de precio y reembolso. A su vez, destacó la importancia de introducir criterios de competencia más allá del sistema de precios de referencia y avanzar en el reposicionamiento de medicamentos.
Para concluir, Hernández enfatizó que su principal objetivo al frente de la dirección general es reequilibrar el sistema de medicamentos, en tres aspectos clave: mejorar el acceso a las innovaciones para que sean capaces de rentabilizar las inversiones; fomentar la introducción de genéricos y biosimilares tras la expiración de patentes; y recuperar medicamentos que, a pesar de haber perdido rentabilidad, aún poseen un valor significativo.
Finalmente, subrayó la necesidad de equilibrar la inversión en medicamentos frente a otros productos o servicios sanitarios, que ocupan un lugar similar en cuanto a la necesidad de los pacientes.
