El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ya ha designado a los miembros del nuevo equipo de Gobierno, entre ellos, al consejero de Sanidad, Jesús Fernández, que repite como titular de esta cartera. El objetivo de García-Page al conformar esta estructura es el "de alcanzar las metas fijadas durante la pasada campaña electoral y el pasado debate de investidura", y que ha resumindo en tres conceptos: "cohesión social, competitividad y sostenibilidad".
No obstante, cumplir con el programa, en materia de sanidad, y, más concretamente, en relación con la prestación farmacéutica, implica seguir adelante con la apuesta, plasmada en el programa para el 26M, por la promoción del uso racional de los medicamentos. En este punto, se hacía una mención expresa a "un sistema de selección de medicamentos", que sonaba a subasta, aunque no se sabe si con la propuesta de la Airef de implantarlas a nivel nacional esto carecería de sentido. Hablaban, concretamente, de "desarrollar una política de eficiencia en el gasto farmacéutico incorporando diferentes procedimientos, entre ellos, el sistema de selección pública para medicamentos y productos sanitarios sin patente", a la vez que abogaban también por "el impulso de genéricos y biosimilares".
En relación con el uso racional, es preciso recordar que, entre las medidas adoptadas en la anterior legislatura por los socialistas, la que impulsó la Consejería de Hacienda y Administraciones Públicas de Castilla-La Mancha. Ésta abrió una consulta pública previa a la reglamentación de la constitución de la Comisión Regional de Uso Racional del Medicamento, un órgano colegiado, explicaban, para coordinar y homogeneizar la labor de las diversas comisiones existentes en los centros. Cabe esperar, tras la victoria electoral, que den continuidad a esta iniciativa emprendida a finales de 2018.
Volviendo al programa, la formación liderada por García-Page se comprometía también a "incrementar la compra centralizada de medicamentos y productos sanitarios en todos aquellos casos en los que se puedan obtener ahorros significativos", así como de "fomentar una adecuada educación e información sobre el uso racional de los medicamentos".
Compromisos en materia de gestión
Más allá de la prestación farmacéutica, el PSOE proponía en su programa la creación de "una Estrategia de Buen Gobierno y Gestión del SNS para mejorar calidad y eficiencia", y la "rendición de cuentas, participación y profesionalización de la gestión" y, en cuanto al modelo, defendían "la gestión pública de los servicios sanitarios", con conciertos y acuerdos con instituciones privadas "complementarios y regidos por principios de transparencia y control". Asimismo, apostaban por por la "introducción de elementos gerenciales para reforzar la sostenibilidad y alcanzar el equilibrio financiero", así como el aumento del peso en las decisiones de la AP, que deberá aglutinar el 25% presupuesto sanitario.
Para concluir, apelaban al "establecimiento de mecanismos de evaluación de resultados en salud en los diferentes ámbitos y niveles asistenciales", y se comprometían a una dotación adecuada y renovación tecnológico, incluyendo la implementación del big data y la inteligencia artificial, así como a profundizar en la digitalización del sistema.
Ordenación farmacéutica
En relación con las oficinas de farmacia, cabe recordar que el Gobierno de Castilla-La Mancha ya anunció la aprobación, en marzo de 2019, de un nuevo Decreto de Planificación Farmacéutica y requisitos, personal y autorizaciones de las oficinas de Farmacia y Botiquines, que, entre otras novedades, llevaba implícita la apertura de 50 nuevos establecimientos.
Siguiendo con este sector, cabe rescatar también la información que publicó el sindicato Satse, a finales de 2018, tras una reunión con Fernández en la que le trasladaron su "preocupación" con respecto al texto de la Ley de Farmacia de Madrid que estaba por entonces en tramitación, y que incluía la atención farmacéutica domiciliaria. Satse aseguró que el consejero les habría trasladado que no existían perspectivas ni a corto ni a medio plazo de cambiar el reparto competencial ni la distribución de tareas entre farmacéuticos y los profesionales de Enfermería.
