Profesión

Los farmacéuticos y médicos de Ribera Salud ‘hablarán’ en Medafar

El lenguaje normalizado de comunicación entre médicos y farmacéuticos en relación a la medicación, Medafar, dará sus primeros pasos en práctica real en Ribera Salud, a la espera de su extensión a todo el SNS.
Jorge Vázquez, Gerente de Corporaciones e Instituciones de Esteve y Emilia Montagud, jefe de Servicio de Farmacia de Atención Primaria del Departamento de Salud Elx-Crevillent, en Alicante

Desde el 1 de noviembre está en marcha en forma de pilotaje la implantación de lenguaje normalizado que se utilice en las comunicaciones entre farmacéuticos y médicos con el objetivo de intercambiar información clave sobre el paciente de modo que, además, se pueda evaluar y analizar. Se trata de la implantación del Proyecto Medafar en los centros de Salud de Crevillente, San Luis y Aspe así como en las farmacias comunitarias de sus zonas de influencia.

El proyecto, impulsado por la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), Esteve y Fundación Pharmaceutical Care, tiene como objetivo mejorar la comunicación entre los médicos de Atención Primaria y los farmacéuticos comunitarios para conseguir una óptima asistencia farmacoterapéutica en pacientes crónicos, y ha sido liderado, en el ámbito de Ribera Salud, por Emilia Montagud, jefe de Servicio de Farmacia de Atención Primaria del Departamento de Salud Elx-Crevillent, en Alicante y profesora Asociada de la Universidad Católica San Antonio de Murcia.

Esta experta, que la primera vez que escuchó hablar de Medafar fue en el IX Congreso de Atención Farmacéutica celebrado en Toledo hace dos años, presentó durante la X edición del mismo, que ha tenido lugar en Burgos, las líneas maestras del proyecto que ha puesto en marcha. Para ella, es esencial recabar información de la farmacia comunitaria en relación a los tratamientos que sigue el paciente puesto que “siempre acaba en la farmacia” y si no tenemos información de lo que allí ocurre “nos estamos perdiendo parte” de la misma.

Por ese motivo, Monteagud llevaba tiempo intentando desarrollar un procedimiento de comunicación entre médicos y farmacéuticos y esperaba haberlo visto hecho realidad en el sistema de prescripción electrónica del Servicio Valenciano de Salud. No obstante, con el cambio de gobierno en 2015, esta cuestión dejó de ser una prioridad. Ahora, “no hay voluntad política” de impulsarlo, explica.

A pesar de ello, esta experta está convencida de que en cuanto empiecen a tener resultados las autoridades sanitarias se sumarán al carro: “hay que demostrarles el beneficio que puede tener”, aseguró. No obstante, se quejó de que desde los servicios sanitarios “no se incentive la comunicación entre médicos y farmacéuticos”, pese a que la legislación lo establece.

También es consciente de las reticencias que existen entre algunos profesionales a la hora de compartir información y trasladarla a otros agentes. Por ello, considera importante “convencer” y trasladar “la necesidad” de compartir esa información ya que en cuanto se empieza a ver “resultados y se empiezan a solucionar problemas que antes eran difíciles, se ve mejor”, explica esta farmacéutica. En los tres centros de Salud que harán de punta de lanza del proyecto “todo el mundo está convencido de que hay que dar este paso” y los farmacéuticos de oficina de farmacia y los médicos se reúnen periódicamente para colaborar explica. “Cuando empiezas a trabajar para que comuniquen, ellos ya empiezan a trabajar juntos. Se pone una semilla y ya empiezan a comunicarse. Cuando abres esas puertas todo cambia, el escenario cambia”, relata.

Un lenguaje normalizado, como CIE-9

Para Monteagud, Medafar es un lenguaje como el CIE-9. Su ventaja reside en que se normaliza el lenguaje a utilizar. “Comunicarse es fácil, pero si no se mide o no está normalizado, no se habrá avanzado y solo se habría cambiado el soporte”.

Además, esta experta es una defensora a ultranza del acceso de los farmacéuticos comunitarios a la historia clínica. “Es de sentido común”, asevera. De otro modo, la información que le llega, puesto que el paciente se la cuenta, “está sesgada, de forma no intencionada, por el paciente”. En este sentido, considera que hay muchos prejuicios e ideas preconcebidas en relación a la actuación general de los farmacéuticos que son erróneos. “La idea de que trabajan por el beneficio única y exclusivamente no es cierta”, explica.

Volviendo al piloto que implantarán en Ribera Salud, Monteagud explica que dada la negativa de la consejería valenciana a incorporar el módulo de comunicación con la farmacia en el sistema de receta electrónica, tuvieron que desarrollar una plataforma informática propia como medio para la comunicación. Pero el objetivo final es que el código Medafar pudiera ser incorporado en las plataformas de prescripción de los sistemas autonómicos de salud. En este sentido, el Public Affairs Manager de Esteve, Jorge Vázquez, deja claro que “Medafar nace con un espíritu de servicio a la comunidad y los pacientes”. Para él “la plataforma es algo paralelo, pero lo más difícil es el lenguaje y luego poner de acuerdo a los profesionales y propiciar la comunicación”.

Con todo, lo más importante serán los resultados en términos de salud y satisfacción del paciente que se puedan observar. Por ello, desde Ribera Salud pretenden iniciar la evaluación del proyecto de forma inmediata y esperan poder dar algunos resultados al cabo de seis meses de implantación.

 

Las 10 RAZONES de la necesidad de MEDAFAR en el SNS:

  1. No existe, en la actualidad, ninguna clasificación específica sobre la derivación fármaco-terapéutica como actividad asistencial. Se utiliza la expresión “fármaco-terapia” y no “farmacoterapia”, porque incluye cualquier tipo de terapia, pero se da prioridad a los medicamentos.
  2. Enlaza los procedimientos de la Atención Farmacéutica (AF) con la terminología y conceptualización de la Atención Primaria de Salud.
  3. Contribuye a integrar la labor de los farmacéuticos comunitarios en el Sistema Nacional de Salud (SNS), admitiendo sus derivaciones como punto final de la intervención, y facilitando la interoperabilidad entre ambos entornos profesionales.
  4. Al médico de atención primaria le ofrece la posibilidad de coordinación interprofesional ampliando el espectro actual.
  5. Facilita la evaluación de la adherencia terapéutica, el seguimiento farmacoterpéutico, la calidad y seguridad de los procesos asistenciales con medicamentos.
  6. Sirve de nexo de coordinación entre los diferentes profesionales sanitarios, independientemente del tipo y lugar de ejercicio competencial que desarrollen.
  7. Se concibe una clasificación de derivación fármaco-terapéutica global que abarca cualquier tipo de problema relacionado con los medicamentos (PRM) o con otras terapias de todos los problemas de salud.
  8. Un sistema codificado y normalizado de derivaciones interprofesionales contribuye a crear vínculos organizativos entre los colectivos que trabajan en la asistencia sanitaria.
  9. Cumple con los principios más innovadores de la sanidad del siglo XXI, donde se justifica que los agentes implicados con problemas comunes deben de alinearse en busca de soluciones comunes: ejemplo impecable de consenso entre médicos y farmacéuticos avalado por dos sociedades científicas de gran prestigio.
  10. En definitiva, un proyecto que en sus primeras fases de implantación facilitará al sistema sanitario Resultados en Salud y KPI’s que ayudarán a cuantificar el rendimiento del progreso en función de los objetivos planteados para la mejora de la calidad asistencial.

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