María Ángeles García, portavoz de Sanidad de Podemos en la Asamblea de Murcia, analiza en esta entrevista con Diariofarma la gestión del Gobierno de su región en materia de sanidad. Destaca la alta variabilidad en la calidad de la atención que se presta en las distintas áreas de salud y aboga por un estudio de necesidades y una planificación adecuada a ellas. Con eso, opina, la infrafinanciación que sufre la sanidad murciana tendría menos impacto en la asistencia. Defiende la participación de los pacientes en condiciones de igualdad en la toma de decisiones, y también de los profesionales sanitarios. En materia de medicamentos, aboga por debatir los posibles beneficios de una subasta de medicamentos y apuesta por un modelo mixto de remuneración a las farmacias, que tenga más en cuenta los servicios que aportan y no solo su volumen de ventas.
Pregunta. ¿Qué balance hace de la gestión del Gobierno murciano en materia sanitaria?
Respuesta. La gestión del Gobierno del PP, que lleva más de 20 años en el Gobierno de la Región, ha sido pésima. Los presupuestos son deficitarios desde la asunción de competencias, en 2002. Eso ha hecho que acumulemos un déficit de más de 3.000 millones en sanidad. Todos los años necesitamos gastar 300 millones más, lo que obliga a aumentar el déficit, pero ese gasto adicional no está repercutiendo en una mejora de resultados. Nuestros indicadores son de los peores de España.
P. ¿Han notado cambios con la entrada del nuevo consejero en 2017?
R. Lo que sí notamos es que el nuevo consejero está haciendo un estudio de la situación real, los cuales vienen a confirmarnos lo que ya habíamos visto, que se ha gestionado pésimamente. Luego se está dedicando a poner parches, en vez de aplicar reformas profundas y estructurales, pero tampoco tiene mucho margen de maniobra.
P. ¿Cuáles son los grandes problemas, a día de hoy, que ustedes detectan en la sanidad murciana?
R. El problema principal son las desigualdades territoriales. Hay nueve áreas de gestión, en las que se aplican nueve maneras diferentes de gestionar la salud, lo que genera desigualdades y dificultades de acceso. Y es que no todas las áreas disponen de las mismas infraestructuras, ni en Primaria ni en especializada, y eso repercute en la población. Además, hay déficit de personal, y eso nos sitúa en la tercera posición con peores listas de espera quirúrgicas, por ejemplo. Esto al final se está traduciendo en la externalización de servicios para pruebas diagnósticas e intervenciones quirúrgicas, aunque esto también varía entre unas áreas y otras.
P. Si existe un problema principal de variabilidad en la gestión, ¿qué soluciones proponen?
R. Tenemos que decir que partimos de un presupuesto deficitario, y eso repercute a las distintas áreas. A nivel poblacional, hay territorios más aislados, rurales, que requieren de una planificación diferente. No hay criterios definidos para cada área, para que pueda haber una igualdad real en la asistencia. Hay que evaluar las necesidades de cada área, y planificar y tomar medidas para satisfacer esas necesidades.
P. Porque la solución no estaría en homogeneizar la gestión...
R. No entenderíamos la gestión única si se van a preservar esas desigualdades y se va a avanzar en la externalización. La solución pasa por una evaluación y aplicación de recursos en función de las necesidades de cada área.
P. ¿Y estas soluciones se pueden aplicar con los recursos que existen actualmente?
R. Aunque partimos de que el presupuesto que manejamos no es real, que hay infrafinanciación y que hay que generar déficit sistemáticamente, así como del impacto de los recortes en sanidad que se han aplicado a nivel nacional, creemos que es posible mejorar la sanidad con una optimización de la gestión y una redistribución de recursos. Porque vemos que a veces se gasta más, pero los indicadores de salud no mejoran. Y eso es porque hay un error de base.
P. ¿Qué opinión les merece la solicitud casi unánime de las CCAA de que se reforme el sistema de financiación autonómica actual?
R. Estamos de acuerdo con que el sistema de financiación autonómica actual no es el adecuado. Somos una de las CCAA que están infrafinanciadas. Pero con la dotación presupuestaria que nos correspondería no sería suficiente para atender las necesidades que tenemos.
P. Se habla mucho de la necesidad de que los pacientes intervengan más en la toma de decisiones. La Consejería ya ha mostrado a asociaciones de usuarios su intención de articular dicha participación. ¿Cuál es la opinión de su Grupo, a este respecto?
P. Para nosotros, la participación de los pacientes en el sistema es fundamental, y también de los profesionales, porque son los que están en el día a día con esos pacientes. En la Asamblea presentamos una iniciativa para coordinar esa participación. La Consejería tiene pendiente poner en marcha los consejos de Salud de Área, en los que participarían asociaciones de pacientes, pero tal y como está prevista no nos parece adecuada, porque hay más participación de empresa privada que de usuarios. Hemos pedido una modificación de ese reglamento. Hay participación de organizaciones empresariales, algunas asociaciones de enfermedad concreta, pero no están todas las asociaciones ni todos los pacientes. Pensamos que hay que incluir a alguna más, sobre todo que se incluya a todos los usuarios del sistema, no solo a los de una patología. También están los sindicatos, que tienen que tener voz, pero que no tienen que ocupar tanto espacio en detrimento de los usuarios. Los consejos están diseñados para que tengan sólo un representante de pacientes, frente a varios de empresas, ayuntamientos, sindicatos, etc.
P. Pasemos a la gestión de la prestación farmacéutica. ¿Están satisfechos?
R. Lo que vemos dentro del presupuesto es que hay una parte muy elevada que se destina al gasto farmacéutico y entendemos que hay que reducirlo. El intento de controlar el gasto existe por parte de la Consejería.
P. ¿Cómo lo harían ustedes?
R. A través de una evaluación de los medicamentos que se están financiando mediante criterios de coste-efectividad, y también impulsando la utilización de genéricos. También se podría debatir la aplicación de algunos sistemas, como las subastas, siempre analizando cuál ha sido el efecto de su aplicación en otras CCAA.
P. Vayamos por partes. Hablaba de profundizar en la evaluación de los medicamentos. La Consejería ha firmado precisamente un convenio con la SEFH para hacer uso de las metodologías del Grupo Génesis, para la evaluación y el posicionamiento. Iría en esa línea...
R. Estamos de acuerdo. Pensamos que es preciso evaluar teniendo en cuenta la efectividad y la eficiencia. Hay que financiar lo que proporcione unidades de salud a menor coste.
P. Sobre el impulso de los genéricos, y también los biosimilares, creo que también se han dado pasos. El Gobierno anunció que impulsaría los segundos en los pacientes que iniciaran tratamiento, y los incluyó en los acuerdos de gestión.
R. Pensamos que la intención de impulsar los genéricos existe. Con los biosimilares hubo intento de fomentar la sustitución, pero los profesionales se mostraron en contra. Hay que contar siempre con los profesionales y con los pacientes para tomar las decisiones. El rechazo se debió a la falta de participación. Si se hubieran reunidos con los colegios, las sociedades científicas, etc., seguramente este rechazo no se habría producido. Hay que hacerlo, y respetar la libertad de prescripción del facultativo para evitar ese rechazo.
P. Hablaba también de las subastas, pese al ruido que hay en Andalucía...
R. Pensamos que hay que hacer un gran debate en torno a la mejora del sistema de adquisición, teniendo en cuenta las opiniones de todos los colectivos profesionales, los pacientes, etc. Partimos de que todos queremos la mejora del sistema y entre todos debemos evaluar cuál es la mejor fórmula.
P. Cambio de tercio. Hace unos días, el Grupo Popular registró una pregunta oral en la Asamblea en la que pedía información al Gobierno sobre ayudas al copago farmacéutico para colectivos vulnerables. ¿Saben si el Gobierno se está planteando esta medida? ¿Qué opinan ustedes sobre la posibilidad de que se den esas ayudas?
R. Nos sorprende. La semana pasada llevamos una iniciativa para que se concediesen ayudas a pensionistas, familias con escasos recursos, familias con personas dependientes o con enfermedades graves a su cargo, que vieron incrementada su participación en el copago a raíz del 16/2012, lo que ha provocado que en algunas de esas familias hayan tenido que elegir entre comer o tomar sus medicamentos, y muchas han elegido comer. La moción no salió adelante. PP y Ciudadanos votaron en contra. Y ya es la segunda vez que lo hacen, porque propusimos algo similar a través de enmiendas a los presupuestos. No sé cuál es el sentido de esta pregunta ahora. Dudo mucho que vayan a aplicar medidas. A lo mejor es que el consejero ha visto los datos del Ministerio de Sanidad, que dicen que hay 40.000 personas que han abandonado el tratamiento. También puede quedarse en un mero anuncio, ya que estamos entrando ya en precampaña electoral.
P. Hablaba de familias que tienen que elegir entre comer o tomar los medicamentos. ¿Así de crudo?
R. Hay que tener en cuenta que el porcentaje de población en riesgo de exclusión en Murcia está en torno al 30%, y en pobreza severa en torno al 8%. Entre los pensionistas, el 50% por debajo del umbral de la pobreza. También tenemos la renta per cápita más baja y las pensiones más bajas. Eso hace que el copago sea más gravoso para los murcianos. Y más aún teniendo en cuenta que aquí los pensionistas tienen que adelantar la cantidad íntegra y luego se les devuelve la diferencia. Hay pensionistas con pensiones mínimas que no están retirando sus medicamentos y está empeorando la adherencia.
P. Tienen pendiente también la apertura de nuevas farmacias. El Gobierno llegó a asegurar que se iban a abrir 10, pero aún no hay nada. ¿Cuál es su posición al respecto?
R. Si se hace una propuesta de apertura de farmacias en función de la población y se cumplen los requisitos, se tienen que abrir. Pero los concursos están parados y no sabemos por qué, y hay nuevos núcleos de población que siguen sin tener cubierto este servicio. No sabemos muy bien qué está pasando.
P. Siguiendo con las farmacias. ¿Creen que habría que potenciar la relación de las farmacias con el SMS?
R. Para nosotros, la participación del farmacéutico dentro del SMS es fundamental. Es la vía de entrada de muchos usuarios al sistema, ya que, antes de ir al centro de salud con un síntoma leve, muchas veces piden consejo en la farmacia. Reconocemos y valoramos esa labor. Pero nosotros pensamos que también está pendiente de desarrollar la farmacia de Atención Primaria, por ejemplo. Entre ambas podrían contribuir a la adherencia, a la conciliación, etc.
P. ¿Apoyarían la remuneración adicional a la farmacia comunitaria por servicios como el SPD, el SFT, etc.?
R. Habría que tener un debate amplio sobre este tema, pero pensamos que la mejor opción sería aplicar un mecanismo mixto de remuneración a las farmacias, que no solo tenga en cuenta el volumen de ventas, sino también los servicios que aportan a la población. Que no sea un pago por acto, sino por todo el servicio que se presta. De esta forma, además, se reduciría su dependencia de la venta de parafarmacia para poder mantener su nivel de ingresos.