La Universidad Politécnica de Madrid (UMP) y la Fundación Pfizer han organizado un workshop sobre innovación tecnológica, centrado en salud digital, en el que diferentes expertos de este sector han esbozado los principales retos y oportunidades de futuro. En él, han estado representadas grandes compañías de tecnología sanitaria y también pequeñas startups, y desde ambos bandos se ha remarcado la necesidad de buscar vías de entendimiento para canalizar los nuevos desarrollos hacia el mercado.
Sergio Rodríguez, director general de Pfizer España, subrayó, a este respecto, que la unión de fuerzas implica combinar "el conocimiento del sector" que tienen las grandes compañías, en aspectos como acceso al mercado o cuestiones regulatorias, con la capacidad de desarrollar soluciones disruptivas de las pequeñas compañías que emergen en el ámbito de la salud digital. A éstas, las animó a identificar las áreas en las que pueden aportar valor a las grandes compañías, para que éstas vean atractivo el enlace. Por la parte de grandes compañías multinacionales como la americana, la clave está, a su juicio, en tomar conciencia de "que no tenemos todo el saber dentro, que tenemos que mirar fuera y buscar colaborar" con otros. Según dijo, En Pfizer han empezado a aplicarse el cuento.
En una línea similar se expresó David Labajo, director de Digital Health para el Sur de Europa de General Eelectric Healthcare. En su opinión, las grandes corporaciones vienen de "muchos años de mucha endogamia, con muchas resistencias a abrirse hacia afuera". No obstante, ahí fuera hay multitud de proyectos que emergen del mundo de las startups especializadas en salud digital, y no todos, opinó, son candidatos a integrarse en la actividad de un gigante de estas características. Desde el punto de vista de las grandes compañías, la clave está, dijo, "en ver qué hay fuera que me pueda aportar al negocio que ya tengo". Incidió mucho, a la hora de argumentar esto, en la necesidad de "complementar la propuesta de valor" que ya están ofreciendo estas grandes empresas.
Tanto Rodríguez como Labajo entraron además a abordar la fórmula más conveniente de relación entre las grandes y las pequeñas empresas, ya que hay una concepción errónea, opinó Labajo, "de que todo pasa por la adquisición de participaciones de la empresa pequeña". A este respecto, remarcó las oportunidades que ofrecen los modelos colaborativos, modelos que permiten medir, sobre la base del trabajo conjunto, el valor que unos y otros se pueden aportar mutuamente y, a partir de ahí, tomar decisiones de continuidad, afianzamiento o ruptura.
Un 'hermano mayor' para acceder al mercado
La visión de la otra parte la ofreció, primeramente, Cecilia García, cofundadora y asesora tecnológica de Aura Innovative Robotics, una spin off de la UMP, que reconoció que "para una startup, siempre hay complicaciones de acceso al mercado, lo que hace que necesitamos un hermano mayor, con conocimiento en estos aspectos, con una red de distribución para poder lanzar en todo el país". Ellos han salido ya al mercado con un sistema de medición que pretende llegar a ser, cuando culminen el proceso de investigación clínica, una nueva herramienta de diagnóstico, a partir de un biomarcador, en el ámbito de las enfermedades del sistema nervioso central. "Este primer paso ha sido posible gracias a un estudio pormenorizado del marco regulatorio", algo que, dijo, "es tan importante como la investigación en sí".
Su visión la completó María Jesús Ledesma, investigadora en Biomedical Image Technologies y profesora de la UPM, desde donde, además de la experiencia con la empresa anteriormente mencionada, han impulsado la creación de otras pequeñas entidades en este sector. Allí se incubó el proyecto que dio lugar, por ejemplo, a Trip Doctor, una aplicación por la que se ofrece teleasistencia a viajeros. Ledesma refirió "grandes problemas en la relación con las grandes empresas, que suelen preferir el desarrollo propio". En su opinión, estas compañías "tienen que estar más abiertas al maridaje, a la colaboración", independientemente de que la startup termine siendo absorbida, o no.
La barrera que supone el 'standard of care'
A los problemas que encuentran las startups en su relación con las grandes empresas y para pasar con éxito la fase regulatoria, hay que añadir, según Ledesma, "la resistencia de los clínicos", muy apegados, dijo, "al standard of care". Y sobre esto, entre otras muchas cosas, versó precisamente la charla del ponente internacional de la jornada, Derek Richards, cofundador y director de Clinical Research & Innovation de la empresa SilverCloud Health e investigador principal del e-Mental Health Group del Trinity College de Dublín.
Éste remarcó que el reto de las empresas del sector de la salud digital es el de hacer entender sus desarrollos, "no como mera tecnología, sino como una nueva forma de resolver los problemas de salud, creando nuevas experiencias para los pacientes". Asimismo, entre las claves para empujar a los sistemas de salud, incluidas las grandes empresas, en esa dirección, resaltó el ofrecer soluciones "innovadoras, pero que además sean coste-efectivas y sirvan para ampliar el acceso de los pacientes a la salud". Incidió, poco después, en que, en un marco de aumento de la demanda por las tendencias demográficas, va a ser clave contribuir con estas soluciones a "aumentar la eficiencia y minimizar el despilfarro" de recursos.
Labajo reconoció, en este sentido, que, al igual que los gestores públicos, "las grandes empresas necesitan ayuda" para asumir la transformación de los modelos de atención. "Por eso", concluyó, "es bueno que las startups nos reten, para forzar esa transformación también a nivel interno en las grandes empresas". Como ejemplo, puso la cultura establecida en el seno de las corporaciones de salud, basada en el pensamiento de que todo el desarrollo que se realiza en este sector tiene que ser de ciclo largo, "cuando la digital health nos permite pensar de otra manera".