Desde su llegada a la jefatura del Servicio de Farmacia del Área de Gestión Integrada (EOXI) de Vigo, Guadalupe Piñeiro tuvo clara cuál iba a ser una una de sus prioridades: la coordinación asistencial iba a gozar de una atención especial, predominante, en su hoja de ruta. Y es que, explica, "la transición de los pacientes entre niveles asistenciales es una prioridad para todos los sistemas sanitarios, y la conciliación de la medicación uno de los puntos más críticos del proceso". De ahí la importancia, subraya, de que "los farmacéuticos de hospital y de Atención Primaria estemos trabajando para garantizar una continuidad farmacoterapéutica de calidad en nuestros pacientes".
Ese trabajo en coordinación entre niveles asistenciales, que actualmente conecta a farmacéuticos, y también médicos, se realiza entre los dos hospitales del EOXI, el Álvaro Cunqueiro y el Meixoeiro, y un total de 52 centros de salud, un centro psiquiátrico de crónicos y varios centros sociosanitarios que, entre todos ellos, juntan 1.200 camas. En total, hablamos de un área sanitaria y sociosanitaria compuesta por 500.000 pacientes, que son atendidos, en lo relacionado con los medicamentos hospitalarios, por 23 farmacéuticos de hospital y 13 de Atención Primaria. Las labores conjuntas comenzaron, aclara Piñeiro, con "un proyecto piloto" que integraba una serie de "acciones concretas", las cuales se han convertido, dice, "en practica asistencial habitual, que además queda reflejada y visible para el paciente y cualquier profesional sanitario que lo atienda, al disponer de una teleconsulta de farmacia integrada en el historia electrónica del paciente".
Pero éste no es sino el último paso de un proceso que viene de lejos, y que arrancó que con un análisis del proceso de coordinación entre farmacéuticos de AH y AP, y un estudio de los medios electrónicos disponibles para realizarlo. Para ello contaron con un panel de expertos y, además se creó un grupo de trabajo formado por farmacéuticos de ambos niveles asistenciales y por el responsable de calidad, para homogeneizar y consensuar los motivos de consulta, la codificación de los pacientes y los tipos de problemas a derivar en un sentido u otro. Ahí se decidió desarrollar una plataforma de derivación bidireccional (se validó con un piloto de 12 meses), vía correo electrónico, para la comunicación entre ambos niveles. También comenzó a registrarse la actividad, a través de un programa corporativo accesible, pero no integrado en la historia electrónica. En esta primera fase, se incluyeron pacientes con problemas relacionados con medicamentos sujetos a visado (de AP a hospital), y pacientes con problemas detectados durante la conciliación al ingreso o al alta de Urgencias y la Unidad de Corta Estancia (de hospital a AP), entre otros.
En una fase posterior, que duró otros 12 meses, se procedió a la estandarización de los procesos, ampliando el abanico de casos, y también se automatizó la dinámica de las consultas, además de individualizarlas, para que éstas fueran recibidas solamente por los farmacéuticos implicados. Ya en la última fase, se produjo la integración completa entre la nueva herramienta y la historia electrónica (también con el sistema de gestión de citas en Atención Primaria), contando para ello con la autorización del Servicio Gallego de Salud, y se dio entrada a otros profesionales, como los médicos de Atención Primaria, para que pudieran derivar o consultar dudas o problemas, también con pacientes con nutrición artificial domiciliaria.
El proceso habitual se basa en un profesional de AP que realiza una consulta a través de la historia electrónica del paciente, común para ambos ámbitos asistenciales, asociándola a un episodio calificado como Consulta telemedicina no presencial (FAR-FARMACIA). En ese mismo momento se genera una entrada en la agenda del hospital, con la calificación de Telefarmacia G00 (cita no presencial). De darles respuesta se el farmacéutico de hospital responsable, que revisa diariamente la agenda de trabajo específica de teleconsulta, para valorar y resolver los problemas planteados o bien derivar al farmacéutico de referencia según el área de especialización (Oncohematología, Nutrición, Cardiovascular, Infecciosos, Monitorización de Fármacos, Psiquiatría, Información de Medicamentos, Pediatría y otros). Resuelto el caso, deja constancia de su apreciación en la la historia electrónica, para que ésta pueda ser revisada por el profesional de AP, que se encargará de trasladarlo al paciente.
Participación de los FH
Actualmente, explica Piñeiro, "la teleconsulta de farmacia es coordinada por una farmacéutica especialista y por la coordinadora de los farmacéuticos de atención Primaria de la EOXI Vigo, aunque todos los farmacéuticos del hospital y los de Primaria participan intensamente en este trabajo". Explica que el proyecto no ha supuesto un aumento de plantillas, sino que la actividad que se deriva de él "se realiza gracias al esfuerzo y a la colaboración de todos". En cuanto a la inversión en medios técnicos, recuerda que, previamente, se había desarrollado en Galicia la teleconsulta en otros servicios, como Cardiología o Reumatología, y que ellos aprovecharon esa experiencia previa para "replicar el modelo en Farmacia".
Sobre cómo le ha cambiado la vida al farmacéutico hospitalario con la implantación de este proyecto, asegura que les ha permitido "tener una visión más central y transversal del paciente, independientemente de donde se encuentre". Asimismo, considera que este programa "permite ahorrar tiempo a los profesionales para solventar discrepancias o dudas con cualquier tratamiento".
Entre los principales beneficios, destaca "la resolución de problemas relacionados con los medicamentos y las dudas sobre el soporte de pacientes con nutrición enteral domiciliaria, sin que el paciente tenga que desplazarse o que sufrir demoras innecesarias". No obstante, considera que existen potencialidades que no se han terminado de desarrollar y apunta, como obstáculo principal, al margen de mejora que aún existe en lo que respecta, "sobre todo, a la derivación del hospital a Atención Primaria". En este sentido, considera que el desarrollo técnico de la teleconsulta "no está completo", y eso afecta a la optimización del rendimiento del nuevo modelo de atención. Por eso, entre los próximos pasos que quieren dar sitúa "la mejora de la herramienta y la ampliación de los programas de conciliación de la medicación al ingreso y al alta", además de elevar "la implicación de los profesionales".