Olga Delgado es jefa del Servicio de Farmacia del Hospital Son Espases, de Palma de Mallorca, además de vocal miembro de la Comisión de Farmacia y Terapéutica de Islas Baleares, y fue elegida por la ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo, como miembro del Consejo Asesor de Sanidad. Su experiencia, sus conocimientos y su valor para llamar a las cosas por su nombre le avalan para el desempeño de unas funciones que ahora, con el adelanto electoral, no se sabe si podrá llegar a desarrollar. Parece que ideas no le faltan, como demuestra en esta entrevista con Diariofarma, en la que aborda algunas cuestiones relacionadas con la prestación farmacéutica del Sistema Nacional de Salud (SNS).
Pregunta. ¿Cómo encajó el nombramiento para el Consejo Asesor?
R. Pues como una oportunidad de participar en las decisiones, sobre todo en lo referido al uso de los medicamentos y a la actividad del farmacéutico hospitalario en el Sistema Nacional de Salud.
P. ¿Tienen noticias de qué pasará con el Consejo Asesor ahora que se han vuelto a convocar elecciones?
R. Lo que yo sé es que tenemos una reunión esta semana, e imagino que ahí se nos informará. No han anulado las reuniones previstas y es esta semana cuando se celebrará la primera.
P. Cabe pensar que todo va a depender de lo que ocurra el 28-A. Si el PSOE sale vencedor se podría mantener la estructura, claro...
R. Podría darse esa situación.
P. No obstante, lo que sí se puede afirmar es que estamos ante una época dorada de la farmacia hospitalaria, en lo que a presencia en las instituciones se refiere. Dolores Fraga, María Jesús Lamas, antes también María Sanjurjo, y ahora usted. ¿Cómo lo explica?
R. Yo creo que este Gobierno ha apostado por personas con perfil muy técnico, más que político, al menos en el Ministerio que yo conozco. De ahí que estemos tan representados. Parece el reflejo de una voluntad política. El hecho concreto de que seamos farmacéuticos de hospital no me extraña, ya que estamos soportando el peso del uso del medicamento en las áreas de mayor crecimiento, donde se necesita una supervisión.
P. Además, llama la atención que todas sean mujeres.
R. Bueno, esto es reflejo de la profesión, donde somos el 80%, y también de la sociedad, ya que muchas mujeres antes tenían la oportunidad pero no estaban dispuestas a asumir estos cargos, y ahora sí lo estamos.
P. Volviendo a la emergencia de la figura del FH en los primeros escalones de la Administración sanitaria, ¿qué cree que le pueden aportar al SNS?
R. Creo que uno de nuestros principales valores está en la formación técnica en cuanto a evaluación. Los FH tenemos una visión holística de la terapéutica hospitalaria, mientras que las especialidades médicas tienen más la visión de su especialidad. Nuestra perspectiva es más global y además mantenemos la visión crítica con respecto a la farmacoterapia. A eso añadiría nuestra especial sensibilidad gestora, que nos permite ser palanca entre la Administración, la gestión y la clínica. Creo que esa mezcla es la que hace que resultemos interesantes.
P. Como FH que, si se mantiene la actividad en el Consejo Asesor, va a dar su visión sobre temas de prestación farmacéutica, ¿cuáles son sus prioridades?
R. Pienso que ésta es un área con mucho margen para mejorar. Pero un aspecto fundamental es ser capaces de compaginar los intereses de la industria, que conlleva un aumento de costes, con la necesidad de tener un SNS público, fuerte, solvente, y poder mantenerlo para generaciones posteriores. Las amenazas, desde el punto de vista económico, son grandes. El consumo de medicamentos sube y con él siguen subiendo los costes. Y eso supone una amenaza. Por esto estamos luchando por no financiar lo que no es coste-eficiente, aunque eso genera tensión con la industria. Tenemos que ser capaces de tener un diálogo con ellos y que esto pueda resolverse.
P. Parece que Valtermed podría contribuir en la línea de lo que dice, un registro para medir resultados en salud y financiar sobre la base de éstos. ¿Qué opinión le merece?
R. Comparto la filosofía, pero no puedo opinar, porque no conozco el proyecto en profundidad. Hasta ahora, el único proyecto de registro que está funcionando es el que se creó para nusirersén, y la información que tengo es que está siendo irregular. Es importante que todas las CCAA aporten datos sobre qué resultados se consiguen con un medicamento en una indicación, y poder disponer de esos datos a nivel nacional. Si no tenemos capacidad de llevar a cabo ese registro, los medicamentos se seguirán financiando mediante acuerdos por volumen.
P. Quería preguntarle también por los informes de posicionamiento terapéutico (IPT). Hay voces, muchas de ellas del sector de la farmacia hospitalaria, que piden la inclusión del informe económico. ¿Usted cómo lo ve?
R. A mí me parece que es imprescindible, y es una decisión que depende más del Ministerio de Sanidad que de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps). Pero que se pueda transparentar el análisis económico que precede a la decisión sería muy importante. Ya aparece una referencia a esa cuestión en algunos informes, para justificar la decisión de no financiación, por ejemplo, pero todavía no hay transparencia sobre la información que justifica la decisión.
P. Como miembro vocal de la Comisión de Farmacia y Terapéutica de Islas Baleares, ¿puede decir cuánto caso le hacen ustedes a lo que dice el IPT?
R. Para nosotros es un documento de referencia. En algunos casos, no obstante, tratamos de delimitar un poco más las condiciones de utilización. Además, nos sirve de base para la fijación de precios. En esos casos, nos resulta especialmente útil la inclusión de las diferentes alternativas, para decidir la que aporta más valor. Junto al IPT, también tenemos en cuenta el informe del Grupo Génesis, si lo hay, así como las guías de las sociedades científicas, o los informes del NICE o de Cochrane, si lo hay.
P. ¿El informe que sale de la Comisión regional es de aplicación obligatoria para todos los hospitales o estos pueden reevaluar?
R. En la Comisión están representados todos los hospitales, que participan en la elaboración de los informes, los cuales son vinculantes, sí.
P. En otras comunidades autónomas se mantienen las comisiones hospitalarias. ¿Cree que este modelo de Comisión única podría beneficiar al resto de CCAA?
R. Yo pienso que sí. La entidad pagadora es común. La evidencia en la que se basan las decisiones es pública y objetiva y, por tanto, el coste debería ser el mismo para todos los hospitales. No encuentro una razón para que se hagan diferentes evaluaciones en diferentes hospitales. Me parece más equitativo el modelo de la Comisión única, que además aporta transparencia y racionalidad en el uso del medicamento, además de permitir que se economice el uso de recursos.
P. Estirando ese argumento, se podría pensar que lo óptimo podría ser la existencia de una Comisión para todo el Estado español. ¿Estaría de acuerdo?
R. Del Estado ya tenemos la ficha técnica y el IPT, que contribuyen bastante a la homogeneización. Pero no hay que olvidar que el paso siguiente es la financiación, y que ésta depende de la CCAA. Si la CCAA es la que paga, debe poder opinar en una decisión que le afecta, como es la de la financiación y la de la priorización de los tratamientos.
P. O sea que la existencia de comisiones en los distintos territorios no se puede achacar tanto a la variabilidad clínica como a un derecho a la opinión del que tiene que asumir los costes.
R. Así es.
P. Hablaba antes de que la Comisión única en Baleares aporta transparencia. Creo que fue usted una de las que respondió, a través de Twitter, a unas declaraciones realizadas por Julio Sánchez Fierro, en las que afirmaba que falta un marco normativo que acote la labor de estas comisiones y que además tienen que ser más transparentes. ¿Qué tiene que decir al respecto?
R. En Islas Baleares tenemos marco normativo, que está publicado en el Boletín regional. En él se definen las competencias, el funcionamiento, etc. Luego, los informes son abiertos, pero para los profesionales del Servicio de Salud. En su día se discutió si abrirlos para que accediera cualquier interesado, pero se decidió que no, que este nivel de transparencia es suficiente.
P. No puedo cerrar la entrevista sin preguntarle, como jefa de Servicio, por la verificación en su hospital. ¿Le preocupa no haber llegado a tiempo y no estar verificando?
R. Preocupada no estoy, porque el riesgo de entrada de medicamentos en hospitales prácticamente no existe. Se tendrán que preparar los sistemas informáticos para hacer esto posible. Necesitamos además que los códigos vengan y se puedan leer agregados, porque de otra forma no sería viable. Sobre el proyecto en sí, creo que nos puede abrir otros campos, como es el de la trazabilidad de los medicamentos con los pacientes externos, para aspectos como la farmacovigilancia o la gestión de caducidades, por ejemplo. De esta forma vamos a poder saber qué medicamento, con qué lote y con que caducidad, se llevó el paciente.