Los médicos consideran que, en los países en los que la subasta de medicamentos es la fórmula para la adquisición implantada en todo el territorio, es importante mantener varias opciones terapéuticas y tener en cuenta factores diferentes al precio de los fármacos para su selección. Son las conclusiones de un sondeo acaba de darse a conocer en el marco del congreso anual de la Sociedad Europea de Oncología Médica, ESMO 2019, durante la sesión ‘Sustitución por biosimilares: la perspectiva de los facultativos europeos’, que tuvo lugar este domingo en Barcelona.
El trabajo da fe de que desde 2013 los médicos han ido familiarizándose cada vez más con los biosimilares. A medida que esto sucede, también aumentan el porcentaje de médicos que se refieren a la capacidad de rechazar una sustitución como un acto “muy importante” o “crucial” y la proporción de facultativos que se refiere a la exclusividad en la prescripción (como potestad propia de los médicos) en los mismos términos.
El sondeo aprecia que los facultativos europeos se encuentran cómodos prescribiendo biosimilares, también cuando el motivo del cambio es económico, en pacientes naïve, pero son reacios a realizar un cambio si el paciente está estable.
El desacuerdo más patente se manifiesta cuando hay un tercero que se “hace cargo” del cambio de una terapia ya instaurada al tratamiento con un biosimilar, de acuerdo con estos datos.
Actualización del sondeo de 2013
En la contextualización de su trabajo, los autores han explicado que los biosimilares son un “instrumento valioso” en el contexto de limitación presupuestaria e intentos por mejorar el acceso a las terapias biológicas. La sustitución automática por biosimilares -recordaban también- está prohibida en gran parte de Europa.
Por eso consideran que generar confianza en estos medicamentos entre los médicos es crucial para aumentar su empleo y sacar el máximo partido de los beneficios que aportan en términos de ahorro.
El estudio es una actualización de una encuesta de 2013, y documenta las perspectivas de los prescriptores europeos en cuanto a la sustitución de biosimilares, que pudiera servir de guía a los responsables de la política al respecto.
Para llevarlo a cabo se reclutó a 579 facultativos de Francia, Alemania, Italia, España, Suiza, Reino Unido. Sus especialidades eran dermatología, endocrinología, gastroenterología, hematología, oncología, inmunología, nefrología, neurología, oncohematología, oftalmología y reumatología. Sus respuestas se recogieron en marzo de 2019.