Profesión

“La humanización no va de buenismo sino de estrategias y procesos”

Participantes en la mesa Centrados en la Humanización del 64 Congreso de la SEFH

“La humanización no va de buenismo, de buenos sentimientos o simpatía. Es una estrategia y un proceso, no un suceso y se puede y debe incorporar a las estrategias de las organizaciones de salud instituciones”. Con esta valoración de resumen de la sesión cerró la directora de la Agencia Española de Medicamentos (Aemps), María Jesús Lamas, la mesa ‘Centrados en la humanización’ que moderó en el 64 Congreso de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH).

Para Lamas, “la humanización es el proceso contrario a la industrialización” de la asistencia sanitaria. A este respecto, explicó que “no es el proceso contrario a la tecnificación ni a los avances científicos, ya que sin técnica ni ciencia no podemos curar ni cuidar”. Por ese motivo, reclamó “entrenar competencias profesionales y personales ya que no se puede ser un buen profesional si no se es buena persona”. A este respecto, centró gran parte de la relevancia de la humanización en tener presente la dignidad de la persona que recibe los cuidados más que en la empatía de quien los ofrece.

La directora de la Aemps moderó una mesa en la que participaron María Sanjurjo, del Hospital Gregorio Marañón; Joan Carles March, de la Escuela Andaluza de Salud Pública y José Carlos Igeño, coordinador del proyecto HU-CI.

Plan de Humanización en un SFH

La jefa del Servicio de Farmacia del Gregorio Marañón explicó que la humanización, que es “inherente a las profesiones sanitarias” busca mejorar las emociones del paciente. Siendo una cuestión que viene de lejos (en 1984 se creó el primer Plan de Humanización del Insalud); no fue hasta 2016 cuando se empezó a impulsar en las comunidades autónomas y, en concreto en Madrid.

A partir de ahí, Sanjurjo explicó que se plantearon incorporar la humanización a toda la estrategia del servicio de farmacia, “a nuestro día a día” y hacerlo como algo organizado, estructurado y no como proyectos aislados. Para ello, empezaron preguntando a los pacientes qué les parecía la atención prestada en el SFH.

Sanjusjo explicó que la humanización tiene que “impregnar” todo lo que hacen, que debe formar parte del plan de acogida de los residentes y que “las competencias humanísticas deben formar parte del stock de habilidades” de los profesionales sanitarios.

Como consideran que la visión del paciente es imprescindible, la jefa del Servicio de Farmacia explicó que van a crear un consejo asesor de pacientes y usuarios y que procederán a medir con indicadores los resultados de la humanización.

Otro elemento clave para el éxito de la humanización es cuidar al profesional. Y a este respecto explicó algunos proyectos que tienen en marcha en materia de conciliación, petición de opinión y participación de los integrantes del SFH.

El paciente, el recurso menos utilizado

Por su parte, Joan Carles March bajó al terreno de lo que los pacientes consideran importante en el ámbito de la asistencia sanitaria y la humanización. A este respecto, consideró necesario trabajar de forma más cercana y dejar que los pacientes también nos ayuden. Según March, no hacerlo es un error ya que “el paciente es el recurso menos utilizado del sistema”.

El responsable de la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP) explicó algunas claves como que se use un lenguaje entendible por el paciente, que no engañen pero que cuiden la manera de decir las cosas y que se dé tiempo a digerir las noticias. También tener acceso siempre a alguien de un mismo equipo teniendo posibilidad de utilizar mail o teléfono son cuestiones que March citó entre las más demandadas por pacientes.

Además, citó algunas acciones y cualidades que mejoran la relación con los pacientes en materia de humanización. A este respecto destacó que “practicar la generosidad es contagioso” o que es necesario “vacunarse contra la negatividad”, así como que el perdón tiene “poder curativo”. Por todo ello, aseguró que “nadie puede ser mejor profesional que persona”.

Dignidad, palabra clave

En lo que respecta a la intervención de José Carlos Igeño, se centró en explicar qué es y cómo se desarrolló el proyecto HU-CI, consistente en la humanización de una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). Para Igeño, la humanización “no va de ser simpáticos, que también, ni de poner de colorines las paredes, que también….”. Para este experto, lo más relevante, “la palabra clave, es la dignidad humana”.

Según Igeño, la asistencia con humanización no puede “depender de la manera de ser de los profesionales o de que tengas un buen día. Tiene que estar estructurado” y tiene que evitar tratar “en serie” a los pacientes.

Tras estas consideraciones realizó un repaso por algunas de las iniciativas que han puesto en marcha para humanizar la UCI, que incluso se ha procedido a elaborar un proceso de certificación de estándares por parte de Aenor, que permitirá monitorizar y asegurar la calidad en la extensión del proyecto a otros centros, como ya está ocurriendo.

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