Johnson & Johnson ha informado de la decisión del Gobierno de la República Democrática del Congo (RDC) de utilizar la vacuna experimental contra el ébola que está desarrollando actualmente Janssen con el fin de ayudar a contener el brote que azota al país, donde se han comunicado más de 3.000 casos, con más de 2.000 muertes, siendo así el segundo brote más importante que se ha registrado, tras la epidemia que tuvo lugar en África Occidental entre 2014 y 2016.
En este sentido, la compañía ha comunicado su compromiso de donar hasta 500.000 dosis de la vacuna en investigación, como respaldo a un nuevo ensayo clínico que se llevará a cabo en la RDC.
Alex Gorsky, presidente y consejero delegado de Johnson & Johnson, ha destacado que "la amenaza del ébola es uno de los retos más urgentes al que nos hemos enfrentado" y este anuncio confirma, ha dicho "tanto el esfuerzo de los científicos de Janssen como la estrecha colaboración entre socios comprometidos a trabajar por el bien común de todos".
El Ministro de Salud Pública del país, Eteni Longondo, ha anunciado recientemente la decisión de introducir la vacuna experimental de Janssen, junto con otras acciones, como parte de una respuesta ampliada de Salud Pública para combatir el brote de ébola. Además, el coordinador de la respuesta frente al ébola de la República Democrática del Congo, Jean-Jacques Muyembe, ha reconocido que el país tiene previsto comenzar a usar la vacuna en la ciudad fronteriza de Goma, uno de los epicentros comerciales de la RDC y la vecina Ruanda. Diversas organizaciones sanitarias internacionales, en colaboración con las partes implicadas de la RDC, trabajarán estrechamente para proporcionar la vacuna a partir de noviembre.
La compañía informa de que, hasta la fecha, más de 6.500 voluntarios de Estados Unidos, Europa y África han participado en diversos estudios clínicos sobre la vacuna, la cual está asociada a una pauta posológica de dos dosis: la primera de ellas esAd26.ZEBOV, basada en la tecnología AdVac de Janssen, y MVA-BN-Filo como segunda dosis, basada en la tecnología MVA-BN de Bavarian Nordic, y que se administra unas ocho semanas después. "Los resultados de los estudios indican que la vacuna tiene un adecuado perfil de tolerabilidad y que induce respuestas inmunitarias sólidas y duraderas contra la cepa Zaire del virus del ébola, que es la causa del brote de la RDC", aseguran.
Colaboración con socios internacionales
Indican además que las dosis de la vacuna se han desarrollado en colaboración con socios internacionales, como Bavarian Nordic A/S, la Autoridad de Investigación y Desarrollo Avanzado Biomédico (Barda), parte de la Oficina de la Subsecretaría de Preparación y Respuesta del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos (HHS), la Iniciativa sobre Medicamentos Innovadores (IMI), financiada a través del programa Horizonte 2020 de la UE, y los Institutos Nacionales de Salud (NIH) del HHS.
Finalmente, se refieren a la declaración de la Organización Mundial de la Salud (OMS) del 17 de julio de 2019, en la que se declaró Emergencia de salud pública de interés internacional (PHEIC, por sus siglas en inglés Public Health Emergency of International Concern) el brote de ébola surgido en la RDC, afirmando que "deberían aplicarse rápidamente las estrategias óptimas de vacunación que tienen el máximo impacto en la limitación del brote, tal y como recomienda el Grupo de Expertos en Asesoramiento Estratégico sobre Inmunización (SAGE) de la OMS". Apuntan que la nueva iniciativa de vacunación estará en consonancia con las recomendaciones recientes del SAGE, que consiste en administrar la pauta a las personas con cierto riesgo de contraer la infección por el virus del ébola que residen en lugares próximos a la actual zona del brote, con el objetivo de impedir una mayor propagación geográfica del virus.