El Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social ha editado, junto con el Instituto para el Uso Seguro de los Medicamentos (ISMP), una guía titulada 'Recomendaciones de prácticas seguras en la conciliación de la medicamentos al alta hospitalaria en pacientes crónicos', a la que se califica como "un documento de consenso a nivel del Sistema Nacional de Salud" y que tiene como objetivo "reducir los errores de medicación en las transiciones asistenciales, fundamentalmente al alta hospitalaria, y disminuir los eventos adversos prevenibles".
Para su elaboración, en la que ha participado un nutrido grupo de expertos, incluidos representantes del ámbito científico, de las comunidades autónomas y de las principales organizaciones de pacientes, se ha realizado una revisión bibliográfica (Medline y páginas web de organismos de seguridad del paciente, principalmente), en busca de la evidencia disponible, que se habría complementado con las aportaciones de los agentes previamente citados hasta dar con el presente documento.
En el trabajo de análisis se habría confirmado que "hasta un 86,8% de los pacientes puede presentar un error de conciliación al ingreso hospitalaria y hasta un 63% al alta". "El riesgo resulta ser mayor conforme aumenta el número de medicamentos que toman los pacientes y el número de patologías crónicas", hecho que ha dado pie a que se prioricen las actuaciones de conciliación en estos pacientes.
Siguiendo con la priorización, y aunque se ha visto que es al ingreso donde hay una tasa de riesgo mayor, el documento se ha centrado en las altas por "ser un punto crítico en la continuidad de la medicación, donde los errores en la información proporcionada a los pacientes y a los siguientes profesionales que les atienden, sobre la medicación que tienen que continuar tomando, tienen una gran repercusión clínica, al estar el paciente en su domicilio sin la supervisión del personal sanitario". No obstante, precisan, para una adecuada conciliación al alta es igualmente imprescindible disponer de una información completa de la medicación al ingreso, o, como señala el documento, "una historia completa de la medicación domiciliaria" que traía ya consigo el paciente.
Recomendaciones
A partir de estas consideraciones, se recomiendan una serie de prácticas seguras para una adecuada conciliación, que pasan, fundamentalmente, por disponer de esa "historia completa" sobre la medicación del paciente, lo que resultará más fácil si se dispone de historia clínica electrónica con un módulo de prescripción único, y contar con procedimientos formales y estructurados para proceder a la conciliación, que incluyan una adecuada comunicación entre niveles asistenciales y que permitan una aproximación multidisciplinar, con responsables formados de forma específica para ello.
Yendo más al detalle, pueden observarse propuestas de acción en el ámbito organizacional, procedimental, relacionadas con la integración de los pacientes y familiares en el proceso, y también orientadas a la evaluación de las intervenciones.
El primero de estos apartados incluye los requisitos necesarios para implementar la conciliación, que pasan por el compromiso de liderazgo por la dirección del centro; el establecimiento de un procedimiento normalizado; la disponibilidad de recursos tecnológicos para conocer la historia de medicación de los pacientes y para facilitar el proceso de conciliación, particularmente una historia electrónica única y una herramienta electrónica de conciliación, así como la disponibilidad de recursos humanos suficientes, con asignación de funciones y responsabilidades, y con una formación adecuada para realizar esta actividad.
En el apartado de los procesos identifican prácticas relacionadas con las distintas etapas del proceso de conciliación e intervenciones complementarias para reducir los errores en pacientes polimedicados, para las que se recomienda la "colaboración" de todos los profesionales implicados en la atención de los pacientes. Distinguen entre las buenas prácticas al ingreso, como es la obtención de la historia completa de la medicación domiciliaria, la comparación con la medicación prescrita y la resolución de discrepancias, "preferentemente dentro de las primeras 24 horas del ingreso hospitalario".
Por otro lado están las propuestas de acción al alta, como son la comparación del listado completo de medicación al alta con la historia completa de la medicación domiciliaria y con la medicación administrada en las últimas 24 horas en el hospital; la identificación y resolución de discrepancias; la elaboración de un informe para los siguientes profesionales que atienden al paciente, con información específica sobre los cambios que se han producido en el tratamiento domiciliario y las reacciones adversas; la provisión de una hoja de medicación al alta y de recetas para el paciente y/o familiares o cuidadores; y la explicación a los pacientes y/o familiares o cuidadores de la medicación y los cambios producidos.
Revisión y seguimiento con la colaboración de AP
También puede contribuir a una conciliación óptima, apuntan, una revisión estructurada de la medicación y seguimiento de los pacientes después del alta en colaboración con otros profesionales de Atención Primaria, para reforzar la adherencia. En cuanto a la intervención del médico, ya sea en el centro de salud o sociosanitario, sugieren que éste se asegure de que la conciliación es adecuada "en la primera semana del alta o en todo caso antes de emitir la receta para un nuevo medicamento".
En relación con la participación del paciente y sus familiares o cuidadores, llaman a involucrarlos en el proceso, para lo que es fundamental "que dispongan de una lista actualizada de su medicación y la lleven consigo siempre que soliciten asistencia sanitaria".
Finalmente, una adecuada evaluación y seguimiento requieren "que el centro sanitario evalúe el periódicamente el grado de implantación del proceso de conciliación y sus resultados, para que, en caso necesario, establezca medidas de mejora".