La última edición de la revista The Lancet incluye un análisis del último sondeo anual del Grupo Farmacéutico de la Unión Europea (PGEU) sobre desabastecimientos de medicamentos en 24 países de la Unión, con una evolución uniforme… a peor.
Los desabastecimientos de fármacos en Europa han empeorado en 2019. Han provocado preocupación entre los pacientes, afectado a la eficacia de los tratamientos y han supuesto un problema para las oficinas de farmacia, según el sondeo del PGEU.
En las farmacias se ha apreciado un sentimiento de desconfianza de los pacientes (en el 92% de los países incluidos en la consulta), pérdidas económicas por el tiempo dedicado a mitigar desabastecimientos (82%) y malestar entre los empleados de las farmacias (79%).
El tiempo que se ha tenido que dedicar en las farmacias a lidiar con la situación ha pasado de 5,6 horas por semanas (en el análisis de 2018) a 6,6.
Dos tercios de los profesionales consultados en diversos países indican que ha habido desabastecimiento de más de 200 medicamentos, incluyendo tratamientos para condiciones cardiacas y respiratorias. En el 87% de los países analizados la situación había empeorado respecto al año anterior.
En palabras de Duarte Santos, presidente del PGEU, este problema ha supuesto una carga diaria en los pacientes y en la práctica de la farmacia en toda Europa. Santos ha pedido una “sólida respuesta colectiva” para hacerle frente: “La situación para pacientes y proveedores de salud es insostenible e inaceptable”.
Causas
En noviembre del año pasado, la Asociación Europea de Distribución (GIRP), que aglutina asociaciones nacionales con representación de más de 750 mayoristas operativos en 34 países, señaló insuficiencias en la fabricación como causa principal de los desabastecimientos.
Solo un reducido número de plantas, situadas principalmente en China e India, proporcionan al resto del mundo el grueso de los principios activos que necesitan. Cuando hay un pico de demanda en Europa (o en cualquier otra parte), esos fabricantes pueden dar muestra de sus limitaciones.
Jaume Vidal, analista de Health Action International, ha declarado al respecto: “Las compañías farmacéuticas son conscientes de las variables que afectan a la cadena de suministro. Muchos hablan de ‘desabastecimientos del mercado’ cuando deberían describir la situación como de ‘increíblemente mala planificación’ -por su parte-”.
Otra de las causas que se han discutido son los plazos de autorización en la Unión Europea.
Por otro lado, la regulación nacional puede producir retrasos, como sucede en Estonia y algunos países escandinavos con el empaquetado en el idioma local. Por ese motivo, Anne Markestad, del Departamento de Farmacología del Hospital Universitario de Oslo, ha pedido mayor coordinación.
En cuanto a las importaciones paralelas, las opiniones -como cabía esperar- están enfrentadas, recuerda The Lancet.
Consecuencias
En declaraciones a la revista Antonella Cardone, directora de la Coalición Europea de Pacientes de Cáncer, ha dicho que “en Rumanía, por poner un ejemplo, ha sido extremadamente difícil encontrar medicamentos necesarios para la supervivencia, como algunos de los que se incluyen en regímenes de quimioterapia”. “Los pacientes han tenido que comprarlos a través de parientes o contactos en otros países”, lamentaba.
Estas consecuencias no se han dejado sentir solamente en los países más vulnerables económicamente. En Reino Unido ha habido problemas para conseguir terapia de reemplazo hormonal para mujeres postmenopáusicas y contraceptivos.
El sondeo del PGEU ha desvelado la existencia de desabastecimientos de medicamentos para tratar el cáncer, plumas precargadas de adrenalina, contraceptivos orales, antihipertensivos y medicamentos antialérgicos en Finlandia.
Se ha propuesto evitar la dependencia de China e India para la producción de medicamentos mediante inversiones en Europa, pero no parece una empresa sencilla.