Roche ha anunciado el lanzamiento en España de Polivi, el primer anticuerpo conjugado para el linfoma más frecuente, el Linfoma B Difuso de Células Grandes (LBDCG). El medicamento se ha acogido a un innovador sistema de pago por resultados que ha permitido, en palabras del director de Corporate Affairs de Roche Farma España, Federico Plaza, “hacer compatible la innovación con la sostenibilidad”, tras consensuar Ministerio y compañía un modelo de precio y financiación “asociado a la generación de evidencia”.
Tal y como ha explicado Plaza en una rueda de prensa presencial en la que han explicado las características del nuevo medicamento, así como las claves del acuerdo de financiación.
La financiación de este nuevo medicamento se realiza en dos partes. En primer lugar, se produce un pago a cuenta parcial que se va ajustando en función de los resultados obtenidos en cada paciente y por cada una de las comunidades autónomas. Los registros de resultados se introducen en Valtermed y periódicamente los distintos comités de seguimiento autonómicos evalúan los resultados obtenidos para determinar las cuantías a pagar. “Es un precio dinámico que puede ser diferente en cada comunidad autónoma en función de las tasas de respuesta que obtengan”, ha explicado Plaza.
De este modo, en función de lo escrupulosos que sean los diferentes clínicos en las distintas comunidades autónomas a la hora de seguir el protocolo farmacoclínico, de cómo seleccionen los pacientes, o las respuestas de los pacientes, se podrá dar la circunstancia de que en una comunidad autónoma se pague más por el medicamento al conseguir mejores resultados que en otras.
Además, el responsable de Roche ha señalado que se ha querido ser flexible en el diseño del modelo a seguir y que pasado un año se evaluarán entre el Ministerio y la compañía tanto las tasas de respuesta como los procedimientos por si fuera necesario ajustarlos.
Para Plaza el procedimiento iniciado es “abrir un camino” para una “forma diferente de hacer las cosas” ya que los precios varían en función del tramo de mejora clínica de cada paciente. Además, el responsable de Roche considera que es necesario avanzar en la utilización de sistemas de información para los registros de resultados ya que es la manera de “conciliar la sostenibilidad con la introducción de la innovación”. Además, Plaza se muestra convencido de que el Ministerio de Sanidad ve con buenos ojos esta senda de trabajo posible gracias a la transformación digital, pero también cree que la Administración quiere ir despacio para que el flujo de información no les desborde.
En cualquier caso, Plaza ve en esta transformación digital “una gran oportunidad para el Ministerio ya que da respuesta a la calidad asistencial, permite hacer benchmarking y es clave para la sostenibilidad del sistema”.
Una oportunidad para el linfoma
En lo que se refiere al medicamento en sí, la jefe de Sección de Clínica del Servicio de Hematología del Hospital Clínico Universitario de Salamanca, Dolores Caballero, ha explicado que “se trata del primer anticuerpo conjugado, es decir, asociado a un agente quimioterápico para un linfoma no hodgkin”. Esto permite potenciar “el efecto inmunológico del anticuerpo monoclonal, dirigiendo la quimioterapia contra la proteína de la membrana del linfocito B tumoral”.
Según esta especialista, “los pacientes con LBDCG en un 60% de los casos se curan con quimioterapia como tratamiento de primera línea. Del 40% restante, hay un 10-15% que no va a responder al tratamiento inicial, lo que denominamos refractarios primarios, y hay otro porcentaje de un 20-30% que van a tener una respuesta completa pero que al cabo del tiempo van a sufrir una recaída. Para estos pacientes, dependiendo de su estado funcional y la edad, ya que si son jóvenes son candidatos a un trasplante autólogo, se cuenta con escasas opciones, reduciendo su esperanza de vida a unos meses. Es decir que para pacientes no candidatos a trasplante, que no responden al tratamiento inicial o que hayan recaído, podría estar indicada esta nueva opción terapéutica con un anticuerpo conjugado”.
Por su parte, la directora médico de Roche Farma España, Beatriz Pérez Sanz, ha asegurado que “esta terapia constituye una nueva forma de actuar frente a la enfermedad, un cambio de paradigma, dirigiendo la quimioterapia hasta la célula tumoral y minimizando así los efectos secundarios. Además, ofrece esperanza a los pacientes mayores para los que, por su estado de salud general y por la toxicidad asociada a muchos de los tratamientos, apenas disponen de opciones”.