Terapéutica

Facme propone la creación de un Observatorio de Calidad Asistencial para impulsar la recuperación del SNS

La Federación  de  Asociaciones Científico Médicas presenta el documento sobre el impacto de la pandemia en la que destaca la recuperación de los pacientes demorados, mejor manejo y seguimiento de crónicos, proactividad en la identificación de factores de riesgo y  reorganización y asignación de nuevos recursos

La Federación de  Asociaciones Científico Médicas ha presentado este miércoles el documento  ‘Impacto  de  la  covid-19  en  lo  no-covid-19:  estrategias e intervenciones para re-priorizar la atención no-covid en el Sistema Nacional de Salud’, en el que, además de analizar el  impacto  provocado  por  la  crisis  sanitaria  en  los servicios de salud, propone una batería de medidas para favorecer su recuperación.

Este plan de recuperación, al  que, según las sociedades científicas, “deben destinarse parte  de  los Fondos  de  Recuperación  Europeos”,  ha  de  contar  con  la  participación  de  los profesionales sanitarios.

El Documento  elaborado  supone el primer informe en el que se analiza cómo la pandemia  ha influido en  las  patologías  ‘no-covid19’ y en el que, además, se proponen e impulsan una serie de intervenciones estratégicas “que ayuden a amortiguar este impacto lo antes  posible y a preparar al sistema de salud y sus profesionales para poder enfrentar circunstancias como las vividas, en el futuro”. 

 “Los profesionales hemos demostrado una extraordinaria capacidad de adaptación y resiliencia; también hemos implementado de manera muy rápida cambios en la práctica asistencial que eran impensables antes de la crisis”, ha indicado Pilar Garrido, presidente de Facme. Es por ello, asegura, “que tenemos muchos aprendizajes que queremos convertir en propuestas de acción y consideramos que nos hemos ganado el derecho a participar en las decisiones  que  se tomen a partir de ahora”.

Facme identifica cuatro áreas estrategias, sustentando el informe en la fragilidad observada en los pacientes y poblaciones más vulnerables durante la pandemia y en los rasgos de funcionamiento de los servicios de salud. 

Estas áreas son: recuperación óptima de los pacientes demorados, mejor manejo y seguimiento para pacientes crónicos en el  SNS, proactividad y calidad en la identificación de factores de riesgo y en el desarrollo de procesos diagnósticos y reorganización y asignación de nuevos recursos.

 Entre  las  intervenciones  que  propone  Facme,  concretamente  para  la  recuperación  de pacientes  demorados  durante  esta  crisis,  destaca  “el  valioso  papel  de  las  sociedades científicas en  la definición de estándares y criterios generales para la priorización de pacientes con garantías de calidad y seguridad clínica en el conjunto del SNS.

En ese sentido se propone la creación de un Observatorio de Recuperación y Fortalecimiento del SNS tras la COVID-19 que monitorice y vele “porque la recuperación en cada contexto local se realiza asegurando la calidad asistencial. 

Facme también señala la “necesidad evidente de asignar nuevos recursos en el sistema y pide ser asesora en las decisiones de implementación de nuevos sistemas de información así como    participar en el diseño de los sistemas e instrumentos tecnológicos de información clínica y en los sistemas e instrumentos de gestión o planificación de pacientes  (y poblaciones),  que  se  decida  incorporar  en  España  con  el  objetivo  de  asegurar,  su  diseño, calidad y eficacia en sus diferentes usos: asistencia, investigación, docencia, innovación”.

No obstante, la Federación considera que el progreso y el desarrollo de estas nuevas vías “está condicionado” por las decisiones de los gobiernos relativas a inversión y reformas. Por este motivo, Facme estima que “los Fondos de Recuperación Europeos ofrecen la oportunidad,  en  términos de recursos económicos  adicionales, para dar forma operativa a estos Programas, lamentado el  escaso  presupuesto  destinado a Sanidad en comparación con otros países europeos”.  En opinión de Facme, “el SNS no logrará recuperar los pacientes demorados sin una actuación e inversión urgente”.

“Estos fondos son una oportunidad única para invertir en cambios estratégicos que permitan abordar la creciente acumulación de demoras y otras presiones latentes que nos está dejando la pandemia. Del mismo modo, deberían servirnos también para  avanzar en las reformas estructurales que ayuden a situar a los servicios de salud, sus organizaciones y sus profesionales en condiciones favorables para dar respuesta a la creciente demanda asistencial  esperada”.

En opinión de la federación, los fondos de recuperación europeos “deberían invertirse en crear  estas capacidades y oportunidades, facilitando así, que los profesionales sanitarios  podamos desarrollar todo  nuestro  potencial clínico, investigador y de innovación”, incide el doctor Javier García Alegría, vicepresidente de Facme.

 Por último, Facme se ofrece a colaborar con todos los agentes en el diseño de estas líneas, y en el desarrollo de la capacidad evaluativa. 

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