La pandemia de la covid-19 ha puesto a los farmacéuticos comunitarios en la primera línea de prevención, preparación, respuesta y recuperación de la enfermedad. En un periodo de tiempo muy corto las farmacias han tenido que reorganizarse e implementar un amplio abanico de intervenciones frente a la covid-19, algunas de ellas más allá de la dispensación, y, con ello, habrían contribuido a aliviar la carga de otros servicios sanitarios, así como proporcionar un valioso apoyo a los pacientes.
Estas han sido, entre otras, las principales conclusiones de un estudio publicado en la revista científica Research in Social and Administrative Pharmacy con el título de “Intervenciones farmacéuticas sobre covid-19 en Europa Mapeo de las prácticas actuales y revisión del alcance” de la que se ha hecho eco el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF) .
Los investigadores han plasmado en su estudio un total de 31 intervenciones farmacéuticas sobre la covid-19 que se han desarrollado en 32 países de Europa y que incluyen medidas de prevención, respuesta y recuperación. En el estudio, también se abarca la mejora del acceso a los medicamentos, la ampliación de las competencias de las farmacias, las pruebas rápidas de antígenos o la vacunación contra la covid-19.
Los objetivos del estudio han sido mapear la práctica, las tendencias actuales y revisar la literatura sobre las intervenciones efectuadas en Europa durante la pandemia, con el fin de identificar las lagunas de conocimiento y las futuras vías para la investigación, la política y la práctica de la farmacia en respuesta a las emergencias de salud pública.
Según las conclusiones del estudio los hallazgos “allanan el camino” para que los colectivos y las asociaciones de farmacias negocien con los gobiernos de cara a “mejorar las funciones de las farmacias” a la hora de facilitar el acceso a los medicamentos esenciales, los medicamentos que normalmente se suministran en los hospitales, el suministro de emergencia, en el cribado de test de antígenos en el punto de atención, las vías estructuradas de derivación de pacientes expuestos a pruebas de anticuerpos para la evaluación de la inmunidad y en la administración de vacunas.
La actuación farmacéutica más allá de la dispensación
Casi todas las medidas preventivas para reducir los riesgos para la salud se han realizado en la mayoría de los países que se han incluido en el estudio. Además, se refleja que otras intervenciones llevadas a cabo con frecuencia consistieron en la preparación para el almacenamiento, el aumento de la demanda de servicios y productos, y las intervenciones importantes de atención al paciente que exceden la función de dispensación.
También se apunta que las asociaciones de farmacias desempeñaron un importante papel de apoyo al desarrollar y actualizar guías y planes de emergencia para ayudar a los farmacéuticos comunitarios.
Otra de las conclusiones es que las lecciones aprendidas en relación con la participación de las farmacias en la respuesta a esta pandemia “también deberían plantear la pertinencia de implicar a la red de farmacias en futuros planes de preparación de los países para emergencias de salud pública”. Concretamente, se refieren a los planes nacionales de contingencia y emergencia cuando se requiera una respuesta rápida a una población masiva en un plazo corto.
Los investigadores afirman que aunque los farmacéuticos comunitarios no están empleados por agencias o servicios gubernamentales de salud pública y la promoción de la salud no sea el núcleo principal de su función, “pueden considerarse parte de una fuerza de trabajo de salud pública más amplia”. A este respecto, se indica que los farmacéuticos comunitarios ya han participado “activamente” en anteriores brotes pandémicos recientes.
Vacunación en farmacias
Otra de las cuestiones en las que el estudio incide es en la importancia de invertir en la vacunación en farmacias, cuestión que, según señalan los investigadores, puede ser una decisión política “importante” para acelerar y aumentar la cobertura, algo que no sólo es beneficioso en la pandemia de covid-19, sino en las futuras vacunaciones masivas necesarias. Esto es especialmente crítico cuando una parte de la población ya ha sido vacunada en los centros de vacunación masiva, ya sea porque entran en los grupos de alto riesgo y/o porque son los “innovadores” y los “primeros en adoptar”, pero todavía no se ha alcanzado una elevada cobertura de la población.
Además, el estudio destaca que, se hace más difícil e ineficiente llegar a los grupos de bajo riesgo y/o a los “adoptadores tardíos” y “rezagados” que requieren otras estrategias que podrían aprovechar la proximidad y la confianza de la red de farmacias.
Existe un amplio margen para desarrollar el papel de los farmacéuticos
Por otro lado, el estudio señala que los resultados generales de esta investigación están en consonancia con el Informe 2020 de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) sobre atención primaria de salud, en el que se reconoce que, incluso antes de la pandemia de covid-19, los sistemas de salud de los países de la OCDE se enfrentaban a retos importantes.
Este informe identifica a los farmacéuticos “como proveedores de atención primaria en su definición de atención primaria de salud” y destaca que hay un amplio margen para seguir desarrollando el papel de los farmacéuticos y para construir “una colaboración más eficaz con los médicos de familia y otros profesionales sanitarios”.
Por último, el informe destaca que estos mensajes son “más importantes que nunca” ya que la pandemia, en muchos casos, ha acelerado la aplicación de innovaciones prometedoras en la atención primaria para lograr una transformación de la atención en todo el sistema, como la ampliación del papel de los farmacéuticos. La promoción de la continuidad de estas prácticas y su adopción más amplia, a medida que los sistemas de salud pasan a la fase de recuperación de la pandemia, “es fundamental para que los sistemas de salud sean más resistentes a las crisis sanitarias”.
Nicolas Gonzalez Casares: