Terapéutica

La comunicación entre médico y paciente facilita el manejo de las comorbilidades asociadas al VIH

El abordaje de las comorbilidades neuropsiquiátricas, como el insomnio, la ansiedad, y la tristeza, pueden verse afectadas por la neurotoxicidad del tratamiento antirretroviral lo que influye en el cumplimiento del mismo
María José Fuster, María Jesús Pérez Elías, e Ignacio Pérez-Valero, han participado en el workshop sobre VIH

Cuarenta años después de los primeros casos en el mundo, el diagnóstico temprano y la eficacia del tratamiento han convertido al VIH en una patología crónica, que requiere de un abordaje multidisciplinar para hacer frente a las necesidades actuales de las personas con VIH. Este manejo, pasa en primer lugar, por desarrollar una comunicación fluida entre el paciente y su equipo médico para detectar posibles necesidades no cubiertas y poder hacerles frente lo antes posible.

En este abordaje, los tratamientos también desempeñan un papel fundamental y los esfuerzos se encaminan hacia tratatamientos que vayan más allá de la supresión viral y se adapten a la realidad de cada persona. “Gracias al avance en la innovación del tratamiento antirretroviral (TAR) que alcanza altas tasas de eficacia, la enfermedad por VIH se ha convertido en una patología crónica, y se puede poner el foco en el desarrollo de intervenciones que mejoren el seguimiento y la adherencia al tratamiento antirretroviral a través de un manejo multidisciplinar que tenga en cuenta el envejecimiento precoz y la aparición de comorbilidades, ha destacado María Jesús Pérez Elías, jefa de sección del Servicio de Enfermedades Infecciosas en el Hospital Ramón y Cajal de Madrid,  durante el ‘workshop’ ‘Actualización sobre VIH: Visión clínica y del paciente’ organizado este miércoles por Gilead Sciences en Madrid y que ha reunido a diferentes expertos para hablar sobre este tema.

Esta realidad se ha visto reflejada también en la encuesta ‘Percepción de los médicos de VIH en España sobre el diagnóstico y manejo de las comorbilidades neuropsiquiátricas en personas con VIH’1 realizada por Ignacio Pérez-Valero, de la Unidad de VIH del Departamento de Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba, entre otros especialistas, y que destaca que las comorbilidades neuropsiquiátricas (CNP) asociadas al VIH, que incluyen el deterioro neurocognitivo y los trastornos neuropsíquiátricos, son una fuente importante de preocupación en la atención a las personas con VIH debido a su gran impacto en la calidad de vida. Así, la mayor parte de los médicos (97,4%) considera que la atención de la salud mental es relevante y que las comorbilidades neuropsiquiátricas están infradiagnosticadas (76,6%) El estudio muestra que el personal médico considera que los pacientes informan poco de las CNP, en un 53,9%.

Pérez-Valero, de la Unidad de VIH ha analizado estos datos y ha indicado que la incidencia puede verse agravada por la neurotoxicidad de los tratamientos antirretrovirales. En este sentido, ha incidido en que “los trastornos mentales afectan negativamente en la salud del paciente con VIH, quienes pueden desarrollar comorbilidades neuropsiquiátricas y comportamientos poco saludables, como insomnio, miedo, frustración por el estigma asociado a la infección, etc. que afectan a la adherencia al tratamiento”.

Una vez que las terapias actuales han alcanzado altas tasas de eficacia clínica, los esfuerzos deben ir a garantizar la calidad de vida del paciente. Para ello, ante la falta de indicadores concretos, se hace más necesario que nunca mantener una comunicación fluida entre el paciente y su equipo médico para comprender aquellos síntomas y percepciones que impactan en la persona con VIH y así mejorar su abordaje terapéutico.

Hoy en día, nuevas investigaciones, realizadas por la Sociedad Española Interdisciplinaria del Sida (SEISIDA)2 señalan  que  no se están identificando adecuadamente las preocupaciones y síntomas de los pacientes. María José Fuster, directora de esta entidad considera que, “la comparación entre lo que percibe el paciente sobre su enfermedad y el médico, es distinta. Los médicos suelen subestimar el porcentaje de pacientes con síntomas molestos, como ansiedad, tristeza y fatiga, en comparación con las respuestas que aportan los propios pacientes, por lo que es fundamental insistir en el mejorar la comunicación entre ellos”.

Para avanzar en la solución de este reto, Gilead ha puesto en marcha #MejoratuVIHda, una campaña de concienciación destinada a mejorar la comunicación médico-paciente. Esta iniciativa inicide en la importancia de preparar la consulta y para ello pone a disposición de pacientes y equipos médicos una serie de cuestionarios validados que pueden resultar de gran ayuda para detectar ciertos síntomas y guiar la conversación.

A través de la web eresvihda.es, se ofrece a las personas que viven con VIH algunas herramientas necesarias para preparar la consulta, como son los cuestionarios PSQI o Índice de calidad del Sueño de Pittsburgh; Calidad de vida WHOQOL-HIV-BREF; y la escala SMAQ (Simplified Medication Adherence Questionnaire).

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