El conjunto de los sistemas de salud de la UE está en riesgo de “presión severa” en las próximas semanas y meses, según advierte el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC), según una Evaluación de Riesgos realizada esta semana. Según indica el organismo europeo, desde finales de octubre de 2022 y a partir de la semana 47, varios países han indicado un aumento en las hospitalizaciones pediátricas debido a infecciones por VRS que causan bronquiolitis, en medio de la circulación simultánea de otros patógenos respiratorios, como la influenza y los virus SARS-CoV-2.
La directora del ECDC, Andrea Ammon, ha asegurado que “la temporada festiva de fin de año está asociada con actividades como reuniones sociales, compras y viajes, que presentan riesgos adicionales significativos para la transmisión del virus respiratorio sindicial (RSV) y otros virus respiratorios”. En ese sentido demanda que “se debe priorizar el refuerzo de los sistemas de atención médica y el apoyo a los trabajadores de la salud debido al riesgo de una presión severa sobre nuestros sistemas de atención médica en las próximas semanas y meses. La vacunación contra la gripe y el Covid-19 también debería ser una prioridad entre los grupos de riesgo”, asegura.
Además de un mayor número de hospitalizaciones, la cocirculación del VRS, el virus de la influenza, el SARS-CoV-2 y otros virus respiratorios puede generar escasez de personal debido a bajas por enfermedad. Mantener una proporción adecuada de personal por paciente, especialmente en las UCI, es fundamental para mantener la seguridad del paciente y la calidad de la atención. Para manejar el mayor número de casos esperado, se debe considerar un aumento en la capacidad y reevaluar con frecuencia de acuerdo con la situación epidemiológica.
El ECDC plantea que los Estados, deben implementar actividades de comunicación de riesgos para el público, incluida la promoción activa de vacunas contra la influenza estacional y Covid-19; igualmente plantea aumentar la conciencia entre los profesionales de la salud para diagnosticar casos a tiempo y mejorar la preparación hospitalaria para gestionar una mayor carga de pacientes en entornos ambulatorios y hospitalarios. Esto es particularmente importante para los hospitales pediátricos y las unidades de cuidados intensivos y los centros de atención a largo plazo (LTCF);
Por otro lado demanda garantizar la profilaxis del RSV para lactantes de alto riesgo de acuerdo con las directrices nacionales e implementar medidas apropiadas de prevención y control de infecciones (PCI) basadas en la situación epidemiológica local, particularmente para los grupos vulnerables dentro de los establecimientos de salud, incluidos los LTCF;
Por último aboga también por promover buenas prácticas higiénicas en la comunidad y considerar intervenciones no farmacéuticas (NPI, por sus siglas en inglés) apropiadas, como quedarse en casa cuando se está enfermo, buena higiene respiratoria y de manos, incluido el uso adecuado de mascarillas, ventilación adecuada de los espacios interiores, uso del teletrabajo cuando sea posible, y evitar los espacios públicos abarrotados;
Además pide también, siempre que sea posible, implementar y mejorar la vigilancia del RSV y las pruebas de patógenos respiratorios.
Nicolas Gonzalez Casares: