La protección a la salud, y a los datos sanitarios es uno de los objetivos fundamentales que el Parlamento Europeo se prepara a proteger con la creación de la primera ley sobre inteligencia artificial que se desarrolla en el mundo. Este jueves la Eurocámara ha aprobado por 499 votos a favor, 28 en contra y 93 abstenciones empezar a desarrollar esa norma que será de aplicación en todos los estados miembros.
Las normas están enfocadas a prevenir riesgos, y fijan unas obligaciones para los proveedores y los que despliegan herramientas basadas en IA en función del nivel de riesgo que pueda presentar la inteligencia artificial. Los sistemas de IA que presentan un nivel inaceptable para la seguridad de las personas, como los utilizados para sistemas de puntuación social (clasificar a las personas a partir de su comportamiento o características personales), quedarían totalmente prohibidos.
Además la propuesta que la Comisión Europea ha enviado al Parlamento para su inclusión en la norma plantea prohibiciones en los sistemas de identificación biométrica remota, en tiempo real, en espacios públicos y los sistemas de identificación biométrica remota, salvo en casos de usos policiales y bajo con autorización judicial; los sistemas de categorización biométrica que utilicen ciertas características identitarias; los sistemas de reconocimiento de emociones y el rastreo indiscriminado de imágenes.
Los eurodiputados han demandado que la clasificación de las aplicaciones de alto riesgo incluya también los sistemas de IA que puedan afectar significativamente a la salud, junto con los sistemas de IA utilizados para influir en los votantes y el resultado de las elecciones y en los sistemas de recomendación utilizados por las plataformas de redes sociales (con más de 45 millones de usuarios).
En el caso de lo relativo a la salud, el Parlamento Europeo asegura que apoyar la innovación y que esta debe ir de la mano de la protección de los derechos individuales. Con el objetivo de impulsar la innovación en IA y apoyar a las pymes, los eurodiputados añadieron como excepciones los proyectos de investigación y los componentes de IA suministrados con licencias de código abierto..
Por último, la Eurocámara quiere facilitar a los ciudadanos la presentación de reclamaciones sobre estos sistemas y la obtención de explicaciones sobre decisiones generadas por sistemas de alto riesgo que menoscaben significativamente nuestros derechos fundamentales. Los eurodiputados también han reformado el papel de la Oficina Europea de Inteligencia Artificial, que se encargaría de supervisar la forma en que se aplica el código normativo sobre IA.