Con 40 diputados, dos menos que en las pasadas elecciones, pero aun así con una amplia mayoría, Alfonso Rueda volverá a liderar el Gobierno del Partido Popular en Galicia durante los cuatro próximos años. Un Gobierno que en el plano sanitario apuesta por dar continuidad a las actuaciones que se están llevando a cabo en el Servicio Gallego de Salud, pero a las que se quiere dar un especial impulso, tanto en salud mental, recursos humanos, pero también en el fomento de la farmacia como agente de salud, especialmente en los núcleos rurales.
La noche electoral vivida este domingo cortó casi desde el primer momento la posible influencia de asuntos de la política nacional en los ámbitos de la política autonómica. Con una participación en torno al 65%, similar a la de elecciones anteriores, salvo la última celebrada bajo el condicionante de la pandemia (2021), los gallegos han dado su apoyo a Rueda, en términos más o menos parecidos a los que le dieron a Feijoo. En el otro lado del arco parlamentario, los nacionalistas del BNG son los más beneficiados recogiendo seis escaños más y situándose como segunda fuerza política con 25 asientos en la Cámara gallega, mientras que el PSOE gallego debe valorar su situación al quedarse solo con 9 parlamentarios, cinco menos que los que tenía en la pasada legislatura. Completa el grupo de partidos con representación la novedad de Democracia Orensana, que con un escaño aspira a llevar la voz de la región a la cámara gallega.
El resto de partidos se quedan fuera. Tanto Vox, como Sumar y Podemos se han quedado por debajo del 5% mínimo que se exige para tener representación y tendrán por tanto una disminuida presencia extraparlamentaria en la actividad política de la región.
Con estos datos, Rueda, que ya ha recibido las felicitaciones de todos sus compañeros autonómicos salva con nota el que era su primer compromiso electoral encabezando el cartel (el actual presidente entró como sustituto de Núñez Feijoo cuando este abordó el liderato del PP nacional) y tiene las manos libres para afrontar su política en tierras gallegas, especialmente en el plano sanitario.
Siguiendo los puntos del programa electoral y de los compromisos expresados por el PP durante la campaña electoral, este nuevo curso político tendrá en el plano sanitario un carácter continuista. Incluido incluso el consejero. Julio García Comesaña, aunque lógicamente deberá esperar a la configuración del próximo gabinete gallego, parece probable que el actual consejero pueda revalidar su cargo al frente de la consejería de Sanidad, en la que entró en 2020.
En el programa del PP destacaban como puntos clave el desarrollo de infraestructuras en atención primaria, especialmente en el ámbito rural, un plan específico contra las listas de espera y el desarrollo de la atención a la salud mental. Igualmente plantea la creación de dos nuevas normas relativas a salud pública y a la protección de la salud infantil.
Dentro de la ley de salud pública se establecerán nuevos esquemas tanto en la prevención de enfermedades como en la vigilancia epidemiológica.
En el plano farmacéutico, el Partido Popular mostró su interés por la colaboración con la farmacia comunitaria, especialmente en el ámbito rural, donde se ha comprometido a facilitar medios para el desarrollo de actividades asistenciales. Igualmente también figura como una de las líneas estrella del programa popular el desarrollo y el fomento de la investigación en el plano sanitario, donde el propio Rueda se comprometió a convertir a la comunidad en un polo referente.