El líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha abierto el primer asalto a la investidura, celebrado este martes en el Congreso de los Diputados con una encendida defensa del programa electoral con el que concurrió a las elecciones. Núñez Feijóo, en un discurso impecable, ha centrado las escasas posibilidades que tiene de ser presidente del Gobierno, en la defensa de acuerdos en diversos ámbitos, incluido entre ellos la cuestión sanitaria.
La parte dedicada a la salud ha tenido como eje la armonización entre necesidades y recursos del Sistema Nacional de Salud, y una apuesta decidida por la sosteniblidad , como uno de los temas fundamentales del estado de bienestar, un sistema que por otro lado “requiere un análisis riguroso” y que debe estar basado “en planteamientos duraderos y sostenibles”.
En ese sentido, el líder del PP plantea “acometer un debate en profundidad” sobre la sostenibilidad y viabilidad del SNS, en el que tengan una participación destacada las comunidades autónomas, cuyos presupuestos sanitarios “tienen cada vez más peso”.
Parte de esa sosteniblidad se centra en la cuestión farmacéutica y en las consecuencias derivadas de la cronicidad. “En menos de 10 años, España contará con más de 13 millones de personas mayores de 65 años”, ello conlleva un incremento en la calidad de vida, pero también de la cronicidad, “la pluripatología y el consumo de fármacos”.
“Debemos ir a por nuevos tratamientos”, ha señalado Feijóo, en una clara referencia a la investigación y la innovación y además a una medina más personalizada.
Feijóo plantea el debate sobre la sostenibilidad a través de la creación de “un verdadero comité de expertos”, fuera del ámbito político que siente las bases de un proceso de futuro.
Tras afear al actual Gobierno en funciones el paso de cinco ministros en cuatro años, Feijóo ha señalado que el ministro de Sanidad que el nombrara tendría dos primeras decisiones. La primera de ellas la creación de un plan de choque en atención primaria, con la inclusión de un MIR extraordinario para los médicos de la especialidad y una prima para los que ejerzan en el medio rural. La segunda sería la apuesta por la salud mental, con mayor presencia de profesionales y una especial atención a la prevención. “Las cifras de consumo de ansiolíticos no son razonables” en España, ha señalado.
Feijóo ha recordado que la falta de médicos en España tiene una responsabilidad clara en el Ministerio Sanidad, puesto que “solo el Gobierno central puede convocar plazas” y ha recordado que el país tiene “una deuda con las personas con discapacidad que yo me comprometo a saldar a la mayor brevedad”.
También ha anunciado que a pesar de que su posible Gobierno reducirá los decretos ley en todos los ámbitos, sí se realizarán dos concretos en el plano sanitario. Uno dirigido a los enfermos de ELA, cuya ley sigue paralizada en el Parlamento y otro dirigido a las familias, en el que abordará, tanto la caída de la natalidad, como los efectos vinculados a la violencia sexual.
Tras esta primera intervención, la sesión se reanudó por la tarde con la intervención de los grupos parlamentarios: PSOE, Vox, Más País, ERC, Junts per Catalunya, EH Bildu, PNV, Grupo Mixto y PP. Los planteamientos sanitarios quedaron prácticamente relegados en unas intervenciones más centradas en justificar la postura que cada uno de ellos va a tomar en la votación definitiva. Con la intervención del grupo mixto destinada a recriminar a Núñez Feijóo que plantee un MIR extraordinario, cuando en Galicia no se cubrieron las plazas en su etapa de presidente autonómico y un alegato de Marta Lois (Más País) en contra de lo que ella asegura que son los Gobiernos del PP: "nepotismo y recortes", concluyó la primera jornada un debate que tuvo como nota más destacada en su turno de tarde la delegación de la intervención socialista en el exalcalde de Valladolid, Óscar Puente y no en el portavoz, Patxi López o en el presidente en funciones, Pedro Sánchez como se había insinuado al principio del debate. La ausencia de Sánchez fue respondida con gritos de "cobarde" desde las filas populares.
Este miércoles intervendrán el resto de grupos que no lo hicieran el martes, el candidato les responderá y finalmente se procederá a la votación
Feijóo necesita la mayoría absoluta para esta primera votación: 176 diputados. De no alcanzarla, el 29 de septiembre se votaría de nuevo requiriendo ya sólo una mayoría simple. De no alcanzar tampoco una mayoría esta segunda votación, el rey deberá volver a encontrarse con los partidos políticos y proponer a otro candidato, que sería previsiblemente Pedro Sánchez, líder del PSOE. Si para el 27 de noviembre se ha investido a ningún candidato, se producirá una repetición electoral.
Nicolas Gonzalez Casares: