La lucha contra las resistencias antimicrobianas (RAM), pasa en parte por, “considerar los múltiples factores que afectan al estado general de salud de la población, con contribuciones muy relevantes del cambio climático, la contaminación, la evolución del estilo de vida, o los condicionantes socioeconómicos, por ejemplo”. Así lo ha asegurado Jesús Pérez Gil, representante de la Conferencia Española de Decanos y Decanas de Biología y miembro de la junta directiva de la Plataforma One Health, durante la celebración del I Congreso Nacional Construyendo Juntos una Salud pública moderna organizado por la Plataforma One Health, celebrado en la UCM.
El desafío global de las resistencias antimicrobianas, “necesita de un enfoque global y multidisciplinario, para abordar este problema cada vez más urgente”, ha señalado Pérez Gil, quien considera además relevante la aplicación de nuevos enfoques para responder al reto de las resistencias antimicrobianas: por un lado, “la necesidad de una coordinación adecuada entre los diferentes ámbitos de gestión de la salud pública, y por otro, la importancia de actuar sobre los niveles de educación y formación tanto de la población general como de los profesionales”.
En la jornada también se ha hablado de la Gestión de la salud bajo el enfoque One Health, en la que se ha abordado, entre otros temas, la importancia de ampliar la concepción de Salud Pública más allá de las acciones llevadas a cabo actualmente, con el fin de construir una versión moderna de la Salud Pública, así como la integración de la salud humana, animal y ambiental para abordar los desafíos de salud pública de manera holística. Para Jorge Galván, “el enfoque One Health, con una vocación claramente preventiva, ayuda a disminuir las inequidades en la Salud, y minimiza el impacto de las enfermedades, ya que disminuye el impacto de éstas en la sociedad, lo que redunda en una mejor calidad de vida y, por qué no decirlo también, disminuye el coste sanitario que tienen ciertas enfermedades, ya que, al tratar de forma preventiva, las intervenciones van a ser menos agresivas para el paciente y menos costosas para el estado.
Su implantación, requiere de un trabajo colaborativo entre entidades que actualmente funcionan de forma independiente, y es aquí en la gobernanza donde nos encontramos el primer escollo en su implantación. Por ello, el enfoque One Health plantea una implantación de medidas a pequeña escala para ir aumentando, y una vez implantadas corregirse con las necesidades de la dimensión real alcanzada”.
Otra cuestión abordada en la jornada ha sido el Impacto del sistema sanitario en la salud centrándose en la identificación de estrategias para promover la salud tanto de las personas como del medio ambiente, reconociendo la importancia de abordar estos temas de manera integrada y colaborativa. Para Mª Álvarez de Sotomayor “la implantación efectiva de una estrategia One Health tiene como objetivo equilibrar y optimizar de manera sostenible la salud de las personas, la de los animales y la de los ecosistemas. Según datos publicados en 2019, proponían que, considerado en su globalidad, el sector sanitario, sería el quinto país con mayor agresión climática. La actividad generada por la atención sanitaria a la población tiene un impacto importante en la salud de los ecosistemas y en la salud animal. Ejemplo de ello es la problemática que supone la contaminación de aguas con fármacos, observándose cambios en el comportamiento de especies marinas o sobre los procesos biológicos más básicos en crustáceos y protozoos. Propuestas como la determinación de la huella de carbono de las instituciones sanitarias, identificando fuentes y proponiendo planes y plazos para la reducción de emisiones y la colaboración público-privada, son deseables y están ya en marcha en algunas organizaciones”.
Finalmente, en la mesa ‘Construyendo ciudades sostenibles: Cómo el enfoque One Health contribuye a reducir las inequidades en salud’, el diálogo se ha centrado en la importancia de diferenciar entre inequidades en salud e inequidades “sanitarias”. Las inequidades en salud se producen fuera del ámbito sanitario y vienen determinadas por el entorno en el que las personas nacen, crecen, viven, trabajan y envejecen.
En la mayor parte de las ocasiones, estas inequidades en salud están íntimamente vinculadas a la situación socio-económica de las personas. Las inequidades sanitarias, por su parte, vienen derivadas de factores como la desigualdad en el acceso a las prestaciones sanitarias, diferencias en la atención que reciben las diferentes patologías o bien diferencias en su abordaje motivadas por su grado de complejidad. María Pilar Pallarés ha subrayado que ”el enfoque One Health es una herramienta primordial para avanzar hacia la necesaria interconexión entre las diferentes competencias institucionales, no es solo sanidad sino medio ambiente, agricultura, transición ecológica, educación, etc.
Una fusión con las directrices de One Health permitiría tener una visión global que mejore la toma de decisiones, y contribuiría sustancialmente a reducir las inequidades en salud. Hablar de Salud en todas las políticas es intentar dar un enfoque de salud pública en el que se consideren las decisiones a tomar en la salud por sus implicaciones futuras, visualizar la necesidad de búsqueda de sinergias, evitar impactos negativos para mejorar la salud de la población y conseguir esa equidad en salud”.
El I Congreso One Health en España que ha contado con más de 250 asistentes, se ha organizado con el patrocinio de GSK, MSD, el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos y el Consejo General de Colegios de la Profesión Veterinaria en España, la colaboración de LETI Pharma, el Consejo General de Colegios de Farmacéuticos, Grupo Zendal y el soporte de BERBĒS, Sevilla Creativa y Harmon Corporate Affairs, siendo estos últimos, además, responsables del gabinete de relaciones institucionales. La secretaría técnica está a cargo de la Fundación para la Formación de la Organización Médica Colegial.