La población europea no tiene un nivel suficiente de alfabetización sobre temas sanitarios “como para garantizar la inmunidad a la presión que se puede ejercer sobre nosotros” la publicidad directa al público de medicamentos de prescripción médica si esta se autorizara. Así lo estima el profesor del Máster en Investigación, Desarrollo e Innovación de Medicamentos de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Navarra, Carlos Adanero, que ha llevado a cabo una investigación de doctorado sobre este asunto.
Aunque la publicidad directa al consumidor sea la actividad más extrema, Adanero, considera que la globalización y la accesibilidad a la información que ofrece internet provoca que la publicidad, incluso camuflada de información, pueda llegar a cualquier rincón del planeta. Esto “hace necesario una legislación global” que permita dar luz a este asunto ya que la prohibición en Internet no es algo factible, reconoce.
Dado que no es posible poner puertas al campo, ya que la información está al alcance de cualquiera a golpe de un click, este experto aboga por el desarrollo de un sello distintivo de sitios web reconocidos por su independencia y potenciar que los usuarios los tomen como referencia de consulta. “Europa haría bien en estar preparada para un nuevo entorno, para garantizar sitios de información fiable y para extender la educación en temas de salud desde la infancia, de modo que la población esté mejor preparada”, indica.
Pero no toda la información que surge de los laboratorios está viciada de interés. En este sentido, Adanero valora positivamente la información elaborada por las compañías que se ofrece a los usuarios sobre el uso de dispositivos de inhalación, por ejemplo. Se trata de herramientas y videos que ofrecen al paciente información objetivo sobre el uso del dispositivo. Esta información está alojada en la web de la Agencia Española de Medicamentos (Aemps), por lo que está revisada por este organismo, y se accede mediante un código QR incorporado en el envase del medicamento.
Además, este profesor considera que la introducción de la publicidad directa al consumidor de medicamentos de prescripción, “sería contraproducente en nuestro entorno” y es una estrategia de un elevado coste. En este sentido, alerta de que en 2015 la industria gastó en publicidad directa al consumidor un total de 5.200 millones de euros solo en Estados Unidos. A pesar de ello, el profesor explica que “en Europa ha habido dos intentos para que se levante la prohibición”.´